Capítulo 19

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Mientras Inés lloraba con el cuerpo ensangrentado de Alejandro entre sus brazos Victoriano había forzado a Loreto a soltar el arma y lo arrinconaba en una esquina.

—Mira lo que hiciste infeliz, casi le disparas a Inés, heriste a tu propio ahijado. Pero esto no se va a quedar así, vas a ir a la cárcel y tarde o temprano te sacaré la verdad acerca del paradero de mi hijo así tenga que hacerlo por las malas.

Lo golpeó con fuerza casi rompiéndole la nariz y aprovechó que cayó al piso sangrando para acercarse a Inés y a Alejandro y llamar rápidamente a emergencias. Solicitó una ambulancia y por supuesto a la policía. Loreto debía ir preso por lo que había hecho.

—Tranquila Inés, ya viene la ambulancia, no llores, cálmate. No lo muevas… —vio como Alejandro apenas respiraba, lo revisó y tenía pulso todavía pero estaba muy débil.

—No quiero que le pase nada por mi culpa, por salvarme. —lo abrazó mas fuerte sin poder evitarlo, le dolía verlo así, sentía una opresión en el pecho que no entendía. —Alejandro resiste. —le acariciaba el rostro tiernamente sin dejar de sollozar.

Victoriano observó la escena y sintió algo muy extraño, no supo si fue por ver a su morenita tan angustiada o por el hecho de ver como aquel muchacho estaba al borde de la muerte, pero le dolió, una opresión bastante extraña se hizo presente en su pecho. No sabía porqué pero de repente se vio muy preocupado por Alejandro, a pesar de las diferencias no quería que algo le pasara.

—Morenita no te angusties, el va estar bien. —le acarició el cabello a Inés y luego como por instinto llevó su mano a la cabeza del joven y la posó allí con preocupación viendo como sus ojos permanecían cerrados y su respiración cada vez se debilitaba mas.

Escuchó como Loreto intentaba pararse detrás de él y rápidamente se aproximó para evitar que se le cruzara siquiera la idea de escaparse.

—Tú no vas a ninguna parte. —lo acorralaba. —Vamos a esperar a la policía y vas a pagar por esto que acabas de hacer.

—Ay por favor, ¿no me digas que te importa lo que le pase a mi ahijado?

—Pues fíjate que no le deseo mal, a diferencia tuya, que eres su propio padrino y le disparaste.

—Esa bala no era para él, tampoco para Inés… era para ti desgraciado. —intentó golpearlo pero Victoriano lo agarró por las solapas de la camisa y lo empujó contra la pared.

—Ya basta infeliz… ya no vas a seguir haciendo mas daño, se acabó. —le espetó furioso y con unas ganas tremendas de matarlo.

...
Tan sólo minutos después la ambulancia y la policía llegaban.

—Morenita, si quieres ve en la ambulancia con Alejandro, yo me voy asegurar de que se lleven a Loreto a la cárcel, supongo que tendré que declarar. —le tomaba las manos, Inés todavía lloraba, los paramédicos ya preparaban a Alejandro para llevárselo.

—Está bien mi amor, iré con él, por favor llama a Diana, ella tiene que saberlo.

—De acuerdo, lo haré, tú tranquila, trata de mantener la calma, tan pronto yo solucione esto te alcanzo en el hospital.

Se despidieron con un abrazo e Inés partió con Alejandro hacia el hospital mientras Victoriano veia como la policía arrestaba a Loreto.

—Aunque me lleven preso, no te vas a librar de mi. Nunca lograrán deshacerse de mi completamente. No los voy a dejar ser felices.

—Eso lo veremos desgraciado…

Victoriano se aseguró que se llevaran a Loreto y se dirigió tras ellos a la estación de policía para rendir su declaración.



TAN LEJOS Y TAN CERCA... SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora