Capítulo 3

5.2K 214 6
                                    


El beso continuaba… ambos se dejaron llevar por un momento y se besaron entrelazando sus lenguas y olvidándose de todo. Inés no podía creer que Victoriano la estuviese besando, ella había soñado con ese beso por muchos años. Llevaba toda una vida amando a Victoriano en silencio, callando lo que su corazón le gritaba pero ahora que lo tenía ahí tan cerca y besándolo con aquella pasión de antes, no sabía si estaba haciendo bien en permitir que eso sucediera porque él la odiaba, o al menos eso era lo que había demostrado durante tantos años y no es que siempre la tratara mal, pues tenia sus momentos en los que intentaba ser amable con ella pero aun así siempre terminaba recordándole lo mala mujer que había sido cuando según él ella lo traicionó en el pasado, por eso ahora Inés se preguntaba, que era lo que Victoriano pretendía con aquel beso…

Casi obligada Inés detuvo el beso de golpe y se puso de pie alejándose de él.

—¿Que te sucede? ¿Por qué hiciste eso?

—Inés yo no sé que me pasó… es que…

—No sabes ni lo que quieres Victoriano, me cuesta trabajo entenderte, hoy me trataste muy mal, hablaste de la peor manera de mi hijo y ahora vienes y me pides disculpas y me besas, y resulta que no sabes ni porque lo hiciste. Ya basta de jugar conmigo. Claro todo esto es parte de tu venganza hacia mi verdad, te gusta humillarme, burlarte de mi y todo porque crees que yo te traicioné hace años.

—No Inés, no es que yo crea eso, es que esa es la verdad, tu jugaste conmigo primero… no veo porque ahora me reclamas.

—Te reclamo porque no es justo que juegues conmigo, con mis sentimientos, no vuelvas a besarme Victoriano, no lo hagas mas.

—Y dime una cosa Inés… ¿es justo que tú hayas jugado conmigo hace años, que te hayas burlado de mi?

—Las cosas no son siempre lo que parecen Victoriano... si supieras como fueron las cosas en realidad.

—No entiendo...

—Es mejor dejar las cosas en el olvido… ya no tiene caso hablar del pasado.

—Pero…

—Pero nada, ya no quiero seguir hablando y no vuelvas a besarme Victoriano, tú tienes una esposa y una vida en la cual yo ya no pertenezco y no quiero que esto vuelva a ocurrir, por favor.

—Perdóname, tienes razón, no volverá a pasar, te lo aseguro.

Inés bajó la vista y se alejó de aun mas de él.

—Buenas noches Don Victoriano.

—Buenas noches... mi morenita. —esto lo dijo en un susurro, ella no lo escuchó porque ya se había retirado.


*Rato Después*
*Habitación de Inés*

Ya estaba en su cama, en pijama, cepillándose el cabello y preparándose para dormir, no podía dejar de pensar en Victoriano y en ese beso que habían compartido hace rato, no entendía porque él la había besado, que pretendía con eso, jugar con ella claramente, porque él tenía una esposa… su mujer, al pensar en eso, sintió una punzada de celos en el estomago, en este momento debía estar en su habitación tocándola a ella, haciéndole el amor, compartiendo una cama como cada noche…

Inés pensaba en voz alta.

—Ya, ya Inés, deja los celos, ya deberías estar acostumbrada a la presencia de esa mujer en esta casa y al hecho de que Victoriano esté con ella… pero es que no puedo dejar de pensar en él, no después del beso que nos dimos y por lo mismo me muero de celos de pensarlo en brazos de esa mujer.

TAN LEJOS Y TAN CERCA... SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora