Inés se acercó a Victoriano rápidamente y se sentó sobre su cuerpo hundiendo su cabeza en el ancho pecho masculino. Se abrazó a él como si de eso dependiera su vida.
—Tranquilo mi amor, vamos a solucionar esto, tú no puedes ir a la cárcel. Tú eres inocente Victoriano.
—Tú sabes que aun sin querer yo pude haber apretado el gatillo de esa arma… yo puedo ser el asesino también Inés.
—No, claro que no. Tú no eres un asesino, estaban forcejeando, el arma se disparó pero el único culpable en todo caso fue Loreto, fue él quien sacó el arma inicialmente y quien amenazó a Vicente con ella.
—Pero si yo disparé eso me hace igual de culpable.
Inés se puso de pie y caminó nerviosa por todo el despacho.
—Mi amor, Loreto ya pagó por ese crimen, él es el asesino, quería matar a Vicente, tú trataste de evitar que pasara. No insistas en que eres culpable porque no lo eres y vamos a hacer lo que sea para evitar que te condenen por algo que tú no hiciste. No van a poder demostrar nada.
Victoriano de igual manera se puso en pie y se acercó a ella.
—No quiero que me alejen de ti… me moriría. —dijo con voz entrecortada.
Victoriano Santos derramó unas cuantas lagrimas, como pocas veces solía hacerlo. Siempre se había caracterizado por ser un hombre fuerte, un macho rudo y hasta un poco tosco pero en el fondo era un hombre sensible con muchos sentimientos. Un humano al fin. Y tenía miedo de que la maldad que los rodeaba pudiera separarlo de su morenita y de sus hijos.
La sola idea de estar lejos de Inés lo aterraba.
Ella lo abrazó y lloró junto a él. Se amaban… en la buenas y en las malas.
—Eso no va a pasar. ¿Cuándo se ha dejado vencer Victoriano Santos? Jamás mi amor. Vamos a demostrarle a todos lo que nos quieren hacer daño que no les tenemos miedo.
Victoriano se secó las lagrimas, no le gustaba llorar, no acostumbraba a hacerlo, pero unas cuantas lagrimas no le caen mal a nadie, sirven para liberar el alma y empezar la lucha con mas fuerza.
Tomó el rostro de Inés entre sus manos y limpió de igual forma las lagrimas que caían y la miró a los ojos.
—Tienes razón mi vida, no nos vamos a dejar vencer, esto es otro problema que vamos a solucionar, me voy a poner en contacto con mi abogado de inmediato e iré preparado para enfrentar a Doña Bernarda.
Se abrazaron con fuerza transmitiéndose apoyo el uno al otro.
—Victoriano y en cuanto a la hacienda, ¿qué haremos si no logras presentar el documento de derecho de cesión?
—No lo sé, pero no vamos a permitir que nos saquen de aquí, esta es nuestra casa. Si tan solo yo supiera donde está ese documento.
—Es que no entiendo como es que no lo tienes.
—Vicente preparó ese documento antes de su muerte pero se lo dio a Diana María y ésta lo guardó, siempre decía que lo tenía guardado muy cerca de ella, pero nunca supe donde estaba y luego se le complicó el embarazo y murió al nacer Constanza y ya no tuve tiempo de preguntarle por el.
—Tiene que estar en algún lugar de esta casa, Diana María apenas salía.
—Lo he buscado por todas partes y nada.
—¿Y sin ese documento Doña Bernarda podría quitarte la hacienda?
—Lamentablemente si no demuestro que Vicente me cedió la hacienda pues sí podría obligarnos a desalojar.
ESTÁS LEYENDO
TAN LEJOS Y TAN CERCA... SIEMPRE
FanfictionVictoriano Santos e Inés Huerta se aman a pesar del tiempo que han vivido sin poder estar juntos. Se separaron hace años por culpa de la maldad de Loreto Guzmán, pero aun así se siguen amando como el primer día. Hoy les toca luchar por ese amor en c...