Capítulo 44. (Hora de actuar)

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Isabella.

- Mas fuerte - me decía Caleb.


Le golpeé mas fuerte, él sonrió.


Nos habíamos levantado temprano, aunque estuviera en un mundo de Dioses tenia el horario de un humano, ya me había acostumbrado. Estábamos practicando desde hace horas, quería que él me enseñara, no quería ser distracción para nadie y quería acabar con Cristina. Ya era algo personal. 


Nos tiramos en el pasto, mirando hacia el "cielo" de este mundo, mi cabeza estaba en el brazo de Caleb, él sobaba con el indice de su dedo mi brazo.


- Cada vez vas mejorando - me dijo.

- Presenciar sus combates me abrieron los ojos, en el campo de combate no hay amor, solo fuerza y poder - dije recordando a todos mis amigos y familiares combatir.

- Así es, verás pequeña, nosotros en una guerra debemos confiar los unos en los otros y por eso necesitamos practicar con todo, porque no nos podemos engañar creyendo que Xavier o alguno de secuaces serán fáciles de derrotar, eso no quita que fuera del campo de combate volvamos a ser los mismos amigos o parejas- me dijo, se giró un poco y quedó frente a mi, con su mano libre quitó un mechón de cabello que se había escapado de mi coleta, su mirada era tierna y sincera, me sentía completa a su lado.


- Eres tan preciosa, mala conductora pero aun así hermosa - dijo y esbozó una sonrisa. 


Fruncí mi ceño.


- Que manera de elogiar a una persona - le dije.


Él se encogió de hombros,


- Te amo, pero eso no quita la realidad de tu pésima manera de conducir - dijo.


Le pegué en el brazo suavemente y sonreí. 


- ¿Por qué? - le pregunté posando mi mano en su mejilla. Él cerró los ojos por el contacto.

- ¿Por qué? - preguntó él.

- ¿Por qué yo, Caleb? - le pregunté. 


Él abrió sus ojos y brillo pasó por ellos.


- Porque tenías que ser tú, llegaste a mi vida en el momento que estaba perdido, destrozado, fuiste el pequeño ángel que no me dejó caer, realmente te estoy agradecido por eso, no se que hubiera pasado conmigo si tu no hubieras llegado en ese preciso momento, todo se dio en el momento exacto, Malenka realmente se que hizo mal pero gracias a ella estas acá - sonrió - recuerdo la primera vez que nos miramos, estabas hay sentada en un taburete de la cocina, dependiendo tanto de Dan, comiendo tu desayuno tranquila, te observaba, ahí estabas tú dándole un rayo de esperanza a todos, posaste tus ojos en mí cuando Dan me preguntó si contaba conmigo, y en ese preciso momento caí rendido a tus pies, me retaste, era fija e intensa tu mirada, y fue el día en caí ante ti. Supe que te iba a cuidar, que serias mi todo, que daría la vida por ti, solo esperaba y rogaba a los Dioses que tú pudieras sentir lo mismo por mi - dijo él. 

Rival Inmortal. (Duología Inmortal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora