CAPÍTULO XXVIII

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MATTEO

- Sé que puedo hacerlo. – le digo a mi reflejo cuando termino de vestirme para ir a la escuela.

Hoy tengo un día agitado, ambas competencias nuevamente son el mismo día, en el colegio se votará por el viaje de fin de curso y seguramente nos den charlas acerca de la universidad, no estoy listo para esto, en realidad, no me interesa que es muy diferente.

Viajamos en silencio con Federico aunque me doy cuenta que se muere por preguntarme qué pasó con los chicos y de ahí darme una charla sobre porque no está bien pelearme y esas cosas. Lo que pasó fue tremenda pendejada pero ellos nos buscaron y debo admitir que nosotros como estúpidos respondimos dándoles lo que querían. El cuerpo no me duele tanto, aunque me ayuda el hecho de estar tomando una pastilla para los dolores antes de dormirme, los puntazos y los cortes pasaron a tener costras y de apoco cicatrizaran.

Bajo para ir directo al aula sin cruzarme con mi novia, la verdad es porque voy tarde y no quiero la falta. Todos están hablando a los gritos lanzando papeles y ese tipo de cosas que haces en el último año cuando ya no te interesa en lo más mínimo la clase que vas a presenciar. La profesora entra al salón con esa sonrisa que la caracteriza y todos se detienen ya que la respetan, porque ella se lo ha ganado, la quieren. – Bueno, les voy a dejar los primeros minutos de la clase para que decidan el tema del viaje así después podemos comenzar. – Todos le agradecen y en ese instante Ámbar junto a Jazmín pisándole los talones se levantan para agarrar una fibra.

- Vamos a decidir por varios destinos y luego votamos. – dice observando uno por uno. – Aunque para mí todos deberíamos ir al Caribe, playa y sol es todo lo que necesitamos. – Se acomoda el cabello y ruedo los ojos ante su típica actitud

Tres destinos turísticos aparecen en la pizarra Brasil, Cuba y Bariloche. La verdad es que hago como que le presto atención a todo el asunto, pero honestamente yo sé que no voy a ir, con todo lo que me está pasando es imposible que me vaya solo a otro país, aunque esté con mis compañeros y adultos responsables. Cualquier cosa me puede pasar a mí y a cualquiera que esté a mí alrededor. Así que declino la opción de ir.

- ¿Cuál destino vas a elegir? – le pregunto a Gastón para que parezca que me importa

- No voy a elegir ninguno, porque no puedo pagar ese viaje. – responde y su vista va rápidamente al suelo

- Pero... ¿No hay manera de que se pueda? – Me siento un idiota por haber tocado el tema

- La verdad es que no quiero insistirle a mi familia para que saquen dinero de donde no tienen, así que prefiero quedarme, no la voy a pasar mal, voy a leer y pasar tiempo con Nina. – dice con una falsa sonrisa en su rostro. - ¿Vos? Me imagino que sos el primero en apuntarte al viaje

- ¿Yo? – pregunto y río irónicamente. – Tampoco puedo ir, cosas con la familia, ya sabes como es. – Miento y el asiente con la cabeza

- Bueno, nos quedamos juntos mientras todos viajan a disfrutar. – dice y apoya su mano en el hombro

- Exactamente hermano, exactamente. – respondo con los ojos en la pizarra

Cuando la votación termina gana Cuba y la mayoría está de acuerdo, como siempre algunos disconformes hay, pero a la democracia nada se le puede hacer.

El resto de la mañana escolar fue aburrida, todo lo mismo, entregaron las notas del examen y obtuve un limpio diez como me lo esperaba, eran preguntas básicas aunque la cantidad de desaprobados igualaba a la aprobados. Estuve en los recreos con Luna y lo único que hicimos fue hablar de la coreografía y del vestuario, sobretodo de la ropa, luego de una discusión de muchas horas pudimos ponernos de acuerdo en algo que me haga parecer no tan ridículo. No entiendo como acepte esto.

1. La legalidad de Matteo Balsano (#Lutteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora