Capítulo 37

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Me levanto de mi silla y desgarro el vestido, mi mama trata de detenerme, pero no lo haré. Camino lo mas rápido que puedo hasta llegar al escenario le quito el control de las manos a Thomas y me dirijo a Caesar. Lo miro a los ojos y el me mira a mi, estoy llorando.

- ¡Paren! ¿Por que se rien de esto? - Les pregunte a la gente del capitolio.

- ¡¿Acaso no ven gente muriendo?! Piensen que cada uno de ellos son sus familiares. Esa chica que vieron morir, debería ser mi tía, ahora mismo, no esta aquí. Y solo les deseo el mal a cada uno de ustedes. ¡No me importa si no consigo patrocinio! Solo prefiero morir a manos de un tributo que recibir ayuda de unos idiotas. - Dije lanzando el control al suelo, pisándolo hasta destruirlo.

Camino de nuevo hacia el pasillo y Thomas se sentó en la silla de entrevistas.

- Así que... ¿Que acabas de enseñar? - Le pregunto Caesar.

- La rebelión, cuando Snow murió. - Le dijo.

- Ivan te ayudo a hacer eso, ¿Verdad? - Le pregunto Caesar.

- No. No lo hizo, el es un grandioso hombre. Y para que sepan, vi estas cosas desde que estaba pequeño y vivía en el distrito 13 por que ustedes bombardearon lo que era mi hogar. Y eso que hizo Willow, ustedes lo tienen bien merecido. Ah, una ultima cosa. Pudranse. - Le dijo Thomas mientras se levantaba de la silla y caminaba directo hacia mi.

El notaba que yo estaba llorando y me sentía eufórica. Me dio un fuerte abrazo, sus fuertes brazos me rodeaban mi mama se nos unio y nos miro.

- No dejen que eso los afecte. - Nos susurro.

finalmente nos soltamos, los tres caminamos hacia el ascensor de siempre, dirigiéndonos a nuestro departamento. Cuando entramos estaba Ivan llorando. Thomas salio corriendo y le dio un gran abrazo.

- Gracias por entenderme. - Le dijo Thomas a Ivan.

- ¿Una ultima vez? - Le pregunto el.

Thomas asintio y los dos se besaron, es asqueroso por que eso es cosa de adultos, pero es triste, no se verán de nuevo al menos que el quede vivo y 23 de personas muertas.

- Son libres, por hoy. - Dijo mi mama a ellos dos, ambos estaban llorando y fueron a la terraza.

- Mama, ¿Como superaste todo este asunto? - Le pregunte.

- Aun no lo he hecho. - Me dijo. - Es una cicatriz que queda en tu vida, un recuerdo que jamas olvidaras. - Me dijo.

Ella estaba llorando y no me importaba si este era el momento para hablar o no lo era pero ya me daba igual.

- Te amo. - Le dije mientras la abrazaba.

- También te amo Willow, lo sabes. Te amo mas que tu padre ama el color naranja. - Me dijo al oído.

- ¿Naranja? - Le pregunte.

- No, naranja no. No es el naranja que usa Effie, es el naranja del atardecer. - Me dice mientras bota unas lagrimas.

Intento ser lo mas dura que puedo, asi no llorare.

- Ve a tu cuarto, mañana tendrás que arreglarte para... Entrar...- Me dijo pero volvió a llorar.

- A la arena... - Le complete.

Ella me dio otro fuerte abrazo, puso su mentón sobre mi cabeza y luego me dejo ir.

- Anda. - Me dijo secamente.

Entonces me levante del mueble y camine hacia mi cuarto, cuando me asomo en el de Thomas el esta recostado en el pecho de Ivan mientras ambos lloran, yo solo, prefiero ir a mi habitación temporal, me siento mas segura de algún modo.

Paso a la habitación y cerro la puerta de un golpe. No se que pensar, no se si veré a Rye vivo mas nunca en mi vida, o si mi papa me dará el ultimo abrazo antes de entrar en la arena, pero no, no puede, no puede venir al Capitolio. Estupida Anabell.

Cuando entonces, un sonido destruye mi paz en la habitación, dos mujeres están gritando. Abro la puerta lentamente ye asomo, era Angelina y mi mama, discutiendo por lo que sucedió, preferí meterme en mi cuarto. Cerré la puerta y fui corriendo al baño, me mire al espejo y tenia todo ese maquillaje, me eche agua y ahí estaba, la cicatriz en mi mejilla. Estúpida navaja. Pensé. Me cambie a un camisón que era de mi papa y me lo traje para recordarlo. Me acuesto en la cama y cambio el paisaje a un bosque, tal vez sea la ultima vez que vaya a verlo. Entonces, es cuando apago la luz.

Willow MellarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora