Ella será mi pelirroja.

Capitulo 42

Luego de los desastres anteriores en los que se puso en duda la procedencia de James (aún no se sabe si es un simio o no) y la posiblemente inclinación al estilo Christian Grey en versión pelirrojo de Charlie, nuestros héroes comienzan su viaje nuevamente moviéndose por una zona poco transitada y boscosa mientras cruzaban un río aún en Rumania  a unos días de la casa del tío Charlie.

—Podrías decirme de nuevo, ¿porqué no podemos transportarnos hacia dónde tenemos que ir?— inquirió James mirando a su prima quien en ese momento hacia malabarismos sobre una roca intentando cruzar el río.

—No seas tonto James, si hay alguien infiltrado en el Ministerio lo menos que queremos es llamar la atención, independientemente de que nos hayan disque retirado los implantes no podemos cometer un paso en falso.— alegó Rose volteando a verlo enfurecida.

—Oye Rosie, ¿Qué tu madre no es la que nos retiró el implante?— preguntó Colton mirando de reojo a su melliza intentando atrapar a un pescado picándolo con su varita, soltó un suspiro frustrado pues por más que el intento lo mismo no le funcionó y aunque se lo dijo a Celeste ella no le había hecho caso.

—Así es, ¿eso que tiene?— dijo con una nota amenazante en su voz que hizo a los dos varones tensarse con miedo.

—Pues porque luces desconfiada de los implantes cuando tu mamá fue la que los retiro.— comentó Celeste antes de gritar cuando un pescado salió del agua y la envistió en son vengativo, la pelirroja se tambaleó sobre la roca mientras gritaba maldiciones a todo ser viviente.

—Una mujer precavida vale por dos.— chisto mirando de manera asesina a la pelirroja que en ese momento luchaba a muerte con un pescado.

—Te estás poniendo irritable sin razón.— murmuró Colton arrepintiéndose en el momento en que salieron las palabras de su boca pues Rose lo miró mal.

Rose abrió la boca con lo que se suponía un argumento en su defensa que terminó cuando Celeste soltó un chillido antes de caer al agua de sopetón, la pelirroja había perdido su duelo con el pescado quien ahora chapoteaba a su alrededor dispuesto a crispar los nervios de Celeste, la aludida estornudo antes de comenzar a patalear y gritar.

—¡Me ahogo, auxilio llamen a la guardia costera, a los buenorros salvavidas!— grito a todo pulmón aún alzando sus manos en repetidas sacudidas.

—¿Porqué simplemente no te pones de pie?— contesto Rose con tranquilidad, en ese instante Celeste dejo de patalear y chapotear con las manos para ponerse roja como un tomate por la vergüenza mientras se ponía de pie.

—Ya lo sabía.— murmuró antes de darle una patada al pescado o eso intento pues acabo yéndose de culo al agua. —¡¿Porque carajos todo me sale mal?, la culpa es tuya maldita mojarra de exhibición al dos por uno!

James soltó una carcajada cuando vio al pescado saltar y golpear a Celeste en la cara con su aleta. La pelirroja confundida y furiosa por las reacciones (poco comunes en un pez) intentó atraparlo con las manos siguiéndolo a cómo podía entre el agua y las ropas mojadas.

—¡En cuanto te atrape considérate brocheta!— alegó aún siguiendo al pescado como alma que lleva el diablo.

—Celeste creo que deberías de salir, hace frío y podrías enfermarte.— comentó James con preocupación mientras Colton a su lado asentía.

—¡No saldré de aquí hasta que atrape a ese bravucón, soy una bruja y esa maldita mojarra no me va a ganar la voy a convertir en filete a la veracruzana!— grito a todo pulmón por lo que los tres amigos soltaron un suspiro sentándose en el suelo una vez que habían cruzado a ver las patadas y los gritos de la pelirroja.