Azrael.
La verdad su presencia me había sorprendido mucho, se veía tan malditamente hermosa, en todo este tiempo solo se había puesto mas bella. Damien no estaba acá, así que no creo que viniera por él.
-Azrael - me dijo, su condenada boca, mi maldito nombre, me acerqué a ella no podía controlarme la deseaba tanto, pero ella dio un paso hacia atrás y me detuve. De repente la realidad me golpeó, dándome cuenta de toda la mierda que yo le había hecho, ¿cómo iba a pretender que ella solo cediera ante mi?
- Aladiah - le dije en modo de saludo.
Ella se mordió el labio, realmente no lo estaba haciendo fácil. Apreté mis puños, quería solamente besarla, comerla a besos, desnudarle y tenerla de nuevo para mi, mi bello ángel.
- ¿Podemos hablar acerca de Damien? - me preguntó.
Fruncí el ceño, ¿qué había pasado? asentí y le hice una seña con la mano hacia mi casa, ella caminó y me pasó por el lado, cerré los ojos inhalando su aroma, cuando pasó y caminó delante de mi, no pude evitar admirar su belleza, una sonrisa apareció en mi rostro. Te tengo en mi hogar, antes de entrar le dije a uno de mis guardianes que nadie me fuera a molestar, que no quería a nadie dentro de la casa. Ella fue mirando los cuadros de mis antepasados y cuando vio el de mi padre, arrugó el rostro y siguió caminando, ella conocía mi casa, aún lo recordaba. Se detuvo en el gran salón y se giró, posó sus ojos en mi boca, luego me miró a los ojos.
- ¿Has pensado en ayudar a Damien? - me preguntó.
- Lo he hecho, pero no se que hacer para que en el proceso no salgan lastimados Caleb e Isabella - dije.
Un brillo pasó por sus ojos.
- ¿Y eso que pensaste en ellos dos? Digo pensé que te tenían sin cuidado - dijo ella en tono sarcástico.
Suspiré.
- Sabes que no soy así Aladiah, tu realmente me conociste. Además se que le importan a Damien, por ellos es que él está luchando, pero no se como romper esa conexión - dije sincero.
Le hice una seña para que se sentara, ella lo hizo.
- ¿Deseas algo? - le pregunté.
Ella negó con la cabeza, me serví una copa de vino y me senté frente a ella.
- Debemos pensar en algo, se debe hacer algo, no podemos solo entregarlo a una vida de soledad y tristeza, y si algo le sucede a Caleb en esa guerra... y si mi hijo muere - dijo ella en tono bajo.
Tomé una de sus manos sin darme cuenta.
- Nada malo le va a pasar, lo prometo - dije.
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Rival Inmortal. (Duología Inmortal)
Roman d'amourUna niña que fue adoptada por dos dioses, su vida transcurrió tranquila al lado de Caleb M'clow, pero al pasar los años la decisión se acerca o eso pensaban hasta que llegó la muerte, es tiempo de que recupere lo que le pertenece. Un semidiós y la...