15. Peligroso

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 No sabía donde estaba, sólo sé que estoy en un banco de un parque, con las rodillas en el pecho y el pelo ocultándome la cara para que la gente que pasa no me vea llorar pero era imposible ocultar los gemidos y sollozos que emitía mi garganta.

Estoy muerta de frío pero mi mente no esta aquí, esta muy lejos, en mi tierra pensado en la madre de Milla y  en la familia de Scott.

No era posible que ellos estuvieran muertos ¡no!

¿Cómo ha podido suceder esto? Decían que haba sido ocasionado por una fuga de gas. No me lo creo, no.

¿Y si ellos había muerto por mi culpa? Milla sabia mi secreto ¿ellos la habrían matado por saber esto? Pero no tenia sentido que mataran a Scott el no sabia nada.

Unos pasos me hacen despertar de mi ensoñación.

-¿Alex?-siento sus manos que me rodean.

- estás congelada- siento que me coloca su abrigo alrededor, pero yo se lo tiro, no quiero nada de él.

-Alex mírame-se deshace de mis manos y me coge de la cara, como ya no tengo fuerzas para retirarme cierro los ojos.

-déjame-digo en un susurro.

-te dejare cuando no me importes y dejes de hacer estas estupideces-me levanta del banco  y me abraza. Pasan unos minutos y ya entro en calor.

-quiero un tatuaje-digo con mi cara apoyada en su pecho.

-¿Qué has dicho?-me pregunta Duke que no me ha entendido  y me aleja un poco de él.

-quiero un tatuaje ahora- él me mira.

-de acuerdo-me quita las últimas lágrimas que están en mis mejillas y me pone el pelo detrás de mis orejas.

Recoge su chaqueta del suelo, se la pone y a mi me coge en brazos. Empezamos a andar…

Llevamos un buen rato andando y él no se cansa de llevarme en brazos, seguro que me tenía asi para que no vuelva a salir corriendo. Mi consciencia me esta regañando por lo mal que me he comportado y por lo que  él  había tenido que sentir al no encontrarme en el cibercafé, se ha tenido que poner histérico buscándome.

-ya hemos llegado-me pone en el suelo y justo cuando voy a entrar me coge de la mano.

-¿tenemos que hablar?-me mira a los ojos que ya no tienen ninguna lágrima.

-¿y cuando tu y yo no “tenemos que hablar”?-intento sonreír y cogidos de la manos entramos a la tienda de tatuajes.

-buenas noches chicos-dice en alemán un chico de la edad de Duke con todo el cuello lleno de tatuajes.

-hola, me quería hacer tres tatuajes-le digo.

-te saldrá caro niñita este local de tatuajes es la mejor de  la ciudad-dice acercándose a mi.

-da igual lo que cueste-dice Duke adelantándose.

-¿y tu niñita tienes edad para hacerte tatuajes?-me mira con un sonrisa demasiado grande.

-si-dice Duke muy serio.

-pues empecemos-se da la vuelta y sale por otra puerta.

-yo me quedo aquí- dice Duke mientras me mira.

-puedes entrar conmigo a mi me da igual -le dejo de coger de la mano y seguimos al chico del tatuaje en el  cuello.

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