Capítulo 23

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Angustiado Victoriano cargó a Inés en brazos y se dirigió con ella al interior de la casa. Casandra y la pequeña Sabi lo seguían.

—¿Tía qué le pasó a mi abuelita? —comenzaba a llorar a causa de lo que había visto anteriormente en la caja y ahora al ver a su abuela desmayada.

—No llores pequeña, tu abuela no se siente bien pero va a estar mejor, tú tranquila.

—Casandra llama al medico. Dile que es urgente.

—Sí papá. —se dispuso a hacer la llamada mientras veia como su padre subía las escaleras con su nana inconsciente en los brazos.

Victoriano la recostó en la cama de la habitación de ambos y acarició su cabeza preocupado.

—¿Abuelo ella va a despertar? —preguntó Sabi quien los había seguido y ahora estaba llorando al pie de la cama?

—Si chiquita, va a despertar.

—Papá el médico ya viene para acá. Traje alcohol. —le entregaba un frasco.

—Inés mi amor despierta. —le pasaba un algodón con alcohol por la nariz. —¿Casandra, qué fue lo que pasó, aquello lo envió Loreto verdad?

—Sí papá, mira esta nota, mi nana la leyó antes de desmayarse.

Victoriano tomó la nota y la leyó en silencio procesando cada palabra.

—Maldito Loreto… —murmuró furioso.

Inés comenzó a despertar y se removió inquieta en la cama al mismo tiempo que varias lagrimas caían de sus ojos.

—Casandra llévate a la niña, necesito hablar con Inés. Cuando el doctor llegue por favor que suba.

—Sí pa, ven pequeña, dejemos a los abuelos solos un rato. —la tomaba de la mano.

—Abuelita recupérate pronto, te quiero. —le dio un beso en la mejilla y después salió con su tía.

—Victoriano… —murmuró todavía con los ojos cerrados pero desbordados de lagrimas. —Tengo miedo.

—Tranquila mi amor, yo estoy aquí contigo. —acariciaba su cabeza, ella abrió los ojos y lo miró.

—Loreto estuvo aquí, está cerca, ¿sino como dejó esa caja con esos pájaros? —sintió que el estomago se le revolvía al pensar en eso nuevamente.

—Voy mandar a inspeccionar mejor los alrededores y pondré mas vigilancia, ese desgraciado no va a poder entrar aquí. Quédate tranquila si. Mande a llamar al medico para que te revise, seguro te desmayaste por la impresión pero es bueno que él te vea.

—Loreto puso en la nota que pronto nos veríamos… quiere llevarme… quiere matarlos a ustedes. —lloraba sin poder contenerse, estaba aterrada, temía por la vida de su familia, por la de los bebés y hasta por la suya propia.

—Eso no va a pasar morenita, ya cálmate por favor, te hace daño ponerte así.

—Abrázame Victoriano… por favor abrázame, tengo mucho miedo.

Victoriano la acurrucó en sus brazos abrazándola con fuerza y besando su cabeza repetidas veces. Juró que si encontraba a Loreto lo mataría con sus propias manos por causarle esa angustia tan grande a su morenita y por todo el daño que había hecho.

—Escúchame bien mi amor… yo no voy a permitir que nada malo te pase, confía en mi, por ti daría hasta mi vida, y lo sabes.

—Tampoco quiero que Loreto te haga daño a ti, ni a nadie, sólo quiero que vivamos en paz.

TAN LEJOS Y TAN CERCA... SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora