CAPÍTULO I

10.8K 550 151
                                    

LUNA

Se siente como un vacio en el interior de tu ser. Despierto cada día esperando algo que me de ese pedazo de alegría que me falta, me siento incompleta por donde me miren y se nota, todos lo dicen en voz alta o a mis espaldas, los escucho susurrar.

- Hija por favor, termina el desayuno necesitas comer.- Mi mamá insiste acercándome al menos una medialuna a la mano

- Perdón estaba distraída. – Le regalo un sonrisa falsa y desdibujada

Me analiza de a poco, porque sabe que no estoy bien, se da cuenta que hace dos meses me siento una persona diferente.

- Luna, tranquila.- Coloca su mano sobre mi hombro. – Él va a volver ya te lo dijo, este mes va a estar acá. – Intenta tranquilizarme con un tono reconfortante

- Ya lo sé mamá, pero a veces siento que llevo tanto sin verlo que cuando vuelva lo voy a desconocer totalmente

- Bueno, pero eso no lo podes saber hasta que este acá. – Me mira por más tiempo del habitual. – Estás tan grande, aun me impresiona ver cómo has crecido en este tiempo

- ¡Ay no te vayas a poner sentimental! –Me saca una sonrisa de esas que últimamente no existen en mi

Me levanto dejando el desayuno como está, no quiero comer nada más al menos hasta dentro de un rato, además necesito llegar a tiempo al trabajo llevo un record de un mes entero sin llegadas tardes y Tamara prometió que me daría un bono si eso dura más de tres meses, así que estoy decidida a lograrlo. Tomo mis cosas de la silla y me cuelgo los patines en los hombros.

- ¿Queres que te lleve tu papá? – Pregunta mamá al mismo tiempo que levanta las cosas

- ¿Está desocupado? Si lo está, me encantaría. – Comienzo a dar unos pequeños saltitos

- Sí, está en la cochera porque en un rato tiene que hacer cosas, sí lo ves ahora seguro pueda alcanzarte.

Le agradezco y salgo corriendo para poder encontrarlo, hoy estaba teniendo un día bastante bueno.

El viaje es tranquilo, ponemos la radio de fondo y suenan las canciones de moda de este verano, papá canta un poco de vez en cuando con un pésimo manejo del inglés y alguna que otra nota errada y yo le hago los coros para no dejarlo solo. Me río pero solo por un momento, todo vuelve a ser monótono, todo es como siempre. El trafico está a nuestro favor por ser hora pico y en poco tiempo me deja en la puerta del Jam & Roller.

Entro a las apuradas y choco con un par de personas -¡Llegué! – grito cuando estoy frente a la barra y Nico alza la vista asustado, estaba acomodando unas cosas de espalda y no me vio llegar, una risita se escapa entre mis labios.

- Si Luna, todo el lugar se entero. – dice bromeando y niega con la cabeza. – Vas bastante bien con esto de estar temprano eh, realmente creo que lo vas a lograr

- No lo dudes, es mi meta de este año y la voy a cumplir, aunque no sé como haces vos para levantarte y venir a abrir, me cuesta a mí que entro más tarde. – Apoyo ambos codos sobre el mármol frío

- Bueno porque es mi responsabilidad más importante, no te olvides que con mi trabajo me mantengo. – Alza los hombros y me deja un vaso con un licuado de frutilla y dos muffins frente a mi rostro. – Desayuna por favor, te veo un poco pálida

- Gracias. – Acepto y me siento en un taburete. – No estuve durmiendo muy bien últimamente. – Suspiro mientras le saco el envoltorio a la comida

- Es por él ¿No? – pregunta. – Se que debe ser muy difícil para vos esto

- La palabra ya no es difícil, es dolor lo que siento Nico, hace tres semanas que no me habla, no me envía un mensaje, una foto, no se absolutamente nada de él. – Los ojos se me están llenando de lágrimas pero intento tragarlas

1. La legalidad de Matteo Balsano (#Lutteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora