Capítulo 2. (Declaraciones)

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Damien.

Aparecí a su lado, ella me miró y sonrió.

- Siempre apareces de la nada – dijo

- ¿Vas a llevar los papeles? – pregunté.

- Si, ¿te vas a inscribir también? – preguntó.

 Realmente no tenía tiempo, y mi padre me mataría.

- Si. – respondí

Ambos llenamos los papeles y entramos a medicina, que irónico yo la muerte entrando a medicina. Negué con la cabeza.

Estábamos en el campus de la Universidad, ella se sentó en el pasto. yo me apoyé en el árbol.

- ¿Qué eres? – preguntó de repente.

No supe que responder.

- Mis padres son Dioses. ¿Eres uno igual? – preguntó – sé que no eres humano, puedo sentirlo... ¿qué eres? – volvió a preguntar.

Esta vez, se levantó y se puso frente a mí, me miraba fijamente, yo no apartaba la vista de sus ojos.

- Soy diferente – dije.

Ella estaba tan cerca de mí, bajé la vista a sus labios, ella seguía mirándome, levanté la mirada y la volví a fijar en ella.

Ella suspiró.

- No me lo dirás – afirmó – me convertiré en una semidiosa. - Dijo

- No lo hagas – le pedí.

- ¿Por qué? – preguntó.

- No podré estar cerca de ti si lo haces – dije.

- ¿Por qué? – volvió a preguntar.

- No puedo decirte, solo no lo hagas. – Le pedí

- Hmm... lo pensaré – dijo.

Alguien necesitaba que fuera por su alma, cerré los ojos y le dije a uno de mis compañeros que se encargara. Quería estar un rato más con ella.

- Sé que te molesta que no te diga nada acerca de mí, pero por ahora no puedo decirlo, solo te pido que no lo hagas, no podría estar sin verte – le dije.

Un brillo apareció en sus ojos cafés, era tan hermosa. Había crecido sana y realmente estaba bella.

- Eres muy hermosa – dije sin pensar.

Ella me miró y sonrió. 








Isabella.

- Eres muy hermosa – me dijo.

Una corriente pasó por todo mi cuerpo, mi pulso se aceleró y algo quería gritar de la alegría.

- Lo miré y le sonreí. Realmente no quería estar sin verlo, pero tampoco quería ser diferente a mi familia.

Tomé su rostro con mi mano y lo pasé por su mejilla suavemente, él cerró los ojos ante mi toque, ¿quién era este chico? ¿por qué siempre se veía triste? a pesar de ver su aura oscura a su alrededor sabía que no me haría daño, quiero cuidarte Damien...

De repente el entrecerró los ojos y suspiró.

- Me tengo que ir – me dijo

Rival Inmortal. (Duología Inmortal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora