Willow Mellark

Capítulo 34

Ya ha sido otro día, otra cena con mi equipo, otra cena con Thomas y Peter incluyendo a Gale.

Me voy a mi cuarto a dormir temprano por que mañana deseo entrenar como nunca. Cuando llego al cuarto, lo único que hago es reflexionar sobre lo que haré en los juegos, tendremos como aliados a Mike Odair y Angie, lo cual suena algo muy tentador y difícil de derrumbar. La dulce y estúpida actuación de Mike Odair y el mal humor de Angie, si juntamos a estos dos podríamos crear a un monstruo indestructible, así que por eso creo que hice bien en elegirlos a los dos, bueno... Mike se invito solo. Miro hacia el techo pero nada innovador sucede... Claro, que puede tener de interesante un techo. Que estupida soy.

Aunque pensaba que el día de hoy iba a ser entretenido o al menos eficiente, pero solo trepe un poco, lanza cuchillos, arco y flecha, cree trampas pero, nada del otro mundo que no haya hecho los dos días anteriores, estos tres días han sido una rutina, sala de entrenamiento, luego un ascensor y de ahi, mi cuarto. Pero hoy quiero hacer algo diferente, casi no he visto a Thomas, desde que Peter lo dejo marchar y llorando, se ha estado consolando junto a mi estilista, aunque estoy casi segura de que se han besado, prefiero dejarlo pasar.

Salgo corriendo al cuarto de Thomas sin tocar y cuando abro la puerta esta dormido junto a el... Ivan. Están abrazados y uno tenia pierna encima de la otra, debe ser que se están gustando, así que, preferí cerrar la puerta he irme.

Camino por el largo pasillo que me lleva al techo, donde estaba aquella vez. La noche esta brillante, hay luna creciente y las estrellas brillan de una manera hermosa. El capitolio esta como siempre, gente extravagante caminando por doquier, no se como vivirán ellos aquí, pero en el distrito 12 todos nos amamos, o eso es al menos lo que creo.

Algunas noches me pregunto. ¿Que hago aquí? ¿Que hice para merecer esto? Me digo a mi misma mientras lloro, es que de tanta gente, por que yo, ¿Porque?. Una lagrima sale de mi ojo, es una situación difícil la que tienes que enfrentar cuando se trata de matar a 23 de personas y mas cuando amas a una de ellas.

Algo que me parece estúpido, es la furia de Anabell contra mi familia, su abuelo fue un corrupto e inútil, el merece estar muerto y de paso, olia a sangre, o eso es lo que me dijo mi mama ayer.

Solo hay pocas veces que pienso en el suicidio, pero pocas veces llego al deseo de querer hacerlo, alguien que debe estar loco o loca los hacen eso. Pongo mis manos sobre la pequeña barrera y me levanto en ella, extiendo mis brazos y me dejo caer.

Pienso en esos últimos momentos los que seré libre desde mañana, el aire recorriendo mi cara, Finnick muriendo, mi papa siendo capturado, la muerte de mi tía Prim, son recuerdos que nunca volverán. Siento como si nunca volveré, lo cual es genial, así sea la muerte la que me saque de aquí, haré pacto con ella.

Pero lastimosamente al rato, estoy siendo impulsada de nuevo, mi cuerpo sube y sube hasta el techo donde caigo al piso, mis pies se doblan pero no me causa una fractura, aun así caigo y toco el suelo con mi cara. Me levanto rápido y simulo que nada paso, ahora se que es tiempo de ir a la cama.

Camino lentamente hacia mi cuarto y cuando veo el reloj, me doy cuenta de que estuve ahí por horas. Me siento en mi cama y suelto un suspiro, ojala nada de esto estuviese pasando, si tan solo hubiese una forma de matar a Anabell, pero no la hay, o al menos eso es lo que creo. Si me pongo a razonar, que es lo que tengo que hacer en la arena, cuantos deberé matar, mi mente es muy inocente pero si sigo asi, no llegare a ningún lado, necesito encender mi peor lado para poder ganar una buena puntuación y por mi propia sobre vivencia. Me recuesto en la cama y solo imagino como podre ver a tanta gente muerta y tanta sangre, mi mama había luchado para que yo no viviera es, pero ahora lo estoy viviendo. ¿Como mantendré a Thomas vivo y que yo pueda sobrevivir? Es imposible, así que por hoy, se acabo el pensamiento es hora de dormir.