Capítulo 9

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Conozco a tu mamá, es muy amable. - Me dice la chica que anuncia los Tributos. - Mi nombre es Effie, lo siento que hayas sido elegida. - Le doy una sonrisa forzada.

Ahora es el turno de los chicos -
Dijo introduciendo su mano en el otro tazón. - Thomas Lincard.

Conozco este chico, es alto, pelo castaño claro, ojos azules y tiene 19 años, el trabaja en la panadería con mi papá como ayudante.

El camina y ve a su familia, sus hermanos que tienen 20 y el otro 21 no se ofrecen, no me puedo imaginar como se debe estar sintiendo, yo se, que si mi mamá o mi papá se pudiesen presentar como tributos voluntarios, lo harían por mí.

Dirijo mi cabeza hacia mi mamá y mi papá quienes estan sentados en la primera fila. Ellos vendrán conmigo de todos modos, pero igual los extrañare mucho cuando entre a la arena.
Me pregunto por que no estoy llorando, debe ser por que mi mamá siempre ha sido fuerte y quiero parecerme a ella, se ve como si fuera de metal y nunca pudieran hacerle daño.
Por el otro lado mi papá es dulce y amoroso, una de las cosas que me hacen amarlo tanto.

Toda la gente de mi distrito se queda en silencio y alza la mano mostranto los tres dedos del medio de la mano izquierda y se lo llevan a los labios y luego me señalan con ellos, no se muy bien que significa esto, pero me da esperanza.

Un agente de la paz me lleva hacia el edificio, otros 3 guardias trasladan a mis padres al edificio junto a mi hermanito.
El edificio es azul con piso blanco, las puertas tienen marco dorado y huele a sangre, o algo similar.

Giro mi cabeza y veo gente en trajes muy extravagantes, ha de ser gente del capitolio. Una señora con el pelo rosado piel blanca y unas manchas negras en la piel lleva un vestido de cuero gris con rosado y azul y unos zapatos transparentes, esta gente es muy rara. Los guardias de la paz me llevan a un pasillo donde hay un gran recuadro de nuestro ex y difunto presidente Snow, el es el sanguinario del que hablaba mi mamá.

Al llegar al final del pasillo, veo una puerto de forma rectangular con delicadas lineas doradas, las puertas se abren al momento en el que piso una linea negra que esta en las baldosas blancas del suelo. En ese cuarto hay una mesa llena de comida, pan, fresas, uvas, pollo y del otro lado hay agua y bebidas alcoholicas que probablemente nunca en mi vida probare. Los agentes de la paz traen a mi pequeña y humilde familia.

- Willow - Dijo mi mamá abrazandome mientras me da un beso en la frente, me arrima hacia la silla y me sienta como si estuviese obligada a hacerlo.

- ¿Estas bien? ¿No te hicieron daño? - Movi mi cabeza hacia los lados, refiriéndome que no.

- Lo siento por no hacer nada hermanita. - Me dice Rye, le suelto una gran sonrisa y lo abrazo.

- Esta bien pequeñin - Le respondí. Le di un fuerte abrazo con la cabeza hacia abajo, las puertas se abren y escucho un ruido al soltar a Rye y alzar mi cabeza veo a una señorita alta de piel clara, en una camisa blanca y un pantalon negro con unos tacones altos, es rubia y tiene los ojos azules, Anabell.

Willow MellarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora