By: Alejandro Dinosso
No tenía ni la más puta idea de quienes eran "los superdotados"
¿De verdad eran una banda de punk rock?
¿O solo eran chicos que creían que tenían algo importante entre las piernas y por eso el nombre?
Estaba pensando si realmente era buena idea ir... podría cruzármela por la calle como en mis sueños.
Para colmo no me pegaba nada la onda de roquero, se notaba que no pertenecía a ese mundo hasta que vino mi amigo juan y me ayudo ser el mejor roquero de la historia del rock según dijo él.
-Vamos, Dinosso, saca el chico malo que todos llevamos dentro.
Claro, el señor estaba muy cómodo en mi sillón con los pies sobre la mesa ratona tomándose una cerveza.
-No soy un adolescente, creo que a mis 36 años vestirme de roquero no me pega nada aparte... ¿Qué? ¿De verdad voy vestido así?
Miraba mi pantalón chupín negro y mis borcegos de manera asquerosa, ni hablar de la musculosa blanca rota a los costados, ese tajo que tenía llegaba casi hasta la cintura.
Juan me miraba de manera divertida desde el sillón, se levantó y camino hasta mí.
-Espera te faltan dos cosas importantes...
Sacó de su espalda un pañuelo negro con calaveras blancas dibujadas.
-Ni se te ocurra
De verdad pensé que quería que me lo ponga sobre la cabeza.
-No soy tan malo... aunque
-¡No!
-Bien, que mala onda... extiende la mano
Lo hice no sin antes largar un suspiro de derrota
-Recuérdame algo... ¿Por qué hago esto?
-Porque te pagan una pasta importante, porque te dedicas de alguna forma a esto, porque te tomaste esto de manera personal y porque...
-Bueno ya entendí. Recordé porque carajos acepté este trabajo.
Viendo el pañuelo que ató en mi muñeca no quedaba nada mal. De su bolsillo trasero sacó un paquete de cigarrillos
-¡No jodas! Me costó mucho dejarlos y...
-Deja de llorisquear como una nenita, Alejandro ¡es solo facha, papá! No dije que tenías que fumarte el paquete.
-ok, ok, pero no vuelvas a llamarme nenita porque...
Y no me dejó terminar mi amenaza
-¡Nenita!
Después de nuestra pequeña pelea que terminó porque rompimos un florero que había en la entrada; salí hacia donde tocaban esos niños.
Al estacionar a media cuadra del bar me quede sentado en el auto viendo si veía a Reina llegar.
Eran pasadas las diez cuando veo pasar por mi lado su Nissan Juke, esta chica sí que sabe de un buen auto yo tengo el mismo solo que en color rojo.
Al verla salir parpadee varias veces, no era la misma chica de la foto, aunque me separaban dos autos estaba totalmente seguro que no se parecía en nada. Estaba realmente preciosa con ese pelo de multicolores, ni hablar de que esa onda roquera... a ella si le queda bien.
Me removí incomodo en mi asiento verla me provocó una leve excitación.
Parecía un psicópata mirando sus movimientos pero eran realmente hipnóticos. No tenía nada que envidiarles a ninguna chica modelo a las que estaba acostumbrado a salir, ella aún con sus kilos de más era sexi, me apuesto la vida que si algún día la cruzaba en la calle iba a girar a verla caminar, me gustaba y eso que yo era de esos que si la mujer no tenía las medidas perfectas no me volteaba a verlas, pero Reina merecía ser observada.
Vi como sacó de su bolso un hueso de juguete y lo dejaba en la parte trasera del auto.
Aproveché que ella estaba ocupada y salí del auto, quería quedar en la fila justo detrás de ella.
Al caminar hacia allí vi como los hombres se giraban a verla pasar, no era el único.
La chica que estaba delante de ella la miro de mala manera.
Al ponerme detrás de su espalda aspiré su aroma, era realmente embriagador, cerré los ojos para deleitarme con su aroma un poco más hasta que al escucharla hablar hizo que los abra de golpe
-Seguro que no vio jamás una gorda que estuviera tan buena como yo, te puedo asegurar que en este momento tiene una erección pensando en las tetas que tengo.
Me congelé en el lugar ¿De verdad había dicho eso?
Aunque apoyando al género, ese hombre no era el único que tenía una erección a causa de la imaginación.
Vi como la chica que estaba con él se fue ofendida y no le quedó otra que seguirla, no sin antes girar hacia Reina y encogerse de hombros.
Se me escapó una risita ahogada provocando que ella se girara, me miro de arriba abajo levantando una ceja, al encontrarse directo con mis ojos me miró de manera provocativa y antes de girarse nuevamente me guiñó un ojo y siguió con su celular como si nada.
Mientras que mi calzoncillo estaba a punto de explotar a causa de esa chica.
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Puedo Conquistarte
RomanceSINOPSIS: ¿Quieres vengarte de alguien? ¿Quieres que alguien le rompa el corazón al chico que rompió el tuyo? ¿Te gustaría que alguien más haga tu trabajo sucio? "Puedo Conquistarte" es tu lugar indicado. Ella se hace llamar Reina, quienes tuviero...