ZERO

4.¿Quieres saber la verdad?

Llegué al restaurante junto a mi amiga eran las 15:25 y no estaba el chico del autobús.

Me dieron una mesa en una esquina y a Milla dos mesa más atrás,  ella estaba más nerviosa que yo y se notaba porque no dejaba de mover la pierna.

Mi móvil marcó las 15:30 y nos miramos mi amiga y yo, en ese mismo instante el chico apareció. Ya no llevaba el traje, llevaba una camisa y unos vaqueros ajustados negros que iban a juego con su abrigo y zapatos de vestir.

Preparé el número de emergencias y encendí la grabadora del móvil.

-Hola –dije muy  seca cuando el se sentó delante mía, tapándome a Milla.

-Hola Syrenia te veo muy guapa –dijo mientras sacaba unas carpetas y las ponía encima de la mesa.

-¿Por qué me llevas siguiendo todo el día?-dije, no quería que me notara nerviosa pero que supiera mi nombre… ¿Quién era?

-No haces las preguntas adecuadas Syrenia –

-Dime entonces cuales son –dije mirándole.

-Empecemos,  pero antes quiero asegurarme de que tu amiguita no nos interrumpirá. Se llama Milla ¿no?-preguntó.

-Si, y no lo hará a menos que me vea en apuros –dije

-No estás en apuros estas con un amigo aunque tu no lo sepas, mi nombre es Chris aunque muchos me llaman Diez, soy un amigo de tu padre –

-Me da igual como te llames, mi padre nunca me hablo de ti, ¿cómo se que no me estas engañando?–

-No te estoy mintiendo,  por eso he traído esto –dice Chris señalando las carpetas que estaban encima de la mesa.

-¿Qué hay dentro de las carpetas? – pregunté con curiosidad.

-Información,  pero antes de que te la enseñe: uno llamarás a tu amiga y se irá; dos apagarás la grabadora que esta encendida -dijo Chris muy serio.

-No haré ninguna de las dos cosas,  puede que quieras matarme –

-No, quiero que seas mi amiga, mi…aliada, etc. etc. Bueno y ¿si te digo que tu padre no murió realmente en un accidente?, fue un asesinato Syrenia-dijo seriamente, sabia que no me estaba mintiendo.

-¿Eres policía?-pregunté.

- No exactamente, pero por el estilo –dijo sonriendo.

Llamé a mi amiga y le dije que esperase fuera del restaurante, cuando Milla salió puse el móvil encima de la mesa y lo apagué.

-¿Contento? Ahora, Chris, cuéntame para que has venido –exigí.

-¿Tu padre que era?-me preguntó.

-Era empresario –dije automáticamente, sin pensarlo.

-Eso es lo que te contó. Ahora la verdad es la siguiente: tu padre es… era un agente de mi agencia CAZM era el mejor, él era un magnifico  científico y estaba construyendo un arma para mí cuando los agentes de ESM lo mataron, esa es la verdad –no podía creer lo que decía, mi padre… ¿científico? ¿Agente?

-¿Piensas que me crea eso?, cuéntaselo a otra chica –dije, hice el intento de levantarme pero cuando me fui a levantar el me cogió de la muñeca.

-Todo esto que te estoy contando es verdad, mira –me tiró la carpeta. En ella había un montón de fotos, desde joven hasta hace unos meses atrás, en aquellas fotos aparecía mi padre con armas y junto a otras personas, en la ultima foto aparecía con Chris…

-¿Por qué me cuentas todo esto? para hacerme llorar, muchas de estas fotos podían estar retocadas-dije tirando la carpeta.

-Ninguna es retocada,  él era muy buen amigo mío, Syrenia y siento su pérdida tanto como tú, estoy aquí para que me ayudes –

-¿Ayudarte en qué?-dije

-Lee esto, son todos los documentos de tu padre y este diario lo escribió él, yo no lo he leído eso te confirmara que todo lo que te he dicho era verdad, cuando termines de leerlo, toma –me dio una carta.- Nos veremos pronto –

-¡¿¡Pronto?!?-dije confusa.

-Cuando hayas terminado de leer eso solo querrás hablar comigo, esa carta que te he dado te dirá donde encontrarme, no llegues tarde –Desapareció.

Yo Salí corriendo del restaurante, Milla me esperaba fuera.

Solo le conté lo mínimo que era un amigo de mi padre y que solo quería contarme unas cosas de él.

Milla sabia que la estaba mintiendo pero no me preguntó más sobre el asusto.

En cuanto llegué a casa saludé a mi madre y fui directa a mi cuarto, hice los deberes y cuando me iba a ir a la ducha para relajarme vi la carpeta y el supuesto diario de mi padre.

-No pierdo nada por leer unas cuantas hojas –me dije para mi misma, el caso que no fue ni una ni dos paginas las que leí todas y cada una de las hojas que.