La lluvia anunciaba el cambio de estación. Las personas corrían para poder resguardarse en sus casas, menos una joven de cabellos negros. Ella miraba el cielo con suma tristeza.
"Él nunca me amara como yo lo amo", pensó mientras caminaba a su casa. "Tantos años esperando alguna respuesta de su parte, algún indicio que me dijera que me ama. Soy tan estúpida.", las gotas de agua que caían enmascaraban las lágrimas que brotaban de sus ojos. Al llegar a las puertas del Ching-Dooda, la tristeza que sentía en ese momento incremento al recordar las palabras de aquel ninja. "He vivido engañada todos estos años, ¿Cómo era posible que ellos, mi familia, me haga tal cosa?" Sus pensamientos la asustaban. El miedo la inundo. No podría entrar, simplemente no podía volver a su vida normal.
Las palabras de Ring Ring retumbaban en su cabeza. "Me ha robado mi vida, Ellos eran mis mentores" Acaso las personas que más amaba le habían mentido, el dolor en su corazón la asfixiaba. Recordaba cada momento especial vivido con ellos, desde que había llegado a la aldea Sooga tras la muerte de su madre y como la habían acogido. Sus cumpleaños y los festivales. Acaso ¿nada era real?
Camino como si fuera un alma en pena, estaba cansada. Camino sin un rumbo fijo, le dolía la cabeza. No podía soportar más el dolor que la embargaba, quería alejarse de todo y de todos. - Y... Yo n... o que... ría esto - Trato de decir, años sin usar sus cuerdas vocales habían sido en vano. Corrió bajo la lluvia, corrió hasta que no pudo más. Corrió y corrió hasta tropezarse, al levantarse se dio cuenta de que estaba en el bosque de bambú. En donde solía perseguía a Garu, golpeo con furia el suelo. Se levantó y siguió corriendo, las lágrimas en sus ojos nublaban su vista por lo que no pudo ver el pequeño lago que se encontraba frente de ella.
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La luz calaba por una de las ventanas de la habitación, extinguiéndola de toda oscuridad. Ella estaba tendida en una cama cubierta con una ligera manta. Su cabello aún estaba húmedo y tenía una palidez sepulcral. Una muchacha castaña se encontraba sentada en una silla junto a ella.
- ¿Cómo sigue? - una voz ronca retumbó por todo el cuarto. La chica tocó la mejilla de Pucca y suspiro con preocupación.
- Ya no tiene fiebre, pero aún no ha recobrado su color - La joven se levantó y cogió el balde con agua que había en el velador - Iré a dejar esto.
Él la observo en silencio mientras abandonaba la habitación. Cuando ya no pudo verla volvió su vista a la chica que estaba en su cama - Cuanto has cambiado - Ella abrió lentamente los ojos, levanto la vista y lo observo. Se podía ver la sorpresa en su mirada. Trató de levantarse, pero él la cogió de los hombros - ¡No! Quédate quieta.
- ¿Dón...de es...toy? - trato de decir, su garganta le empezó a doler por el esfuerzo realizado - ¿Qu...e ha...go aq...uí?
- Te vi corriendo por el bosque - suspiro de frustración - te seguí y vi como caías en uno de los lagos de los alrededores, no salias así que ... ya sabes ... te traje, al parecer te habías golpeado la cabeza.
Trato de responderle, pero no salía palabra alguna de su boca. Al parecer él notó lo que le estaba pasando - No te esfuerces, han pasado años desde que utilizaste tu voz por última vez - Ella lo miro dubitativa - Le pediré ha Shaman que haga una pócima para que puedas hablar con más facilidad - No sabía por qué le estaba ayudando. Él su enemigo, con quien combatía para proteger a Garu. - No sé, porque estabas llorando. Pero puedes hablar conmigo si quieres.
Ella suspiró, no quería hablar de aquello en ese momento. Se sentía desdichada por la vida que le había tocado vivir. Así que se acurrucó con las sabanas. Había roto su voto de silencio, pero ella pensaba que ya no era necesario. Que más bien fue un desperdicio haberlo hecho, el haberse privado de su voz. "Después de lo de hoy, no valía la pena seguir con ello. ¿No?", pensó.
Sintió como el ninja de la marca en el rostro se sentaba junto a ella - Él no vale la pena - lo escucho decir. El hecho de Abyo haya insinuado que Garu y Ring Ring tenían un noviazgo a escondidas destruyo gran parte de su corazón.
- Amo - uno de los subordinados de Tobe interrumpió por la puerta - Chief, necesita su presencia en la sala ahora mismo - Informó.
- Está bien ahora voy - el ninja de traje negro asintió con la cabeza y cerro con cuidado la puerta - Descansa tienes que recuperar tus fuerzas - le dijo.
- Y... Yo no qui...sier... a in...com...odar - Trato de decir. Se sentía rara al estar ahí. Después de todo siempre que él atacaba a Garu ella lo golpeaba y a sus secuaces.
- No te preocupes - se levantó y se dirigió la puerta - Aquí estas a salvo - el chirrido de la puerta cerrase detrás de él fue lo último que escuchó.
Contemplo el techo por unos minutos, se sentía confundida. Todo era muy extraño y tenía mucho en que pensar. A sus 18 años, nunca se había imaginado algo así. Qué es lo que le ocultan, esa pregunta taladraba en su cabeza. Pero no era la única, de que accidente hablaban y que tenían que ver sus tíos. Cuanto tiempo Ching y Abyo habían estado fingiendo ser sus amigos y ¿si nunca lo fueron?. Acaso toda la aldea estaba involucrada. Acaso las personas que decían quererla ¿no lo hacían?. Que tenía que ver ella en ese embrollo, que era lo que había hecho para que le sucediera algo así. Según recordaba nunca había hecho algo malo en su vida. O bueno nada tan malo que mereciera un castigo como este. Empezaba a dudar quien era ella en realidad, en su identidad, en su esencia, en ella misma ...
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Luz (Tobecca)
FanficLos pájaros cantaban, el sol estaba en lo mas alto del cielo. La aldea de Sooga había cambiado a lo largo de los últimos 10 años. Sus calles y sus casa habían sufrido la eminente llegada de la modernización. Aúnque algunos de sus ciudadanos aún se a...