Capitulo 40

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Rose corrió en círculos como un personaje de caricatura mientras se levantaba las naguas las cuales se estaban incendiando.

—¡Se me quema el trasero!— chilló la pelirroja a todo pulmón zigzagueando como si eso fuera a evitar que se le quemara el trasero.

—¡Yo ayudó!— grito Colton desde un punto entre la paja del granero saliendo con un bote de agua, por sus intentos de hacerse el héroe acabo tropezándose derribando el bote de agua completamente dejando un charco en el suelo.

—Se le hará chicharrón el trasero.— dijo Celeste asomando su cabeza pelirroja desde el montón de paja, su cabello estaba completamente despeinado agregándole unos pedacitos de hierba seca que estaban entre el cabello.

—¡Me está llegando a mis carnes!— volvió a chillar Rose con voz atormentada.

James suspiro antes de propinarle una fuerte empujón a la pelirroja la cual cayo de trasero sobre el charco apagando el fuego provocando un gran suspiro de satisfacción en la muchacha quien se aventaba aire con ambas manos.

—¿Creen que ya se haya ido?— pregunto Celeste mordisqueando una pequeña porción de paja debido al nerviosismo, James arqueo una ceja al ver eso sin embargo se encogió de hombros rascándose la cabeza.

—No lo sé, pero esto de no tener nuestras varitas es una mierda.— se quejó Colton entre lloriqueos.

Para no hacerles de duda con el "porque" de la situación antes dicha. Un dragón de procedencia dudosa, y se dice dudosa debido a su rara imagen física y su comportamiento el cual no se acercaba en nada a ninguna bestia mitología que hubieran visto en sus libros de texto. El dragón era color plata con dorado y casi parecía neón de lo resplandecientes que eran sus colores, su cuerpo era como un gran imán que se había llevado a sus varitas antes de lo que pudieran decir "Quidditch". Ante esta situación todos los domadores súper fuertes y temerarios (noten el sarcasmo) habían huido como nenitas asustadas gritando como locos, todos excepto Charlie Weasley quien dormía plácidamente a un lado de Celeste luciendo despreocupado entre la paja, en sus prisas habían acabado encerrados en el granero donde habían pequeños dragóncillos los cuales eran completamente inofensivos, o eso pensaron hasta que uno de ellos estornudo soltando una bocanada de fuego contra la falda de Rose.

—Tengo mucha hambre.— se quejó Celeste desde algún punto entre la paja, sus pies pataleaban lo cual hizo a los demás arquear una ceja ¿intentaba nadar? Oh.

Un rugido ensordecedor rompió el silencio que tan cómodamente había tomado el granero antes de que un resoplido se escuchara y el techo de madera comenzará a arder en llamas. James corrió apresurado hacia Celeste y la saco por la fuerza de la paja antes de abrazarla e mirar frenéticamente a los lados buscando una vía de escape segura, Colton corrió a su lado arrastrando a Rose por la mano mientras los 4 adolescentes se miraban entre ellos con horror. Un bostezo los confundió antes de mirar a Charlie sentarse entre la paja estirando sus brazos y piernas mientras una sonrisa soñolienta y satisfecha surcará su rostro pecoso. Celeste abrió la boca dispuesta a decirle que iban a morir sin embargo el segundo rugido hizo al pelirrojo abrir sus ojos con pánico mientras se ponía de pie a trompicones.

—¿Porque no me lo dijeron?— chilló a todo pulmón, los cuarto fruncieron el ceño antes de mirarlo de manera asesina.

—¡Yo lo mato!— protestó Rose arremangándose antes de acercarse a su adorado tío con instintos asesinos antes de que los otros tres la sujetarán en contra de su voluntad mientras ella gritaba que su venganza sería terrible.

—¡Ya nos morimos, nos llevó la huesuda, estiramos la pata!— chilló Colton corriendo en círculos mientras Celeste sacaba de su bolso unas plantitas de origen extraño, James la miro con confusión.

