ZERO

12. Yo no te prometí nada

Miro el resultado de este dibujo, es perfecto para mí, me hace ver todo lo que es Duke, alguien duro emocionalmente, alguien que esconde todos sus sentimientos, alguien físicamente fuerte y sin duda hermoso para todo aquel que tenga ojos.

Eran las 8 de la tarde así que me levanté y decidí tirar unos cuantos cuchillos para desestresarme.

Siempre me venían  las mismas preguntas a la cabeza ¿Dónde estarían Milla y Scott?  ¿Su romance continuaba? ¿Mi madre estaría bien?

Me habían dicho que podía llamar a mi madre pero Duke no me había dejado utilizar el móvil que me habían dado y el ordenador no lo había vuelto a ver.

Deje de tirar cuchillos y me dirigí al ascensor. Decidí buscar la habitación de Duke así que presione el botón del ascensor. Me metí en el ascensor, solo había dos botones así que le di al primero.

¿Syrenia seguro qué quieres hacer esto? No, pero quiero hablar con mi madre y no voy a esperar más.

Las puertas se abrieron, daban directamente a la habitación. Su habitación estaba ordenada y era igual de grande que la mía, también tenia el mismo color gris oscuro, lo único que destacaba eran la docena de armas colgadas de unas de las paredes igual que el ordenador que estaba  encima de la mesa y mi portátil al lado.

Entré en la habitación y fui a por mi ordenador ¿si lo cogía sabría que he sido yo? mierda.

El sonido de la ducha me hizo entrar en razón y el pánico acudió a mi cuerpo. No tenia ninguna escusa, bueno la tenia quería hablar con mi madre y no me iría de aquí sin convencerle.

Así que me tumbé en su cama y seguí dibujando en mi blog.

La puerta del lavabo se abrió a los quince minutos.

-¿Qué es esto? Alex que haces aquí –dijo un Duke con el pelo empapado, se encontraba con unos pantalones de chándal grises que dejaban ver sus boxes de color negro y si os preguntáis si llevaba camiseta la respuesta es no. Su abdomen marcado era imposible no mirarlo pero también el tatuaje que llevaba en el costado derecho y que le lleva basta la cadera “siempre fuerte “.

-ummm-carraspeó  Duke haciéndome que volviera a la realidad.

-he venido primero para que me dejes llamar a mi madre y segundo para que me devuelvas el ordenador-dije sentándome en su cama.

-lo primero me lo pensare y lo segundo no te lo mereces –

-¿Cómo que no me lo merezco? He  mejorado y lo sabes y Jake  me prometió que podría llamar a mi madre, me lo prometisteis-

-yo no te prometí nada, Alex, y ya te puedes ir de mi habitación –me cogió del bazo y me metió en el ascensor.

-déjame llamarla solo cinco minutos para saber como esta, qué te cuesta Duke-

-me cuesta soportarte, Alex-pulsó el botón para que se cerrasen las puertas.

Antes de que se cerrasen las puertas dije-  je suis desolé, s´il vous plait (lo siento, por favor perdóname)-él vivió abrir las puertas.

-¿Qué has dicho?-me miro Duke.

- je suis desolé -le volví a repetir.

-¿has estado practicando? tú  acento ha mejorado mucho. Mañana no tendrás entrenamiento haz lo que quieras pero no vuelvas a entrar en mi habitación sin mi permiso-Duke dió al botón y subí.

POR DUKE

Esta chica cada día me sorprende más, a mí en la vida se me habría ocurrido pedirle nada a  mi entrenador.

Supongo que también yo me he pasado esta semana con ella, tendría que haberla dicho que la perdonaba pero eso sería demostrarle que me  ablando demasiado rápido.

Abro el armario y saco una camiseta negra y me la pongo, voy al baño y cuando termino de secarme el pelo, que está demasiado largo para mi gusto,  vuelvo a la cama.

Donde antes estaba Syrenia ahora descansa un dibujo. Soy yo, salgo golpeando un saco de boxeo, parezco muy serio y salta a la vista que soy una máquina de matar. ¿Así es como me ve ella? Si supiera la verdad, todavía tengo tiempo, se lo diré.

El móvil suena, me acaba de llegar un mensaje de Jake.

Duke se acabó el tiempo dentro de un día tendrás que traerla al punto de encuentro, seguro que has hecho todo lo que te dije, despídete de ella y cuéntale todo lo que va a pasar desde que la dejes. No se has duro con ella.

                                                           Jake

El tiempo no está a mi favor. Mañana le tendré que decir toda la verdad.