MATTEO
- ¿Hoy? – Pregunto mientras me subo al auto para volver a casa
- Sí, todos estamos libres
- Está bien, después de comer voy para allá. – Cortó la llamada y guardo el teléfono en el bolsillo de mi pantalón
Observo el paisaje que despacio se vuelve más verde por la llegada de la primavera, estoy agotado corporal y psicológicamente, no tengo ganas de patinar aunque sé muy bien que despejar la cabeza me haría bien, hoy prefiero regodearme en mi angustia y eliminarla con la bolsa de boxeo pero sé que no puedo dejar a los chicos solos, tengo que hacer esto, quiera o no. – Fede después de comer tenes que llevarme a la quinta de Pedro. – digo sin quitar mi vista de los arboles que pasan fugazmente. No me responde pero sé que me escucho, así que volvemos a quedar en silencio hasta que llegamos a mi casa.
Cuando cruzo la puerta, voy directo al baño y luego ya estoy apto para hacer cualquier cosa, Maguie no me da tiempo para quitarme la ropa porque me llama a comer, así que directamente voy a la mesa. - ¿Cómo estuve el colegio? – pregunta dejando un plato de pasta italiana enfrente de mí.
- Tuve examen, la verdad era demasiado sencillo. – Le guiño un ojo y ella me sonríe.
- Me alegro de oírlo entonces. – Me sirve jugo en el vaso y enciende el televisor.
Hundo el tenedor en la pasta y la enredo para mandármela a la boca, la conductora del programa vuelve a pasar las mismas noticias sobre "Los patinadores ilegales nocturnos" y le sube el volumen al máximo para romperme los tímpanos, se acerca más a la pantalla y se me cierra la garganta, dicen lo mismo que antes y pasan exactamente les mismas imágenes. Mientras nada de mí aparezca, puedo respirar. – Estos chicos...- Comenta Maguie observando. - ¿Dónde están sus padres? Deberían ver que se van de casa a la noche para drogarse y beber alcohol
- ¿Drogarse y beber alcohol? – pregunto retóricamente. – Por favor, seguramente estén exagerando, yo creo que esos chicos se reúnen ahí a patinar a compartir algo que les gusta hacer.
- ¡Matteo! No los defiendas. – Me regaña mientras sigo comiendo. – Y si no estuvieran haciendo nada malo no tendrían que estar con los rostros tapados, además miralos. – Me señala a Cadáver que justo aparece frente a la pantalla. – Se nota claramente que son rufianes, gente de mala vida
- ¿Rufianes, gente de mala vida? – Rodeo los ojos. – Creo que los estás juzgando por unos videos y lo que dice la televisión
- Me defrauda mucho que te pongas del lado de ese tipo de gente. – Niega con mirada reprobatoria y prefiero guardar silencio y terminar mi plato de comida
Cuando acabo y estoy por levantarme, me detiene y una pequeña sorpresa sale de la heladera, frutillas con crema. Se me abre aun más el estomago. – Gracias. – digo cuando me entrega una cuchara. Maguie no es de hacerme postre siempre, porque sé que hace muchísimas cosas a la que se le suma "cuidarme", así que cuando se toma el tiempo le agradezco el detalle. – Termino, me cambio y me voy con mis amigos. – Le informo mientras devoro el postre
- Pero si recién llegas ¿Ya te vas? – pregunta triste y asiento mientras me meto la ultima cucharada a la boca. -¿Y con qué amigos? Hasta donde yo sé tu amigo es Gastón y bueno ese tal Ramiro que nunca le he visto la cara
- Son amigos de hace bastante Maguie. – digo bebiendo un sorbo de agua para bajar todo. – No te preocupes, de verdad. – Le doy un beso en la mejilla y salgo corriendo a mi cuarto.
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1. La legalidad de Matteo Balsano (#Lutteo)
FanficLuna y Matteo se reencuentran luego de estar todo el verano separados ¿Es posible estar juntos con todos los cambios que nuestro protagonista está por atravesar? Dieciocho años se cumplen para darle lugar a la famosa legalidad: Fiestas, alcoho...