capitulo 14 " la reina de tu reino"

3.2K 417 14
                                    

Hace dos meses que tengo citas con Pedro casi todos los días nos veíamos , si no fuera porque lo conocía más de lo que él creía, diría que es el chico que tanto busque... atento, cariñoso, y sobre todo buen amante.

En cuanto a Alejandro me lo crucé más veces de la que en realidad me hubiera gustado, nos mensajeábamos de vez en cuando. Parece que sabía que cuando ya estaba olvidándome de su presencia aparecía para demostrarme que estaba ahí, para cuando decidiera darle la oportunidad de verlo, al menos eso me dijo en su último mensaje.

Hoy arreglamos una salida con Pedro, iríamos a una especie de spa donde nos mimarían un buen rato.
La salida seria al día siguiente, quería pasar por mí pero me negué, Melodía se fue con su dueña a una minis vacaciones y no me quería arriesgar a que no la vea, según Victoria el lunes volverían .

Temprano por la mañana recibí un mensaje de Victoria donde me decía que Melissa estuvo preguntando por los avances. Me pareció raro recibir un mensaje de ella, generalmente me llamaba porque decía que yo tardaba en verlos pero desde que Fernando apareció  siempre mandaba mensajes, creo que no quería tardar en responder alguno de los suyos.

Ya llevaban así  más de dos meses, hablando día y noche, lo más raro de todo era que ninguno de los dos dijo para verse personalmente y aunque ella no me lo dijera sabía que se moría por conocerlo.

Aprovechando que tenía el celular encima, le mandé mensajes a Melissa contándole los avances, se puso realmente contenta. Quiso saber sobre el hermano de Pedro, Sebastián, con él fue otra cosa...

Una noche en la que Pedro me invitó a su casa a comer y a ver una película, un Sebastián totalmente borracho entró a las pocas horas.
No le importó que yo estuviera ahí comenzó a desnudarse hasta quedar en bóxer, así camino hasta la heladera.

-¿Quedó comida o la gorda de tu novia se comió todo?

Estaba a punto de contestarle, pero no tuve tiempo de reacción, de un salto Pedro se levantó del suelo donde estábamos sentados y lo tomó del cuello, lo levantó unos cuantos centímetros de suelo y habló muy cerca de su cara.

-Discúlpate con Reina ¡ahora!

Creo que jamás se esperó algo así. Yo tampoco, sí pensé que me defendería pero no de esa manera, no enfrentándose al hermano que tanto admiraba.

Sebastián tardó en reaccionar solo lo hizo cuando este le golpeó la cabeza contra la pared.

-Hazlo, Sebastián, no estoy jodiendo...

-Pe... Perdón.

Lo soltó y cayó de rodillas al suelo, tardó en ponerse de pie a causa de la borrachera pero cuando lo logró intentó golpearlo pero obviamente fracasó, Pedro lo esquivó sin problemas.

-Vete a dormir, Sebastián, das lástima... mañana quiero que te busques donde vivir. Ya me arruinaste  una relación, esta no te lo voy a permitir.

¿Qué? ¿Qué dijo? ¿Habló de nosotros como pareja?

Si sentía que de verdad le gustaba, pero no a tal punto de enfrentarse al hermano por mí.
Creo que el plazo de un año que le pedí a Melissa no iba a ser necesario ya lo tenía comiendo de mis manos.

Sebastián salió de la casa, se vistió y antes de irse casi arranca la puerta del golpe que le dio al cerrarla.
Pedro lo ignoró, volvió a sentarse en el suelo y a  ponerle play nuevamente a la película que mirábamos antes de lo sucedido.

-Lo siento, Reina, mi hermano es un idiota y...

No dejé que terminara sus disculpas, lo besé para callarlo porque no sabría que decirle después de su mini discurso, así que hice lo que mejor sabía...

Después de esa noche no volví a ver a Sebastián, creo que se volvió a Uruguay donde vivía antes de venir acá por una temporada.

Le comenté a Melissa sobre lo de Sebastián, le dije que debido a que él ya no estaba, el plan de conquistarlo quedó sin efecto. Realmente no le importó mucho solo quería ver sufrir a Pedro, según sus palabras, el resto vendría solo.
En fin, cuando dejé claro el reporte del mes seguí arreglando las cosas para la salida de mañana.
Suertudo se paseaba sobre la montaña  de ropa que había sobre la cama.

-Bájate, Suertudo, me llenas la ropa de pelos.

Me ignoró como hace cada vez que le llamaba la atención por algo. Estaba mirando como intentaba acomodarse  dentro de la valija cuando suena mi celular...

-¿Hola?...

-Que voz más sensual, me había olvidado como era...

Separé el celular de mi oído y miré la pantalla, era Alejandro, yo y esa puta costumbre de atender sin fijarme  de quien se trataba.

-¿Alejandro?

-Dilo otra vez, me gusta cómo suena mi nombre en tu boca.

-No me jodas ¿Qué quieres?

-Veo que desperté a la fiera... verte es lo quiero.

¡Yo también!
¡No!
Bueno, sí quería pero no debía.

-Mmm no creo que podamos vernos ¿te acuerdas de Pedro?

-Sí, sí me acuerdo.

-Es mi novio y no creo que le guste nada que nos veamos.

Hizo una pausa larguísima, pensé que había cortado, así que volví a mirar la pantalla para ver si la llamada seguía en curso, y sí, seguí ahí.
-¿Alejandro?

-Sí, estoy acá, justo llegó la pizza que encargué y tuve que atender.

-Ah ok, te dejo entonces, así comes tranquilo tu pizza, nos vemos.

-No lo dudes.

Corté, espero que saber que tenía supuestamente un novio haga que se aleje de mí. Mientras tanto yo planeaba como actuar mañana. Porque si algo aprendí saliendo con tantos hombres, es que había llegado el momento... Pedro me iba a pedir para salir formalmente.


Puedo Conquistarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora