Capitulo 3

1K 71 2
                                    


Punto de vista de Christian:

Estoy de pie junto a la ventana de mi oficina en el piso veinte de Grey House. Observando Seattle a mis pies. El cielo es de un gris mordaz reflejando mis ojos y pensamientos sombríos, mientras la lluvia choca contra el cristal de la ventana suavemente. El agua corre a través de la superficie en pequeños riachuelos, obstaculizando mi visión. No es que me importe, la vista se pierde de todas maneras mientras miro hacia el pasado.

Fue hoy hace cinco años que ella me dejó. Después de que me entere de su matrimonio con José y de tener a su bebe, ella dejo de esconderse y fue más fácil rastrearla. Incapaz de dejarla, seguí sus pasos de cerca, pero sabia "a si me matara" que ella le pertenecía a alguien más. Podía saborear su odio por el desgraciado que me separó de ella, aunque ella se haya ido por su propia voluntad.

Intente contactarla al poco tiempo de nacido su bebe, y nuevamente ella se rehusó a tomar mi llamada. Fui tan lejos, que le envié un regalo al pequeño niño, esperando llegar a su corazón a través de su hijo, pero no, ella no quería tener nada que ver conmigo. Cuando ella me devolvió el regalo, quede en shock, de lo molesto que eso me hizo. ¿Cómo puede estar aun tan molesto con ella? Intente negarlo, pero sabía muy bien lo que eso significaba "Aun la amaba"... Mierda pensé resignado, yo siempre la amare.

Después de eso, trate de seguir adelante. Al principio, corrí donde Elena, pensando que ella tal vez podía proporcionarme un bálsamo a mi mente llena de un dolor adormecedor. Ella me dio la bienvenida con sus brazos y piernas abiertas "encantada de tenerme de regreso". Sacudiendo mi cabeza ante el recuerdo del error descomunal que en ese momento cometí. En el momento que ella me tocó, retrocedí, de hecho estremeciéndome por la repulsión. Ambos nos sorprendimos y no he vuelto a verla de nuevo desde ese momento.

Luego volví a mis viejos hábitos "sacando la mierda a chicas con cabello de color castaño en mi cuarto de juegos" mientras intentaba en vano exorcizar el aferrado fantasma de Ana. Ni un azote del látigo o el golpe de una correa, me hizo sentir mejor, moretones y contusiones a la vista solo me hacían enfurecer mas por el monstruo que llevo dentro. Las mujeres sin rostro no me ofrecían más que vació, encuentros sin sentido que solo terminaron alimentando el odio hacia mi mismo que tenía guardado, mi espíritu mas roto que antes.

Mi frustración fue creciendo, mi ira consumiéndome y eventualmente cedi a la amargura. Incluso deje de ver a Flynn " estúpido charlatán caro que era". Esta ruptura sabía que era algo que no podía superar.

La única cosa que me hacía seguir adelante, era la filántropia y el trabajo de caridad de mi compañía, y los combates regulares con Bastille, a menudo golpeándolo hasta el cansancio y perversamente agradecido por ello. Mi ira estimulándolo sucesivamente. Funcionaba diariamente haciendo solo lo que debía para sobrevivir. Mi vida estaba de vuelta en tonos grises.

Como siempre sentí la duda y el odio a mi mimo resurgiendo, en algún punto de mi mente retorcida estaba encantando del dolor de perderle. No es como si alguna vez haya merecido a alguien como ella. Mi arrogancia había sido su perdición, pero ¿qué fue lo que realmente la hizo alejarse de mí? Esa era la pregunta que plagaba mi mente, al punto de la obsesión. Mi mente analítica, siempre tan útil en los negocios, no podía ayudar, solo me hacía pensar en respuestas que se evadieron como el humo. ¿Qué pude haber hecho diferente y por qué ella me odiaba?

Lo único de lo que me sentí seguro fue de la noche que contrate a un asesino a sueldo para golpear a José. Ni Taylor sabia de mi plan encubierto. Mientas lo pienso mis manos automáticamente empuñadas caen a mis costados. Acababa de enterarme que Jose había dejado a Anastasia, dejándola con el trauma de otro divorcio justo antes del nacimiento del bebe. Eso, más la ira que me producía el pensar en las manos de Jose sobre mi Ana, hicieron crecer mi odio hacia Jose más que nunca, y tome una decisión imprudente "para finalmente enseñarle al hijo de puta algunos modales".

Lo abría hecho antes, esa primera noche en el bar cuando Ana estando borracha me llamo para reclamarme por los libros que le había enviado. Solo deseo haberlo podido hacer yo mismo, pero eso, des afortunadamente era muy riesgo so. Tuve que contratar a alguien que lo hizo por mi. ¡Le enseñaría al idiota una lección, nadie lastima a mi Ana! Por un breve momento, una vez que lo hice, me sentí feliz porque la dulce revancha me distrajo del constante dolor en mi corazón. Yo nunca la habría abandonado si ella estaba embarazada con mi bebe. Demonios, estaba seguro que si ella se quedaba conmigo, nunca, nunca la dejaría.

Andrea interrumpe mi oscuro pensamiento, mientras golpea suavemente la puerta, entrando a su oficina.

-Señor Grey, Taylor está subiendo y tengo los folletos listos para que se los lleve- Sin sonreír, voltee para agradecerle solo asintiendo la cabeza.

Cuando Taylor entra a mi oficina, levanto la cara, y como de costumbre, ejecuto mi lista mental de las cosas por hacer.

-¿Está listo para irnos señor?- Taylor pregunta, observándome con temor, mi ánimo parece más oscuro que de costumbre.

Después de una brusca respuesta con su cabeza, nos dirigimos fuera de la oficina y bajamos por el ascensor al Audi que nos espera. Como se ha convertido en la norma, hacemos nuestro viaje al aeropuerto en tenso silencio. Aún no puedo sacudirme mi mente miserable. Cuando llegamos, conducimos directamente a la pista del Sea-Tac donde el jet privado de las Empresas Grey espera.

Mañana mi compañía recibirá un premio por los programas electrónicos reciclables que GEH ha establecido y financiado en todo el país. Odio estar en el centro de atención en estos eventos, pero Ros no está disponible para ir y es algo importante para nosotros. Otro paso que acerca a Grey Enterprises Holding de ser la empresa mas "ecológica" de los Estados Unidos.

Cuando abordo el jet, siento ese miedo ahora familiar, que siento al entrar a algún lugar que me recuerde a ella. Los recuerdos vuelan a mi mente y se burlan de mi,especialmente los del día de mi boda. Recuerdo desvestirla aquí en el avión,sintiendo su piel calentarse bajo la punta de mis dedos, adorando su cuerpo,amándola. La alegría que sentía, su emoción contagiosa por la luna de miel,finalmente iría a Inglaterra. Como siempre estos recuerdos pisotean cualquier recuperación que podía haber logrado. Pensé que sería más fácil con el paso del tiempo, pero hasta el momento, todavía no lo supero.

Cincuenta sombras de Grey y mas (una desicion puede cambiar tu futuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora