Luz (Tobecca)

Locura

Los rayos del sol se colaban por la ventana cayendo directamente en mis ojos, lastimándome. Abrí perezosamente mis parpados, para darme con la sorpresa de que unos fuertes brazos me tenían atrapada. Estábamos tan cerca que su perfume me embriagaba, instintivamente me acurruque en su pecho y me deje llevar por su aroma. El sueño empezaba a volver a mí.

- ¿Estás cómoda? - pregunto mientras llevaba a su rostro a mis cabellos e inhalaba.

- No sabes cuanto - dije sin pensar. Él me atrajo más a su cuerpo. A pesar de que no sabía cuando se había metido en la cama y que sentía que su cercanía no me molestaba. Más bien me sentía protegida.

- Me alegra oír eso - no quería separarme, sentía la necesidad de estar con él y dejar que mi corazón vuelva a amar - Vuelve a dormir, aún es temprano - menciono.

- Me gustaría quedarme así todo el día - él rio. Me levanto la cabeza para poder verlo a los ojos, beso mi frente.

- Me encantaría cumplir tus deseos - le sonreí y deposito un casto beso en mis labios - Pero debemos comer - Salió de la cama, un rojo carmesí adornó mis mejillas al verlo sin camisa con su perfecto abdomen y sus fuertes bíceps, instintivamente bajé la mirada. Lo había lastimado la noche anterior y él se comportaba como si nada hubiera pasado. Me sentí la peor persona del mundo - Sé que es difícil para ti todo lo que ha ocurrido, pero ten por seguro que te protegeré con mi vida - Me abalance a sus brazos y uní nuestros labios. 

- Gracias - susurre - Quisiera poder .... Quiero intentar amarte... 

Una enorme sonrisa adornó su rostro - Haré que vuelvas a amarme como antes - Empezó a llenar mi rostro de cálidos besos, mientras yo reía con su gesto - No dejaré que te separen de mi otra vez - Junto nuestras frentes - Lo juro.

- No dejaré que me lleven esta vez, lucharé con todas mis fuerzas para mantenerme  tu lado. Y así poder tener una vida contigo - Rodeo mi cintura con sus brazos y hundió su cabeza en mi cuello.

Habían transcurrido varios meses, en los cuales abrí mi corazón al hombre que sabía que me amaba. No podía recordar cuando había sido tan feliz como ahora. Pasaba el día en los hermosos jardines que poseía la guarida principal, viendo lo maravillosa que es la naturaleza. A veces pillaba a Tobe verme desde la gran ventana de su despacho, yo le sonreía en señal de que estaba bien. Desde el día en que decidí aceptarlo  en mi corazón habían sido días maravillosos, en los cuales me encantaba cocinar a todos en casa, no quería quedarme sin hacer nada, a pesar de que él se había opuesto. Diciendo que otra persona se encargaría. Ahora me encontraba recostada bajo un gran árbol tratando de recordar aquello que la madre del pelinegro me había enseñado. 

- ¿Qué haces? - me sobresalte al escuchar a alguien detrás de mí.

- Payaso, me asustaste - dije mientras lo encaraba.

- Lo siento - se disculpó - Pero dime que haces, desde hace una hora que estás ahí sentada viendo tus manos. ¿Te has lastimado? Puedo llamar a Tobe si lo deseas.

Le sonreí - Estoy bien, solo trataba de recordar algo ...

- Quizás pueda ayudarte ...

- He tratado de recordar lo que me enseño la madre de Tobe, pero no recuerdo ni su rostro - dije frustrada - Por más que trato, no puedo. Eso me molesta.

-  Era un gran mujer - agarro una piedra del suelo y empezó a jugar con ella - Su vida no debía haber acabado como lo hizo - dijo para sí mismo en vez de a mí.

- Lo siento - desvié la mirada. Tratando de contener mis lágrimas por la culpa que sentía.

- No tienes por qué disculparte - había furia en sus palabras - Tú eres otra víctima de las circunstancias - me giro suavemente para volverlo a ver - Me alegra que hayas vuelto con nosotros. 

- Casi haces que llore - Shaman se había acercado a nosotros - Eres un idiota.

- No me digas así - se quejó, volvió hacia mí - Lo siento, no quería hacerte daño con mis palabras.

- No te preocupes - les sonreí. Shaman se apoyó en el árbol y miro hacia el suelo como si no quisiera verme. Algo me incomodo.

- Sobre tus recuerdos - dijo serio - Hay muy pocas posibilidades de que los recuperes. Estoy trabajan en como poder romperlo, confía en mí lo conseguiré - Sabía que mentía, pues no había forma de destruirlo lo sabía, pero con sus palabras no podía perder las esperanzas.

- Donde esta Chief - trate de cambiar de tema - Hace unas semanas que no la veo.

- El jefe la mando a comprar algunas cosas a una aldea que está lejos de aquí. Es un lugar donde solo se puede encontrar lo que el amo necesita.

- Entiendo - Sabía que Tobe se preparaba para la guerra, cosa que todavía no había ocurrido. Hay días en los que pienso que Garu y los demás me dejaran en paz, que nos dejaran en paz. Pero llegaba algún ninja con información y mi amado salía tras esa pista.

- Pronto regresará - Payaso trato de animarme - Estará muy feliz de verte, ya lo veraz. 

- No debe tardar en re..... - Mi vista se volvió borrosa, la cabeza empezó a darme vueltas. Escuchaba a lo lejos las voces de Shaman y Payaso que me llamaban. Entonces empece a toser, tan fuerte que la garganta me dolía y caí pesadamente al suelo. Sentía que me ahogaba, apoye mis brazos en el suelo, finalmente abrí mis ojos y una macha roja fue lo primero que visualicé. Un charco de sangre había frente a mí, era mi sangre, me desvanecí ...