CAPÍTULO XVII

5.3K 330 92
                                    

MATTEO


El despertador me rompe los tímpanos y como puedo con los ojos entrecerrados desbloqueo el celular. Estoy muy cansado anoche me acosté tardísimo llevo todos los miércoles hace tres meses saliendo con Chile a escondidas de casa para poder patinar de noche y luego por las tarde entreno con Luna para la competencia, mi cuerpo no puede más de tanta actividad física. Las sesiones en el gimnasio con Gastón bajaron a dos por semana ya que ambos estamos repletos de cosas para hacer, aun así Felipe me dijo que esta semana me iba a dejar empezar a usar la bolsa de boxeo, tanto ejercicio rinde sus frutos y mi cuerpo se nota claramente cambiado, Luna me lo repite bastante.

Las clases son aburridas los temas se complican un poco pero nada que no pueda controlar, tenemos bastante tiempo libre con este tema de que estamos en el último año nos dan pocas cosas para hacer, saben que no nos interesa, mis compañeros solo piensan en el viaje y la fiesta de fin de curso, a mi honestamente no me interesan ninguna de las dos, se cual va a ser la postura de mi familia.

Luego del evento de beneficencia de mi madre la seguridad se triplico Federico me sigue a sol y sombra, hay policía privada en las esquina de mi casa y una patrulla que da vueltas toda la noche. Ninguno de mis padres me quiere hablar del tema y eso me pone aun peor, encontré unas cuantas fotos más pero intento seguir adelante.

- Señor llegamos. – dice Fede cuando estamos en la puerta del Roller

- Si, perdón. – respondo volviendo en sí. – Te mando un mensaje cuando termino. – Bajo y me cierro la campera

La temperatura está cada vez más baja y ya no sé que ponerme para no congelarme, odio el frío me molesta tener que usar tanta ropa porque me quita movilidad y además tener que sacarme todo para patinar es insoportable, el locker explota con todas mis cosas.

- Balsano. – Me saluda Simón cuando cruzo la puerta y le doy la mano

- ¿Cómo anda todo? – pregunto y me siento en una banqueta de la barra

- Bien, un día bastante tranquilo ¿Vos? – Acomoda un par de cosas

- Normal, ya sabes cómo es esto. – Le guiño un ojo. – Vine para entrenar con Luna pero la verdad es que no la veo por acá. – Hecho un vistazo en general y nada

- No, llega en media hora me pidió que te avise, podes esperarla acá. – Me pone un licuado frente a la cara

- ¿Si yo no lo pedí me lo cobras igual? – pregunto bromeando y coloco un sorbete dentro del vaso.

- ¡Chicos! – Nico aparece con una bandeja. - ¿Todo bien Matteo? – Asiento con la cabeza mientras bebo mi licuado. – Tengo una propuesta para vos

- ¿Para mí? – pregunto y lo observo. – Soy todo oídos

- Bueno con Simón y Pedro vamos a hacer una fiesta para recaudar dinero, necesitamos cambiar los instrumentos además le debemos bastante al dueño del estudio que grabo nuestros demos

- Me parece interesante ¿Quiénes van? – pregunto entusiasmado tengo muchas ganas de ir a una fiesta

- Bueno ahí va la cosa pensamos en decirte a vos, Gastón y Ramiro.

- ¿Y las chicas, no van a invitarlas?

- No es que no queramos. – Se quedan en silencio observándose. – No es su tipo de fiesta. – Guardo silencio esperando a que sigan hablando. - Digamos que es una salida de hombres

- ¿Salida de hombres? – Alzo una ceja y la idea no me parece nada mal. – Está bien, me sumo. – digo y chocamos los cinco. – Solo digan cuándo y dónde

1. La legalidad de Matteo Balsano (#Lutteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora