10 años después...
Estaba metida en un buen lío, ¿en que momento había acabado así? Que Merlin se apiadase de ella ¡solo quería un bocadillo! Pero todo había acabado más mal que cuando se le ocurrió robarle la comida a Colton y este la había atrapado en el acto. Necesitaba huir, necesitaba salvación ¡No podía morir así!
—Juraría que la he visto correr por aquí.— comentó Dan mirando hacia los lados, su cabello rubio asomaba por encima del sofá y ella juró que casi veía a los ángeles tocando un soneto de bienvenida.
¿Como hacía para regresarle la dona sin morir en el intento? ¿Su mellizo donde se había metido cuando más lo necesitaba?...Solo entonces recordó a James comiendo oculto bajo la mesa de la cocina mientras robaba bocadillos sin cocinar, a ese le daba una diarrea fijo.
—¿Sabes Potter? Eres más mala escondiéndote que mi mamá evitando sonrojarse, ¡te atrape!— gritó el rubio saltando por encima del sofá como si de un murciélago se tratase.
Jules lo vio todo en cámara lenta mientras chillaba incoherencias antes de ser aplastada por el mocoso que comenzó a reír de manera siniestra al haberla atrapado, comenzaron a forcejear por el suelo mientras ella alejaba la dona lo más que podía del chico que a su vez intentaba alcanzarla sin éxito alguno.
—¿Qué le haces a mi hermana insolente?— se quejó James apareciendo por la puerta de la sala, su rostro estaba lleno de chocolatina y otros productos raros.
La castaña nunca creyó haber estado más feliz de ver a su hermano mellizo en la vida.
—¡James que me matan!— su hermano parpadeó sorprendido antes de gruñir y correr a grito de guerra antes de derribar a Dan Sanders en el trayecto.
Todo se convirtió en una gran masa humana muy bizarra en la que no se distinguía donde empezaba uno ni donde terminaba el otro, después de un instante los tres agotados se quedaron recostados en el suelo tratando de recuperar el aliento.
—Vale, te perdono pero dame mi dona.— suspiro Dan levantándose para pasar a estar sentado.
—¡Si!— chillo alzando su mano para después notar que no había rastro de la dona.
Miró a los lados confundida hasta que se topo a su primo Tyler con la dona a medio comer mientras la saboreaba, el castaño parecía ajeno a lo que sucedía.
—Se ha comido mi dona.— dijo incrédula por la situación.
—Querrás decir mi dona.— le corrigió Dan sin apartar la mirada del chico.
Tyler comió pacientemente antes de chupar sus dedos uno por uno como si hubiera probado un manjar de los dioses, recordó la dona de chocolate y se le hizo agua la boca. Sí que podía haber sido un manjar.
—Ambos son lentos y dejaron la dona muy sola por lo que tuve que apiadarme de ella y comérmela.— comentó tranquilamente antes de sonreírles como si su observación fuera la más genial de todas.
—Ha insinuado que es nuestra culpa que se comiera la dona.— chisto Dan con desdén.
—Que guay su manera de hablar.— dijo a su vez Jules causando que tanto su mellizo como Dan la miraran con las cejas alzadas.
Desde que podía hablar Jules siempre había sentido este tipo de admiración por su primo Tyler Rydle quien siempre pero siempre hacia las cosas a su manera, era muy maduro y por lo mismo tenía la sabiduría suficiente para no caer en las bromas que los mellizos y los gemelos Potter habían intentado hacerle en varias ocasiones, era frustrante hasta cierto punto. Ella, James, Connor y Colton eran los hijos de James Potter el fabuloso merodeador, bromista participante de la guerra y Celeste Gaunt quien no solo era famosa por haber sido participe en una guerra muy cool sino que además de eso era una leyenda en Hogwarts y tanto ella como su tío Colton habían quedado como un legado de bromas al nivel de los primeros merodeadores ¡Ella quería ser igual de cool!
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Ella será mi pelirroja.
FanfictionSu odio hacia los Slytherin es sorprendente, los odia tanto qué trato mal a una pequeña que había sido muy buena con el desde que se conocieron en el andén. Ella, pelirroja de ojos verdes demasiado bondadosa para la casa a la que pertenece, cariñosa...