MATTEO
Abro los ojos y me doy cuenta que es la peor decisión que pude haber tomando, la cabeza me late intermitentemente y tengo un sabor amargo en la boca, nunca había tomado esa cantidad o más bien mezclado tantas cosas. Me levanto un poco y todo comienza a dar vueltas. - ¡Mierda! – grito y salgo corriendo al baño, vomito una vez, respiro profundamente y me levanto, hago dos pasos para enjuagarme la boca y se me revuelve el estómago. – Ahí vamos devuelta. – me digo a mi mismo y corro al inodoro para vomitar nuevamente. Es más de lo que merezco por haber mezclado tragos, era obvio que esto iba a pasar.
Sin energías vuelvo a mi cama casi a rastras y me siento porque no soporto tener el cuerpo acostado, volveré a vomitar si lo hago y no quiero que eso pase devuelta. Me tapo hasta la cintura y cierro los ojos para descansar, el latido ahora es un dolor agudo en la parte delantera de mi cabeza.
- Matteo ¿Qué pasa que no bajas a desayunar? – Entra mi madre a mi cuarto y su tono chillón ya me pone de mal humor
- Me siento un poco mal. – digo y respiro profundo. – Ya se me va a pasar
- Tenés un olor a alcohol que se siente hasta acá. – dice enojada y se acerca hasta mi ropa para olerla. – Huele a cigarrillos, alcohol y perfume de mujer ¿Qué estuviste haciendo? – frunce el ceño y me mira, quiere una buena explicación
- Tuve una fiesta en la casa de un compañero, huelo a cigarrillos porque algunos estuvieron fumando, yo no, huelo a alcohol porque tomé con mis amigos y huelo a mujer porque fui con mi novia. – Revoleo los ojos y coloco mis manos en mi cabeza. – Me va a explotar el cerebro
- ¿Fue Ámbar? – pregunta y se sienta a mi lado, me acomodo un poco. – Podrías haberla invitado a cenar antes de ir
- Mamá. – digo largando todo el aire de mis pulmones, estoy de pésimo humor. – Ámbar, no es mi novia
- ¿En qué momento dejó de serlo? – pregunta como si fuese imposible de entender. – Yo creí que te gustaba mucho que era de esas cosas fijas
- Hace bastante dejé de sentir cosas por ella. – No quiero contarle todo porque no le interesa. – Mi novia se llama Luna Valente. – digo cortante. - ¿Me podes traer un antiácido?
- ¿Y dónde la conociste? – pregunta mientras va al baño en busca de lo pedido
Realmente no quiero que empiece éste interrogatorio, Luna es importante para mí pero ella nunca lo va a entender, cuando sepa de que trabajan sus padres se va a bloquear y va a comenzar con ese discursito barato de: Tenés que salir con gente de tu nivel Matteo, gente como Ámbar Smith.
Vuelve con la pastilla en la palma de la mano y un vaso de agua fría, sin hablar lo trago y tomo bastante agua por un tiempo largo, para retrasar el resto de la conversación todo lo necesario. Termino el vaso y no hay más escapatoria.
- Bueno, contame. – dice colocando el vaso en la mesa de luz
- Conocí a Luna en Cancún es mexicana pero vive aquí en Argentina, sus padres son los empleados de la madrina de Ámbar. – me callo y espero a que explote
- ¿Cómo empleados? – pregunta abriendo los ojos. – No entiendo a que te referís
- La palabra empleados como la usa todo el mundo, su papá es el jefe del personal y su mamá la chef de la señora Sharon Benson
- No. – dice cortante y paro en seco. – Esto es inconcebible Matteo Balsano, no lo permito
- ¿No permitís qué? – río falsamente. – Tengo casi dieciocho años mamá, salgo con quien quiero
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1. La legalidad de Matteo Balsano (#Lutteo)
FanfictionLuna y Matteo se reencuentran luego de estar todo el verano separados ¿Es posible estar juntos con todos los cambios que nuestro protagonista está por atravesar? Dieciocho años se cumplen para darle lugar a la famosa legalidad: Fiestas, alcoho...