Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)

Capítulo 54

Punto de vista de Anastasia:

La única cosa que le impidió a mis ojos berrear fue el entusiasmo dulce de Chris en la duración del viaje en Charlie Tango. Por dentro, mi corazón se rompía, grietas abiertas, partiéndose con lo que parecía un final aterrador. Christian, por supuesto, se encargó de cada detalle de nuestro escape encubierto de Seattle. Una vez que aterrizamos, nos dirigimos a donde Ray en un Audi, sedan normal, nada de lujo para nosotros esta vez. Aunque las ventanas estaban oscuras, era uno de esos autos completamente sin complicaciones, tan común diariamente que es fácil pasar por alto. Taylor incluso se tomó la precaución de conducir directamente al garaje de Ray, haciéndonos esperar hasta que la puerta estuviera bien cerrada antes de dejarnos salir. Todo esto, solo con la remota posibilidad de que alguien nos estuviera vigilando. El sonido de la puerta del garaje cerrándose en su lugar me hace pensar en el golpe de una puerta de prisión; aquí estaremos en cautiverio hasta que este desastre se resuelva. Cada segundo lejos de Christian fue una sentencia para mí por este hijo de puta que nos perseguía. Lo odio con una crudeza que juro que me daría una úlcera. Mientras me deslizo fuera del auto, Ray nos saluda con una sorpresa a su lado. Parece que Taylor ha aceptado la oferta de Sawyer de ayudarnos por los próximos días, o semanas, o lo que sea. Cincuenta seguro quiere decir que le importa, si ha asignado a tres guardias de seguridad solo para nosotros y eso no incluye a Ray, quien a pesar de ser mi papá, no está menos calificado para mantenernos a salvo. Taylor se unirá a Brandon una vez que Collins y Carl lleguen aquí esta noche; ellos dos asignados a Christian y en mi insistencia, van a permanecer pegados a su lado. Ray me da un abrazo de oso. Incluso en su abrazo puedo sentir el peso de su preocupación.

- Hola papá. Gracias por recibirnos. Discúlpame por tenerte atrapado en esto -

- Oh Annie, no te disculpes cariño. Mantenerte a salvo no es una tarea para mí; me moriría si algo te pasará a ti. No lo haría de otra manera - él aprieta su agarre, recordándome lo que era ser una niña pequeña que vivía por el amor y aprobación de su padre, aunque a un primer paso. Él es el único que he conocido.

- Me alegra que Christian haya confiado en mí para cuidar de ustedes dos -. Se necesita cada onza de mi determinación para no ceder a la crisis emocional avanzando poco a poco con una oleada implacable.

- Gracias - es la única palabra tensa que forzó más allá de mi garganta constreñida. Ray nos conduce a su casa muy modificada. No es de extrañar que ya luzca como un centro de seguridad aquí. El comedor ha sido requisado como cuarte general, la mesa plagada de cables entrecruzados de monitores, torres de discos duros y teléfonos. Siento como si hubiese entrado a un estudio de cine del FBI. Hay cámaras montadas en las esquinas de cada habitación, incluso en el baño, observo una con una pequeña punzada de consternación. Considerando que la ventana es de unos 30 por 20 centímetros, no puedo evitar pensar que esto puede ser un paso demasiado lejos, especialmente cuando todas las ventanas y puertas también están armadas con sensores de movimiento. Taylor ve la mirada perturbada de mi rostro pero en lugar de molestia, su rostro se suaviza, entendiendo que tan abrumador es esto para mí.

- Las cámaras - él apunta a la esquina ofendedora.

- Podemos cambiar el ángulo para darle privacidad - él me muestra el baño en la pantalla de la tableta que sostiene. Deslizándose a través de los controles que se muestran en la parte inferior veo como el ojo de la cámara en silencio gira a un lado, reajustado para mirar hacia el techo.

- Oh, está bien - digo, sintiendo una renuencia persistente por la intrusión exagerada.

- ¿Lo controlo yo o le pregunto a los chicos cuando yo quiera uhm... bañarme? - mis mejillas están ardiendo de un rojo llameante ante la idea vergonzosa. Él se ríe suavemente.