Puedo Conquistarte

capitulo 7 " primer acercamiento "

Toda la mañana me la pase estudiando el informe sobre Pedro.

Victoria se encargó de conseguirme una pitbull hembra llamada Melodía, era la perra de su tía Marta la cual era profesora de música de allí el nombre Melodía.

El plan era sencillo, hoy iría al recital de la banda "superdotados" en un show muy exclusivo que da la banda antes de su gira mundial, son solo cien invitados donde por supuesto está Pedro y por consecuencia yo.

No fue nada fácil aprenderme de memoria los quince temas que estaban preparados para que la banda los tocara durante la hora que duraría el  show, no me pregunten como hizo Victoria para conseguirlos, a veces mejor no saberlo.

Cuando  leí la lista solo pensé que me faltaban aprenderme  diez canciones, cinco de esos temas los había escuchado en la radio uno o dos veces y me las sabia de oído.

Una vez que  el mini recital terminara me iba a encargar de chocarme directamente con él, obviamente  Melodía iba a estar  conmigo. Si todo salía según  lo planeado Pedro al verme con un perro como el suyo y fingiendo que necesitaba ayuda con mi Nissan Juke se acercaría a mí y de ahí en más, sale la improvisación.

Con respecto a mi apariencia usaría más o menos el mismo atuendo que utilicé con una de mis conquistas anteriores. Busqué en mi armario la peluca negra que usé en su momento y me encargué de hacerle unos pequeños retoques. Incluí en ella mechas de colores, rojo, azul, verde, violetas y alguna que otras rubias, le hice un corte alocado de manera que me quede la mecha más larga a la altura de la cintura y el resto desmechado por los hombros.
Esta vez utilizaría los mismos lentes de siempre, los celestes.
Kiki se encargó de mandar a imprimir sobre una remera el logo de la banda. La remera era común y corriente nada fiel a mi estilo así que también la modifique, corté más el cuello para que mis hombros quedaran al aire y le hice un par de cortes en la espalda solo porque me gustaba como se veía.

Eran las nueve y media de la noche, Melodía ya estaba lista, ella también llevaría puesta una remera de la banda y me encargue de comprarle un collar de tachas similar al que yo me pondría, ella también tenía que aparentar ser una chica mala.

Me di un último vistazo en el espejo, la peluca negra había quedado genial, la remera estaba fuera del pantalón el cual estaba con cortes desde la rodilla hasta donde terminaba, las botas de taco aguja con tachas que compré a último momento eran muy cómodas; solo sentí que me faltaba el toque final.
Saque de mi cajón el pañuelo negro que perteneció a Nehuel, el chico numero VI, debía admitirlo guardaba de cada conquista un pequeño suvenires aparte de sumarlo a la pulsera obviamente.

Sobre las diez Salí de casa, había llegado la hora... que empiece el juego.

Llegué al lugar en menos de quince minutos, no estaba muy lejos del pequeño local en el que tocarían.
Había muy poca gente haciendo cola, entre ellos pude ver a Pedro en tercer lugar acompañado de una chica.

¡Mierda!

No tenía ni la más mínima idea que vendría con alguien. Esa imagen me hizo pensar si realmente era buena idea encararlo hoy, pero ya estaba en el baile así que me tocaba bailar, si no podía seguir con el plan por lo menos observaría sus movimientos y trataría de descifrar quien era la mujer que lo acompañaba.
Ya había pasado tiempo de la ruptura con Melissa capaz había encontrado pareja, si era así todo cambiaba, tendría que buscar otro que ocupara su lugar y avisarle a Melissa que lamentablemente no poda seguir con el trabajo.

Bajé del auto, dejé a Melodía  en la parte de atrás  con el vidrio un poco bajo para que pudiera respirar, saque del bolso un hueso de juguete y antes de irme le di indicaciones.

-Sé buena, Melo, habrá una recompensa si te comportas... vuelvo en un rato.

Caminé hasta donde estaba  la fila para el ingreso, pude ver como varios hombres y algunas mujeres se giraron al verme pasar, sabía que siempre llamaba la atención y amaba ser observada más cuando me di cuenta de que Pedro me vio y sonrío en mi dirección.

Una chica que estaba delante mío obligo a su acompañante a que dejara de me, habló en un tono elevado para que la escuchara.

-Basta, Diego, deja de hacer el ridículo como si fuera que nunca en tu vida viste a una gorda.

Me acerqué un poco a ella y le toque el hombro para que se girara y me viera, cuándo lo hizo  la mire de arriba abajo, levanté una ceja y le dije

-Seguro que no vio jamás una gorda que estuviera tan buena como yo y te puedo asegurar que en este momento tiene una erección pensando en lo que podría hacer con las tetas que tengo

Abrió los ojos tan grande que pensé que se le iban a salir, se giró nuevamente y miraba de reojo la bragueta de su novio, aparentemente acerté con lo que le dije porque le dio una piña en el hombro y se fue muy ofendida.

Ese tal Diego se giró para verme, hizo un gesto infantil con el hombro y salió a buscarla. Me gustaba hacer este tipo de cosas, sabía lo que causaba, también sabía que era gorda pero más de una está traumada por  culpa de esta gorda.