Se quedó callada unos segundos mirando a la joven de cabello rubio, todavía incapaz de formular palabra. Connie había visto todo, ¿ahora que haría?
—¿Puedo pasar nana? Digo creo que tengo derecho a una explicación.
—Si… pasa. —dijo bajando la mirada. Connie ingresó a la habitación y se sentó en la cama, ella la siguió sentándose a su lado luego de cerrar la puerta. —Constanza, lo que viste… bueno yo… —realmente no sabía ni por donde empezar a explicar todo aquello.
—Yo no soy quien para juzgar nada nana pero al menos te pido la verdad. ¿Desde cuando está sucediendo esto? ¿Qué sienten el uno por el otro?
—Te voy a contar como sucedieron las cosas para que entiendas el por qué de lo que viste, no quiero que pienses mal de tú papá o de mi. —bajó la vista.
—Te escucho nanita.
—Conocí a tú padre cuando los dos éramos aun muy jóvenes, incluso antes de que conociera a tú mamá. Nos enamoramos, fue amor a primera vista prácticamente y tuvimos una relación muy bonita, llena de amor, pero duró muy poco. —su voz se tornó nostálgica.
Connie percibió el tono de voz triste que adquirió de repente su nana. Escuchaba con atención el relato, estaba sorprendida, siempre pensó que ellos se habían conocido luego de que su papá se casara con su madre.
—¿Por qué se separaron?
—Porque hubieron muchos malos entendidos, el destino nos jugó una mala pasada y fue cruel con nosotros. —Inés prefirió no contarle lo del abuso de Loreto, aun no se sentía lista para contar ciertas cosas, además no quería que aquello llegara a oídos de Emiliano.
—¿Y luego que pasó?
—Estuvimos mucho tiempo alejados, tú papá se casó y bueno yo estaba con el padre de Emiliano, hasta que un día por cosas de la vida yo regresé a esta casa, necesitaba un lugar donde quedarme y trabajo para mantener a mi niño, tú papá me ayudó al igual que tú madre quien me acogió con los brazos abiertos y me tuvo la confianza para que yo cuidara de ustedes.
—Y mi papá y tú…
—No, entre Victoriano y yo nunca pasó nada mientras tú mamá estaba viva, yo respetaba mucho a Diana María y el matrimonio que tenía con él, no pienses que la traicionamos o algo por el estilo porque no fue así. De hecho por mucho tiempo estuvimos distantes aun viviendo bajo el mismo techo, por culpa de malos entendidos a penas y nos hablábamos, éramos solo patrón y empleada.
—¿Entonces cuando mamá murió ustedes volvieron?
—En realidad no, yo por mucho tiempo respeté la memoria de Diana María y me dediqué a cuidar de ustedes y en cierta parte de Victoriano también, pero sin llegar a nada mas. Pero no voy a negarte que siempre lo quise Connie. Tu padre ha sido siempre el amor de mi vida.
Constanza sonrió al ver la cara enamorada de su nana.
—¿Y entonces cuando fue que empezó lo que vi? —preguntó un poco apenada.
—Es reciente mi niña. Cuando tu padre se casó con Deborah yo sufrí mucho porque a pesar de todo yo seguía queriéndolo y me dolió que metiera a esa mujer a esta casa y por mucho tiempo desde que se casaron yo me mantuve al margen. Pero de un tiempo para acá, semanas talvez, nos empezamos acercar, comenzamos a hablar del pasado y muchos malos entendidos se aclararon.
—¿Se dieron cuenta entonces que seguían queriéndose? ¿Por qué mi papá también te ama, cierto?
—Sí, los dos nos amamos Connie. Te juro que intentamos evitar que esto sucediera pero luego de aclarar los malos entendidos nos dimos cuenta que seguíamos queriéndonos e inevitablemente quisimos estar juntos.
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TAN LEJOS Y TAN CERCA... SIEMPRE
أدب الهواةVictoriano Santos e Inés Huerta se aman a pesar del tiempo que han vivido sin poder estar juntos. Se separaron hace años por culpa de la maldad de Loreto Guzmán, pero aun así se siguen amando como el primer día. Hoy les toca luchar por ese amor en c...