El timbre sonó, acababa el examen de matemáticas. La verdad es que me había pasado la mitad de la hora mirando la hoja sin saber que poner en ella, cuando quedaban veinte minutos decidí hacer la mitad de los ejercicios o mejor dicho los que sabia hacer, cuando terminé de hacerlo lo entregué y saque mi blog de dibujo y empecé ha garabatear en la hoja en blanco.
El timbre sonó y miro el resultado de mis garabatos, había hecho a un hombre o mejor dicho la espalda de un hombre que miraba al lado, rodeado por oscuridad. Las manos las tenía manchadas así que me levanté de mi sitio y fui al baño.
En el instituto no era lo que se dice famosa ni mucho menos, no era animadora, ni popular ni buena en mis notas ahora que mi padre había muerto supuestamente en un atentado, mi padre se disponía a volver desde Londres cuando el autobús que le llevaba de Barajas hasta mi casa estalló en mil pedazos, veinte personas murieron en él.
Los profesores se habían comportado bien conmigo al principio después de esa semana empezaron a hablar conmigo sobre las notas, sobre que ya no estaba atenta en sus clases y que los exámenes no los hacia... La verdad es que me importaba poco las clases, los estudios, todo. En concreto solo me importaba mi madre, que al parecer lo estaba superando mejor que yo.
-¡Syrenia! espera, espera –me gritó Milla, la única amiga que he tenido en toda mi vida, ella es esbelta y alta, más que yo, su cuerpo es lo que todos los chicos describirían como cuerpo diez , no como el mío que es esbelto pero no tan perfecto como el suyo yo aparte no tengo casi pecho en cambio ella tuvo suerte al tener una talla 95 de pecho .
-Hola, Milla ¿Qué tal el examen de Mates?-pregunté esmerándome en sonar interesada.
-Bien, un 10 sabes que soy pésima en esta asignatura como tu –me dijo mientras nos dirigíamos a nuestras taquillas - Tía has oído lo de Scott, madre se me salen los ojos cada vez que lo veo –dijo apoyándose en su taquilla.
Scott es un chico que ha repetido tres veces pero que sigue siendo igual de popular que Miley Cyrus aunque se haya vuelto una p…
El es el típico chico guapo, popular que se le dan de miedo los deportes pero que catea sin dudar todos los trimestres la Física.
- y la baba Milla ¡cierra la boca!-dije riéndome.
- ¿Como esta Syrenia?, ahora te lo digo en serio llevas dos días sin comer –me dijo Milla cogiendome de la muñeca.
- Ya voy mejorando, ¿te apetece hacer pellas? me gustaría ir a la nueva tienda que abren a las 5, nos podemos saltar las dos ultimas horas –dije esperando a que me dijera que si.
- Vale, pero tengo que ir a lengua yo no puedo saltarme esa clase, nos vemos a las cuatro en el comedor –dijo dejando los libros en la taquilla y saliendo corriendo para la clase de lengua.
Dejé todos los libros en la taquilla y fui a la cafetería .Estaba casi vacía, algunos alumnos se habían quedado para estudiar pero otros como yo nos habiamos saltado las últimas clases.
Me senté en una mesa que estaba muy alejada de la puerta pero que estaba en frente del ventanal que daba al aparcamiento de coches.
Saqué mi blog y empecé a dibujar a Scott que estaba a unas cuantas mesas de distancia. No se lo que podía ver mi amiga en él aparte de su espalda ancha y sus ojos castaños .Empecé a hacer la cara a la perfección y las sombras del mentón cuando me di cuenta que tenia alguien detrás .
- Creo que me has hecho los ojos más oscuros pero esta genial, ¿Cómo es que no estás en artes?-me dijo Scott sentándose a mi lado y cogiendo mi blog. Estaba es shock, que vergüenza.
- Ah, lo siento, me llamo Scott pero creo que ya lo sabes vamos a algunas asignaturas juntos –dijo dejando el blog en la mesa y dándome la mano que acepte.
-Si, se quien eres, ¿Quién no sabe quien eres?-dije por fin desviando la mirada a mi dibujo.
-No es perfecto pero es bueno, me podrías hacer uno si quieres –dijo
-No eres tan engreído como aparentas ¿sabes? supongo que es para alejar a la gente-digo sin venir a cuento.Él me mira.
- En verdad es que no aguanto a la gente, no entiendo por qué todo el mundo quiere estar a mi alrededor cuando yo solo quiero paz –dijo mirando hacia el ventanal.
-Debe ser horrible ser el centro de atención –dije burlándome de él.
-Preferiría ser invisible. Me tengo que ir, ha sido un placer poder hablar contigo –dijo levantándose.
-¿No me vas a preguntar mi nombre ni nada? –dije mirando como se colocaba la mochila a sus espaldas.
- No por que ya se tu nombre, Syrenia. y hazme un favor, no hagas tantas pellas que la profesora de historia le va a dar un ataque al corazón al no tener a su niña preferida en clase –dijo despidiéndose con la mano mientras se alejaba.
Vi como se alejaba y le perdí de vista tras pasar las puertas que daban al pasillo.
Casi nunca hablaba con chicos y siempre que lo hacia metía la pata o me quedaba en blanco. Por primera vez creo que no había tartamudeado.
ESTÁS LEYENDO
ZERO
JugendliteraturSyrenia es una chica normal que vive junto a su madre y su mejor amiga, Milla. Su padre ha muerto en un atentado, pero en realidad ha sido asesinado. Ella buscará venganza y se infiltrará en el bando de los agentes ESM (espías del sistema mundial)...