capitulo 12 " pica para mi, pica para todos"

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Me sentí como cuando era chica y jugaba a las escondidas...
Siempre era la primera a la que encontraban, yo obviamente no podía escalar árboles o entrar en un hueco entre pared y pared porque ya era gorda de chiquita, pero ahí estaba mi amiga Victoria para salir del lugar de donde se había escondido para gritar:

"Pica para mí, pica para todos"

Y así no condenarme a ser siempre la que contara y buscara.




Creo que en este momento volví a sentirme así, vulnerable y no estaba mi amiga para salvarme esta vez.


Con la pregunta de Dinosso se me puso la mente en blanco.
¿Por qué me desarmaba de esa manera?
¡Vamos, si yo vivía mintiendo!

-Me la regalaron y ya vino así...


-Tardaste en pensar la repuesta.


Y se rio, pero al ver mi cara dejó de hacerlo.


-No te enojes, lo pregunté solo por curiosidad.


-No, no me enojé, para nada, solo que me acorde de quien me lo regalo


- ¿Un novio?


-Siento que eres muy curioso Dinosso, pero para que puedas dormir tranquilo voy a responderte... sí, fue el regalo de un ex novio y los números romanos indicaban los meses que llevábamos juntos.


-Hay hasta el XIV así que supongo que salieron 14 meses. Interesante...


-Sí... ahora ¿podes alejarte de mi auto así arranco?


Sonrío mostrando todos sus dientes, perfectos y blancos. Sus ojos se achinaron por esa sonrisa y a mí me gusto verlo sonreír así. Inconscientemente también sonreí de la misma manera


-Te ves más linda cuando sonries.


-Gracias, pero de verdad tengo que irme; son las tres de la mañana y trabajo en pocas horas.


-Sí, yo también ¿nos vemos después ?


-¿Es una pregunta?


-Sí, te voy a mandar mensajes porque me gustaría volver a verte, muchas veces más.


¿Qué? ¿De verdad? No tenía tiempo para el Marcos del futuro.


-No lo creo, arreglé para verme con Pedro y...


Pero no me dejó terminar de hablar... posó un dedo sobre mis labios para callarme, comenzó a mover sus dedos sobre ellos, acariciándolos.

Entre abrí los labios, necesitaba sacar el aire contenido de mis pulmones. Vi como cerraba los ojos y sacudía la cabeza, al volver abrirlos una mirada parecida al deseo se reflejó en él.


-Perdón


Y se fue, me dejó así. Yo ya estaba a punto de bajarme del auto para que me besara, estaba dispuesta a algo más si me lo pedía.
Tengo que dejar de cruzármelo, no solía pensar así en un hombre, no volví a acostarme con uno por deseo, solo lo hacía por las consecuencias que llevaba hacer este tipo de trabajo.

En cuanto llegue a casa bloqueo el número y así evito futuras tentaciones.





Me desperté por un ruido constante que resonaba en mi cabeza, resaca no era porque anoche no tomé nada. Cuando logré abrir los ojos me di cuenta que golpeaban la puerta.


-Titi, soy yo ¿estás?


¡Era Ángeles! Mi niñita hermosa vino a ver a su titi


-¡Voy!


Salté de la cama y me envolví con la bata. Hasta que caminé hasta la entrada seguían tocando, esta vez un poco más fuerte, ya no era Ángeles ahora era Victoria quien tocaba.


-¿Llamo a los bomberos?


Puse los ojos en blanco ¡qué impaciente!
-Ya abro


Abrí la puerta y mi niñita hermosa saltó a mis brazos para poder besarme a su gusto, pero al ratito se sacudió para que la bajara.
Cuando tocó el suelo lo primero que hizo fue acomodarse la pollera, era la nena más coqueta que conocí hasta ahora.


-Titi, ¿miramos My Little Pony? Por fis, por fis.


Juntó sus manitos para pedir por favor, esa serie de los ponis ya la odiaba, me sabía todos los capítulos de memoria.


-Vicky, cierra la puerta que yo voy a mirar My Little pony...


Me hizo un gesto con la mano y siguió escribiendo en su teléfono, sonreía de vez en cuando y no prestó ni la más mínima atención a lo que le dije.

Caminó hasta la barra que separa la cocina del comedor, se sentó en una de las banquetas y siguió escribiendo. La estaba observando hasta que Ángeles volvió a tener mi atención .Venía corriendo con el DVD de los ponis y el control en la mano.


-¡Vamos, Titi!


-¡Voy, mi amor!
Por ella hacía cualquier cosa, incluso mirar esta serie miles de veces. Comenzó a sonar la canción y las dos corrimos a tirarnos al sillón para cantarla.


