Parte cuatro: Confesiones de media noche

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Parte cuatro: Confesiones de media noche

D.O está en la parte de atrás del auto que Kai conduce, siempre que tiene trabajos relacionados con la seguridad Suho le deja usarlo y ahora tiene que dejarlo con los otros en el estacionamiento general. No ha bebido esa noche, no ha tenido forma de divertirse o relajarse, todo ha empeorado. Absurda idea, una fiesta ¡Todo salió mal! Y eso que Kris ni siquiera intervino. Todo es culpa de D.O.

No sabe si está dormido, desmayado y simplemente avergonzado, pero el mayor no ha dicho ni una sola palabra hasta el momento y eso resulta, en vez de relajante, increíblemente molesto para Kai. Lo último que quiere en este momento es más silencios incómodos.

–¿Sigues vivo?– pregunta y mira por el espejo retrovisor el cuerpo de D.O con su pierna enyesada recostado sobre todo el asiento de atrás, con un brazo ocultando su rostro. Como no hay respuesta, supone que todavía está molesto o, en su defecto, inconsciente.

Es en un semáforo en rojo cuando Kai escucha el golpe y las quejas del chico atrás y nota que se ha caído y es difícil para él acomodarse en su estado. Rápidamente busca un lugar donde pueda estacionarse, no muy a la vista de la gente e incluso tiene que bajarse del auto para poder ayudarlo. Montado incómodamente en la parte de atrás atrás, intentando ser útil, siente como los brazos ajenos lo rodean y eso trae recuerdos agridulces a su memoria.

–Kai– su nombre sale suavemente de los deliciosos labios del otro, pero tiene que permanecer fuerte. Nada que diga puede arreglar lo que ha visto esa noche. Y todavía se puede oler el alcohol en su aliento.

–Tienes que sentarte, te pondré el cinturón de seguridad, de otra manera te vas a caer otra vez.– le explica mientras hace infructuosos intentos de acomodarlo.

–A veces me pregunto si todo esto fue una mentira. ¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de lo que nos ha pasado? No lo entiendo. ¿En serio te sientes bien estando de malas conmigo? ¡Yo estoy acabado! Olvidarme de cada detallito estúpido es tan difícil.– D.O toma su rostro y Kai puede ver que definitivamente todavía está ebrio –Odio dormir solo... quiero dormir contigo ¡es horrible y hace frío! Además no tengo a nadie más... no es como si fuera como tú, que puedes llevarte con todos y andar besando a todo el mundo. Pensé que tenías buenos amigos, no que te habías acostado con medio grupo... y hasta de otros. ¿Cuando te digo estas cosas te sientes herido? Yo no quiero herirte... lo siento... pero, no lo sé. Las palabras salen sin permiso.

Kai quiere evitarlo, pero no puede, deja salir una risa. D.O se ve demasiado tierno, hablando hasta por los codos cosas que sobrio jamás se atrevería a decir en voz alta, pero ya que las está escuchando, debería aprovecharse de eso.

–¡Tengo una foto de nosotros dos! La tengo en mi teléfono y la veo cuando te extraño. ¡Es tan patético que hasta me hace llorar! Pero Kai no puede saberlo.... es un secreto– el menor rueda los ojos y D.O continúa con su monólogo– En realidad, todos se pelearon hoy, Chanyeol y Baek terminaron y cuando lo vio besándose con Sehun y SehunLuhan se puso muy enojado... por eso decidimos hacerlo. Tal vez Chanyeol estaba con ellos... ¿tú los viste? Sinceramente yo no vi nada, pero estaba enojado porque tú también te acostaste con Luhan... y con Minsoo. Pero eso fue antes de que salgas conmigo... bueno, no estamos saliendo pero...

–Kyungsoo, cállate por favor– D.O se mueve tanto para hablar que hace el trabajo del otro más difícil, y no es como si fuera el rey de la paciencia.

–¡No me hables así!¡Te dije que no uses mi nombre mientras yo no sepa el tuyo! De todas formas esto es tu culpa... si yo no hubiera querido hacerte tener celos, los demás no hubiera peleado. Tú sólo rompes mi corazón y estás como si nada. Ahora estoy aquí y no me tocas...

Mío (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora