MATTEO
Sábado a las diez de la mañana y ya estoy en mi casa Federico literalmente me saco de la casa de Ramiro y me trajo con los ojos cerrados. Según mi madre solamente había estado haciendo un trabajo así que ya era hora de que volviera.
Cuando me siento en la mesa a desayunar lo único que puedo hacer es bostezar, anoche nos habíamos acostado muy tarde y mi cuerpo me lo estaba haciendo notar. - ¿A qué hora se durmieron? – pregunta Maguie mientras deja una bandeja con muffins de chocolate delante de mí.
- No sé. - bostezo y me reta pidiéndome que me tape la boca. – Ramiro insistió en que juguemos un rato videojuegos y ya sabes cómo es la cosa, se pasa la hora volando
- Además a vos te encanta ganar en ese jueguito de futbol. – me da una sonrisa mientras me sirve el café en una taza.
- Y...siempre gano, es natural en mí. – digo con tono de engreído y empiezo a comer.
Disfruto de las delicias que hay en la mesa tranquilo, la mañana es un asco, el cielo está nublado y hay una humedad aplastante seguramente llueva en un rato.
Subo a mi cuarto para darme una ducha, la verdad es que la necesito, me sorprende que no me haya quedado el olor del humo de los tachos de aceites y los cigarrillos que fumaban todos.
Cuando me miro al espejo y me siento diferente, bueno es porque lo estoy, una capa de barba se asoma creando una pequeña sombra. – No me disgusta. – Le digo al reflejo y me observo un poco más. – Vamos a probar.
Salgo y me paseo con la toalla en busca de algo cómodo, me coloco unos bóxers blancos y unos joggings grises caídos, no me pongo una remera porque todavía siento el calor de la ducha en mi cuerpo.
Para la hora de almorzar comienza a llover con una gran intensidad, pero la humedad hace que sea imposible respirar, desisto de poner el aire acondicionado porque me parece exagerado.
- Maguie ¿Lavaste el traje de Matteo para hoy no? – pregunta mi mamá y alzo la vista sin entender
- ¿Qué traje? – pregunto mientras trago
- Si señora, me queda plancharlo y todo listo. – Dice sirviéndole más vino
- Repito ¿Qué traje? ¿Para qué? – pregunto molesto y arrojo los cubiertos sobre el plato
- Matteo, no vuelvas a hacer eso. – Me reta y me abstengo de revolear la mirada. - ¿Te olvidaste que hoy es la gala benéfica? – pregunta molesta
- ¿Gala benéfica? – digo sin entender nada. – Nunca me hablaste de una
- Bueno, no interesa. Hoy a la noche es mi gala benéfica hijo, va a estar repleto, va a concurrir gente de muchísimo nivel y socios de tu padre
- Pero yo estoy castigado, no puedo salir. – Saco el as de la manga y bebo un poco de agua. – Una lástima madre
- Que mejor castigo que tenerte bajo mi vista ¿No? – dice irónica y traga un bocado. – Decile a tu novia que venga, así la podes presentar a todos, se que va a estar gustosa de venir a este tipo de eventos
- ¿A Luna? – pregunto descolocado y sé lo que quiere hacer. – No sé si la van a dejar venir, mejor voy yo solo
- Matteo no te lo estoy pidiendo. – dice observándome fijamente. – Vas a decirle que venga. – termina la frase y se levanta.
Ya no sé si vivo con mi familia o con mis enemigos, se lo que quiere la conozco, quiero llevarla al evento más asquerosamente frívolo que existe en nuestra vida, exponerla y demostrarle que ella no está a la altura de ser mi novia. Pero no se lo voy a permitir, Luna es todo lo que quiero en mi vida y si quiere que la invite, lo voy a hacer para demostrarle que nada va a separarnos.
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1. La legalidad de Matteo Balsano (#Lutteo)
FanfictionLuna y Matteo se reencuentran luego de estar todo el verano separados ¿Es posible estar juntos con todos los cambios que nuestro protagonista está por atravesar? Dieciocho años se cumplen para darle lugar a la famosa legalidad: Fiestas, alcoho...