-My Little pony, me preguntaba qué era la amistad.

>My Little pony, hasta que su magia me quisieron dar, aventura, diversión, escolta y fiel de gran corazón, ser amable es la solución, la magia lo hace aún mejor.

>My Little pony, por siempre habrá una gran amistad.



Una vez cantada la canción a Ángeles no le molestaba quedarse sola viendo a sus ponis favoritos así que me levanté y fui hasta donde estaba Victoria, qué por supuesto, seguía escribiendo en su celular.


-¿Puedo saber a quién le escribís tanto? La última vez que te vi mandar mensajes así fue cuando estabas con Álvaro.



Álvaro era el padre de Ángeles, ellos se conocieron en el colegio en la época que yo salía con Marcos. Su amor duró un poco más obviamente y de ese amor que se profesaban nació Ángeles, el problema vino unos años después cuando Álvaro se dio cuenta que no estaba preparado para la responsabilidad de ser padre. Así que un día se llevó sus cosas de la casa que ambos compartían y no volvimos a saber de él. Desapareció durante más de un año.

En el tercer cumpleaños de su hija este apareció diciendo que las quería recuperar, que estaba arrepentido por lo que hizo, pero mi amiga por suerte no se la creyó, se dio cuenta que no necesitaba estar con él para ser feliz, tenía en sus brazos a alguien por quien pelear día a día y así lo hizo.

Admiraba a esa mujer, porque sabía lo enamorada que estaba cuando las dejó, pero aún así no dejo que volviera cuando quiso hacerlo. Me dijo que estaba más enamorada de su hija que de ese idiota, solo me pidió que la ayudara para que pudiera salir a trabajar, y fue ahí que le propuse lo de la agencia, no dudo en decir que sí. Pero era arriesgarse, la idea estaba, no sabía si iba a funcionar. Cuando nos empezó a ir tan bien no lo podíamos creer.


-Cállate, tonta, no es Álvaro es un chico que se contactó conmigo por equivocación.


-¿Cómo? No entiendo


-Ayer me llegó un mensaje donde pedían a alguien que se comunicara urgente que necesitaban que lo consuelen y como era un mensaje de texto no vi su cara hasta que no agendé su número y actualicé los contactos de WhatsApp.


-Para, para, détente ahí ¿agendaste su número solo para ver su foto?


-No, antes de todo eso respondí que se había equivocado, porque tenía que avisarle, ya nadie manda mensajes de textos al menos que sea realmente importante.


Bueno, bueno, llegó Victoria con su teoría de los tiempos de la tecnología


-Puede ser ¿pero qué tiene que ver todo eso?


-Que me volvió a responder, me puso《perdón me equivoque entonces, ¡estoy en shock! Vi el capítulo de The Walking Dead y no lo puedo creer todavía. Debe ser por eso que me equivoqué al mandar el mensaje. 》

-Ajá ¿ y te ganó la curiosidad no?


-¡Sí! o sea, vio el capítulo de The Walking Dead que sale recién mañana, tenía que pedirle el link ¡Por Dios, Alexia! ¡Que es el mejor capítulo que vi en mi vida!


De verdad nunca iba a entender el fanatismo hacia esa serie, o sea, la única vez que vi una temporada completa por obligación soñé dos semanas seguidas que me perseguían esos zombies


-Ok, pero no respondiste ¿Qué paso después del link ?


-Que después de que vi el capítulo tenía que hablar con alguien... ya que mi mejor amiga no le gusta la serie tuve que hablar con mi amigo virtual... hablamos sobre la muerte de Gleen de la pobre Maggie y así una conversación llevo a la otra y... ahora sé que se llama Fernando, que tiene 33 años, soltero y ama la serie.


-Otro friki...


-¡¡Sí!!... pero bueno, basta dejemos de hablar de mi amigo friki, quiero saber cómo te fue anoche


Metió el celular nuevamente en su bolso para no distraerse, no sin antes volver a escribir un mensaje a ese tal Fernando.


-Me fue muy bien, más no podía pedir.


-¡Genial!


Mi celular que estaba sobre la barra comenzó a vibrar, cuándo intenté agarrarlo vi que tenía una llamada entrante vía WhatsApp, pero Victoria me ganó de mano. Embobada miraba la pantalla del celular, podría jurar que hasta babeó. Y ahí caí en la cuenta de que no se trataba de Pedro, Kiki ya lo conocía así que no tenía por qué sorprenderse. Gira el celular para que lo vea y la cara de Alejandro aparece.


-¿Quién es este bombonazo?


Ay, amiga, si supieras todo lo que tengo para contarte...

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