—¿Qué haces amor? Tenemos que buscar un refugio.— se quejó arrodillándose a su lado para comenzar a recoger los pedazos de plantitas que ella había sacado con obvias intenciones de volver a meterlas sin embargo fue interrumpido por la mirada asesina de Celeste y un manotazo de su parte.

—¡Deja ahí!— protestó al mismo tiempo que algo golpeaba la lateral del granero casi perforando la madera deshilachada.

—¿Pero que estás haciendo?— inquirió el castaño con desesperación.

—Le iré a pedir ayuda a mi abuelo o tío, lo que sea Tom Riddle.— respondió ella con una gran sonrisa que fue respondida con una mueca de espanto de parte de James.

—¡¿Estás loca? No tenemos tiempo para reuniones familiares y estoy seguro como el infierno que no dejaré que te vayas, luego no reaccionaras!— chilló agitando las manos furiosamente.

—Cálmate, yo sé lo que hago.— dijo encendiendo un fósforo de no sabía dónde antes de encender las hierbas acercándolas a su nariz, antes de lo que James pudiera evitarlo ella inhalo como si fuera una drogadicta para justo después quedar completamente laxa.

Al abrir sus ojos se topó con el granero en completa penumbra, las paredes tenían manchas de moho de color verde feo y el suelo estaba rodeado de neblina.

Celeste se refregó los ojos mirando a los lados con desesperación, ¿donde estaba Riddle? ¿Y si no aparecía? ¿Y si solo estaba en la escuela? ¿Y si no podía hablar con él? ¿Y si...

—Deja de preguntarte tantas cosas que te vas a marear.— dijo una voz burlona que la hizo saltar en su sitio, volteo lentamente esperando encontrarse con algo aterrador pero solo se encontró con su pariente mirándola con expectación y quizá algo de gracia.

—¡Caray casi me matas del susto!— se quejó soltando un suspiro de alivio.

—¿Yo?, tú sola te asustas. Ahora ¿cómo estás?— inquirió recargándose contra la pared de manera despreocupada, Celeste no tardó en notar que el atractivo familiar tenía que venir de parte de los Gaunt, el si que era guapo.

—Muy bien, ¿y tú?— se acercó tímidamente hasta que noto algo a los pies de Riddle, ella abrió la boca con sorpresa al descubrir a la famosa serpiente que siempre acompaño a su antecesor, él sonrió al darse cuenta de la atención de la pelirroja hacia su serpiente.

—Ella es Nagini, se me permitió conservarla.— respondió aunque ella no le había preguntado eso.

—¡Qué guay es enorme!— festejó Celeste saltando en su sitio emocionada.

Una risa la hizo detenerse para mirarlo.

—¿Qué?— inquirió con el ceño fruncido.

—¿Quieres ayuda para escapar del dragón loco?— respondió él con una ceja alzada, ella asintió efusivamente.

—¡Cierto!, esa cosa debe de estar atacando ahora mismo al granero donde están los demás, ¡se llevó nuestras varitas!— chilló agitando sus manos de aquí para allá con desesperación.

—Que Weasley mayor lo distraiga mientras ustedes recuperan sus varitas, ataquen sus patas que aunque no lo parezca son su punto débil y de poder...Te diría que lo matarás pero tú no piensas igual a mi, es una bruja, Daphne Grengaas me parece que se llama. Es una abogada del ministerio la acaban de transformar por eso está más descontrolada. Debes irte ahora antes de que sea demasiado tarde, por cierto salúdame a Colton ¡Vete!— grito, ella salto en su lugar antes de abrir los ojos asustada y mirar a los lados de manera frenética, James intentaba arrastrarla hacia el rincón junto con Colton mientras que Charlie Weasley aseguraba la entrada y Rose corría alrededor de ellos asustada.

Ya sabía lo que tenía que hacer.

Ella será mi pelirroja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora