Capítulo 31

625 52 1
                                    

Punto de vista Anastasia:

Todo está sucediendo en cámara lenta. Como una sola, cuatro cabezas se voltean para verme. Mi mamá es la primera en moverse. Ella me recoge en sus brazos mientras me estrello contra ella, desesperada por información. La escucho diciéndome palabras, pero mi mente está envuelta en una espesa niebla, que no le permiten a sus palabas entrar, presa de un miedo que no me permite tener esperanza...

-Él está bien Ana, está dormido- me empuja un poco hacia atrás lejos de ella, sosteniéndome en ambos brazos en la parte superior.
Su expresión es suplicante, tratando de enfocarse en mis ojos desconcertados para transmitir el mensaje que me hará tranquilizar de nuevo.

-¡Ana! ¡Ana, él está aquí, él está bien!- me da una pequeña sacudida.

Finalmente sus palabras penetran mi cerebro en pánico y colapso, el mundo da vueltas y se me pone negro cuando finalmente tomo un respiro, mi cuerpo de repente abrumado con el breve oxigeno y alivio mientras me descompongo y me derrumbo en el suelo.

Un minuto o un poco más tarde, vuelvo en sí. Collins me recuesta en la cama, mis ojos se abren. Por un momento fugaz me pregunto qué está haciendo él en mi habitación, antes de que los recuerdos vuelvan volando. Otro ataque de adrenalina hace que me levante de un disparo, piernas que estaban débiles de son nuevo fuertes.

-¡Quiero ver a mi hijo!-. Inmediatamente él me abre espacio, entendiendo mi necesidad urgente.

-Tómelo con calma Sra. Steele, usted está un poco en shock-. Su precaución calmada, no hace nada para tranquilizarme. Con zancadas largas llego a la habitación de Chris y entro por la puerta, sin importarme si lo despierto.

Su forma durmiente despierta por la intrusión mientras corro hacia él, lo levanto y lo abrazo contra mí. Necesito sentir su calor, olerlo, verlo con mis propios ojos. Necesito asegurarme yo misma. Cuando el alivio borra lo último de adrenalina, me pongo a temblar y me derrito en la cama aferrada a mi hijo. Me dejo ir emocionalmente, liberando la angustia en un mar de lágrimas de agradecimiento.

-¿Ya es de día?- atontado respira las palabras en mi cuello. A través de un sollozo roto y agradecido respondo.

-No bebe, vuelve a dormir - lo abrazo más fuerte.

Poco después, oigo el sonido metálico de mi teléfono sonando, pero no tengo la fuerza de levantarme. Estoy agradecida cuando escucho a mi mamá tomar la llamada en mi nombre. Solo que ahora estoy empezando a preguntarme qué paso, mientras mi cerebro se pone en orden de nuevo. Mi mamá entra a la habitación, sosteniendo el teléfono para mí. Su expresión es sombría.

-Es Christian-. Ella toma a Chris mientras de mala gana lo cambio por el teléfono.

-Hola- mi voz es todavía gruesa por mis lagrimas. Me limpio las líneas mojadas en mi rostro con la parte suave de mi mano, temblando a través de mi respiración.

-¡Joder! ¡ Gracias a Dios estás bien!- Oigo la tensión en su voz, la angustia y desearía poder recorrer la distancia de separación entre nosotros para consolarlo y que él me consuele también a mí.

-Collins me acaba de informar. He estado en negociaciones con los coreanos hasta tarde esta noche. Mierda Ana, si algo te ocurriera a ti... o a Chris... No sé...-. Sé que él está pasando sus manos por el cabello, tal vez incluso aferrándose a él con frustración.

-Estoy aliviado que él estaba allí-

Eso explica por qué no he sabido de él en todo el día, pero no puedo pensar en eso ahora.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora