Rival Inmortal. (Duología Inmortal)

Capítulo 42. (Ahora será inmortal)

Damien.

Isabella me había traído al mundo de mi madre, sentí unos brazos rodearme por detrás, era mamá, me ardían los ojos. Esperé por un momento pero no la veía a ella. Me levanté.

- ¿Damien? - escuché la voz de mamá.

- ¿Dónde está? - pregunté.

-¿Quien? - preguntó Isabella.

- ¿Dónde está Vasariah? - pregunté mientras miraba a mi alrededor.

- En el mundo de tu padre - respondió ella.

Yo no debía estar acá, yo debía estar con ella. Desaparecí de ahí.

Isis.

Entré al  mundo del padre de Damien con el cuerpo o las partes del cuerpo de la pequeña Vasariah, apenas crucé la barrera del mundo de Azrael, él apareció ante mis ojos, tenia una mirada enojada, pero cambió inmediatamente cuando me vio con lagrimas y con los pedazos del cuerpo de Vasariah.

- ¿Damien? ¿Dónde está?  - me preguntó.

- Está con Isabella - dije.

Daniel apareció con Caleb. Azrael tomó el cuerpo de Vasariah que estaba cubierto con una manta, aun traía uno de sus brazos y su cabeza, era muy desgarrador ver su cabeza pálida y llena de sangre que estaba empezando a secarse, hice aparecer otra manta y los cubrí.

Damien apareció y miró a todos los lados desesperado. Se acercó a su padre y lo miró.

- ¿No hay nada que puedas hacer? - le preguntó casi como una suplica, me limpié una lagrima que estaba cayendo por mi rostro.

- Esta muerta Damien - le contestó su padre con pena.

Me quedé mirando esa estampa, y entendí los sentimientos de ambos. Damien cayó al suelo y le dio un fuerte golpe al suelo, sus nudillos se llenaron de sangre.

- ¡Damien! - dos voces sonaron regañando a Damien.

Una era de Azrael... pero la otra, me giré y vi a una mujer verdaderamente hermosa con alas blancas extendidas, vestía completamente de blanco, su cabello era del mismo color que el mio y a su lado venia Isabella. Volví a mirar a Damien y su padre. El rostro del padre de Damien se iluminó en cuestión de segundos, la miraba con deseo, ¿con cariño? , volví a mirar a la mujer, su mirada estaba en Damien, era una mirada triste, levantó su mirada y la fijó por un momento en el padre de Damien y juro que ahí hubo fuego.

- ¿Qué haces acá? - preguntó Azrael con tono fuerte.

La mujer pasó por nuestro lado y se agachó para estar al lado de su hijo, pasó una mano por su espalda.