Damien.
Me pesaban los ojos, traté de abrirlos y enfocarme. Sentí un peso en mi brazo, fijé mi vista en ese lado para observar que era lo que ocasionaba el peso, vi unos labios rojos entreabiertos, cabello castaño claro caía por el rostro y hombros de Vasariah, con mi otra mano retiré los mechones de cabello de su rostro, veía como su respiración era tranquila, sus ojos estaban cerrados, tenia unas pestañas lindas y una nariz pequeña.
- Es linda - escuché la voz de mamá.
Retiré mi mano del rostro de Vasariah y la miré cansado.
- Tienes que dejar de hacer esto - le dije - tenia cosas por hacer, no puedes solo dormirme así como así - terminé de decirlo.
Mamá estaba sentada a una esquina de la cama observándome, me regaló una sonrisa tan linda y brillante que hizo que una de mis comisuras se levantara en una media sonrisa, ella es muy guapa.
- Entonces, no te olvides de descansar. El cuerpo y la mente te lo agradecerán- me dijo.
Negué con la cabeza.
- Eres un caso perdido - dije en voz baja.
- Igual que tu, hijo - dijo ella restandole importancia.
Otra vez quería sonreír ante su respuesta. Miré de nuevo a Vasariah y traté de quitar mi brazo que se encontraba debajo de su cabeza, la seguiría dejando durmiendo pero yo tengo cosas por hacer. Retiré mi brazo con cuidado, cuando lo quité por completo Vasariah frunció el ceño pero seguía dormida. Su gesto me había causado ternura, apreté mi nariz para no dar ninguna expresión.
-Me gusta - dijo mamá.
- ¿Qué te gusta? - pregunté mientras me sentaba en la cama.
- Ella, te cuida. Está enamorada de ti - dijo mamá.
La miré como si estuviera loca.
- No todo es color de rosa como crees - dije - no puedes suponer que está enamorada de mi solo porque se preocupa por mi. Yo también me preocupo por ella y eso no significa que la ame, sabes bien a quien le pertenezco - dije.
Mamá hizo una mueca y miró a Vasariah con pena, yo también lo hice pensando en que estaba despierta, pero ella seguía dormida, mamá volvió a fijar la vista en mi pero esta vez se veía molesta.
- Tu no le perteneces a nadie Damien, le perteneces a quien tu decidas. No deberías atarte a una persona sin darte cuenta de las cosas, no quiero ver como sufres y estas solo por mantener una idea de que Isabella te pertenece y tu a ella - me dijo.
¿Qué le pasaba? ¿ahora por que me daba sermones? luego respiró.
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Rival Inmortal. (Duología Inmortal)
RomanceUna niña que fue adoptada por dos dioses, su vida transcurrió tranquila al lado de Caleb M'clow, pero al pasar los años la decisión se acerca o eso pensaban hasta que llegó la muerte, es tiempo de que recupere lo que le pertenece. Un semidiós y la...