CAPÍTULO II

8.3K 477 209
                                        


MATTEO

Me costó demasiado dejarla ir sabiendo cuanto me despreciaba en ese momento. Lo había arruinado y era mi culpa al cien por ciento. - ¿Tanto te costaba avisar que llegabas Balsano? – La voz de Gastón me saca de mis pensamientos y nos fundimos nuevamente en un abrazo.

- No hubiese sido una sorpresa me parece ¿No? – digo riendo y lo golpeo en el hombro

- Menos mal que volviste ya te andaba necesitando – Sonríe y agarra su mochila – Pasaron bastantes cosas desde que te fuiste

- Sí, me di cuenta – Agacho la mirada, se lo que va a decir

- No pongas esa cara, no necesitas decirme nada, cuando estés preparado hablamos del tema – Me da una palmada en el hombro – Ahora vamos a tomar algo al bar yo invito.

Me cuelgo los patines al hombro y salimos a la par como si esto nunca hubiese dejado de pasar, Gastón me hizo sentir aun más querido que nunca. Sé que aunque me vaya al fin del mundo cuando vuelva él me va a estar esperando para apoyarme y escucharme. Eso lo volvía una de las personas más valorables que conocí en todos estos años de mudanzas y países diferentes.

Todo en el Roller estaba cambiado, habían pintado de diferentes colores las paredes estaban más frescas o al menos así las sentía, cambiaron algunos carteles y los nuevos tenían mensajes positivos, frases sobre patín y otros letras de canciones de la Roller Band, pero la esencia era la misma. Nico y Pedro atendían a todos con una sonrisa, Nina leía algún libro en la barra a la vista de todos, el escenario lucia la batería y los instrumentos de la banda y las pantallas pasaban videos de patinadores. Respire profundo y después de tres meses me sentía en casa, ese mal sabor en la boca que me hacía sentir extraño había desaparecido en el momento que entre aquí. De a poco podía sentir como todo se volvía a acomodar.

- ¿Qué van a querer? – pregunta uno de los chicos y encargamos dos licuados. – Ya se los traigo. – Nos guiña un ojo y se va volando

- ¿Qué pasa que miras todo? Parece como si fuera la primera vez que venís.

- Es que así me siento, está todo muy diferente. – Revoleo los ojos y señalo los carteles y las paredes. – Se ve la diferencia

- Por favor, estoy hablando con el rey de la pista Matteo Balsano. – Comienza a reír cuando pongo los ojos en blanco

- No vuelvas a repetir eso, nunca. – Hago una pausa. – De verdad, eso ya no existe, es pasado y quiero que ahí se quede, me da vergüenza recordarlo. – Llegan las bebidas y me acomodo un poco mejor

- ¿Por qué? – pregunta jugando con el sorbete.- Siempre estuviste orgulloso de serlo y no parabas de repetirlo

- Era un pendejo Gastón, no puedo creer que llegara a tener ese nivel de ego, yo no soy así, nunca lo fui y solo una persona lo vio desde el primer día. – Cierro los ojos con fuerza, no quiero ni pensar en ella

- Luna. – La palabra se escapa de su boca tan rápido que me gustaría poder guardarla. – No es necesario que hablemos de ese tema sino querés hermano

Lo miro por unos segundos y no sé qué decirle, porque ni yo tuve tiempo para poder pensar en todo lo que ocurrió hace menos de diez minutos.

- Me comporte como un cobarde, eso es lo que pasó y ahora estoy pagando el precio de mis acciones.

En casa todo estaba en silencio, mis padres no habían llegado del trabajo aún, así que para cenar faltaba mucho tiempo, no quería estar solo en mi cuarto con mi cerebro, tenía miedo de que podía llegar a formular y era claro que todo iba a terminar en el mismo tema y no puedo, hoy al menos ya no puedo pensar más en ese tema.

1. La legalidad de Matteo Balsano (#Lutteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora