1. La legalidad de Matteo Balsano (#Lutteo)

CAPÍTULO IX

MATTEO

Mi cabeza no deja de pensar en el sábado a la noche, estuve hasta hoy dándole vueltas al tema. Todos en mi casa hicieron como que no pasaba nada después de ese episodio. – Por dios, vi al chofer con un arma y ¿Creen que no voy a preguntar qué pasa? – pienso  mientras cruzo la puerta del Roller hoy iba a patinar, mi cerebro y mi cuerpo lo necesitaban, aunque los brazos y la espalda me dolían por el entrenamiento intensivo, necesitaba un poco de esto.

Le envié un mensaje a Luna y me avisó que llegaría un rato más tarde pero que patinaríamos juntos, necesito urgentemente entrenar con ella verla volar y sonreír.

Me siento en los lockers para ponerme mis patines, estos viejos compañeros de ruta que nunca me dejan, los observo un poco y están desgastándose, el color ya no es el mismo, las ruedas necesitan un cambio y el cuero de atrás está un poco rajado, pero la verdad es que no quiero cambiarlos, me traen tan buenos recuerdos, competencias con Ámbar, chocar con mi novia en Cancún, hasta el primer beso que le di a Luna fue sobre ellos, son parte de mi vida y descartarlos es dejar una parte de mi tirada dentro de un armario es inaceptable.

- ¿Pasa algo? – pregunta Simón interrumpiendo mis pensamientos

- No, solo pensaba. – digo mientras ato los cordones. - ¿Venís a pelear de vuelta? – alzo una ceja y subo la pierna izquierda para hacer otro nudo

- Perdón Matteo. – dice y no puedo creerlo. – Vengo a pedirte una tregua porque necesito hablar de este tema y vos sos el más indicado. – Su tono de voz es sincero así que le hago un lugar y se sienta a mi lado. – Es sobre Ámbar

- ¿Están juntos? – sonrío de manera cómplice y agacha la cabeza. – Creeme que podes hablar de esto conmigo, no me molesta en lo más mínimo, al contrario me pone feliz por los dos

- Bueno, la verdad es que no sé específicamente si estamos juntos. – Se acomoda la gorra y me mira. – Nos vemos a solas, tenemos citas y ese tipo de cosas, pero cuando está acá no existo

- Muy Ámbar. – digo revoleando los ojos. – Solo lo hace porque siente que no sos de su nivel. – Frunce el ceño. – No te enojes, yo no pienso así pero ella sí

- ¿Entonces por qué sale conmigo? – pregunta

- Porque está enamorada, ella no está con chicos solo por estar, es bastante difícil. – digo y me rodeo una pierna con el brazo para estar más cómodo. - Decile las cosas, es lo mejor que podes hacer, se nota su conexión al menos toda la fiesta de Ramiro se enteró. – digo bromando

- Pero vos sabes cómo se pone ella. – Se quita la gorra frustrado. – Cree que es la reina de todo y por eso se hace lo que le plazca, lo de la casa de Ramiro solo paso porque habíamos tomado mucho alcohol ambos, pero no quiero que crea que voy a seguirla donde sea siendo su perro faldero porque eso no va a pasar

- No lo seas. – Lo corto. – Decile las cosas, ella está muy cambiada y si eligió compartir esos momentos con vos es porque está enamorada, solo que el qué dirán es más fuerte. – Me paro porque quiero ir a patinar

- Gracias. – dice y se levanta también. – Nunca pensé que hablaría estas cosas con vos

- No te haga problemas guitarrista. – digo en broma. – Pasado pisado

Nos damos la mano en señal de tregua definitiva y cada uno toma su camino.

La pista no está tan llena, así que entro con el ritmo que vengo y comienzo dando un par de vueltas, el viento me envuelve y me siento cómodo, necesitaba hacer esto hace tiempo, hago un salto y caigo perfecto, como siempre, sigo y me arriesgo por un par de trucos más difíciles, me caigo cuando intento hacer una vertical por más de cinco segundos. Río sonoramente y algunos me devuelven una sonrisa, hace tanto que no me divertía sin sentir que lo más importante era la técnica ya que tenía que ser perfecto, después de todo era "El rey da la pista". Sonrío mientras sigo en el mismo ritmo patinando. - ¿Qué se me pasaba por la cabeza? – niego. – Juro que maduré, nunca más voy a volver a pensar en esa estupidez. – Me digo a mi mismo y la veo con sus patines.