Entro en el avión y me encuentro que todo esta vacío, no hay absolutamente nada. El interior esta vacío y deja ver la estructura de metal del avión para cargas militares, a mi izquierda está la puerta que da a la cabina por la que entra uno de los agentes.
-¿Alex, no? Siéntate o lo que quieras, va a ser un trayecto muy largo. A la hora de comer os llevaremos la comida, te recomiendo que duermas porque cuando lleguemos empezará la acción-me dice el segundo agente que desaparece por la puerta de la cabina.
Me giro y al verla entiendo el “os traeremos comida”.
Es una chica de mi estatura, aunque como está sentada no estoy del todo segura; su pelo es rubio natural y es guapísima, no lo dudo; su piel está bronceada lo que le da un punto mas intenso a sus ojos verdes.
Dejo de mirarla y me siento justo enfrente de ella. No parece que me quiera hablar pero no me deja de mirar. Yo por lo menos cuando la miro disimulo mucho mejor.
Decido cerrar los ojos y dormir todo lo que pueda ya que cuando lleguemos a donde piensen llevarnos no nos dejarán dormir.
Mi estómago empieza a gruñir y me despierta, os juro que si no seguiría dormida.
No sé cómo, pero he terminado tumbada en el suelo del avión. Mi cuello está dolorido después de tantas horas en la misma posición. Miro el reloj de mi mano y no puedo evitar sorprendente. ¡He dormido casi ocho horas!
Ocho horas de vuelo, ¿¡donde coño nos están llevando!? Me froto los ojos con las mangas de la cazadora, pero al instante dejo de hacerlo al recordar que llevo el maquillaje puesto. Mierda.
Me incorporo y me doy cuenta de que hay una bandeja a mi lado.
En ella hay una manzana, un bocadillo y una botella de agua. Justo cuando me estoy terminando las últimas gotas de agua me doy cuenta de que la chica que está delante de mí está despierta, y por la pinta que tiene me da a mi que no ha dormido nada: parece asustada y de los nervios.
Dejo el corazón de la manzana y la botella ya vacía en la bandeja.
-Deberías dormir-digo dando vueltas a la pulsera que llevo en la muñeca, la que mi regaló Milla.
-¿Qué? Ah sí, no puedo-me dice ella con un extraño acento inglés.
-¿Por qué? Aquí nadie te va hacer nada-digo
-Ya lo sé pero todo me parece tan...
-Irreal-termino por ella.
-Aún no me creo que sepa hablar en inglés-dice pero por su expresión pienso que me acaba de decir algo que no debería.
-No pasa nada, yo tampoco sabía-le digo para que no se sienta mal.
-¿Cuánto crees que queda para que lleguemos?-me pregunta ella.
-No tengo ni idea pero, ¿que te parece si mientras esperamos a aterrizar, en cualquier sitio a donde sea que nos lleven, nos conocemos?-me levanto y me siento a su lado.
-Mi nombre es Alexandra Morgan –digo. Le ofrezco mi mano y ella la estrecha.
-Sofía, solo Sofía. ¿Cuántos años tienes, Alexandra?- se gira para mirarme.
- 22 años es lo que dice mi carnet ¿y tú?
-25 años. Creo que es lo único junto con donde nací que no han cambiado de nosotros. Me siento otra persona-
-Somos otra persona. ¿Cómo te sacaron de tu otra vida? Si se puede preguntar.
-Mis padres murieron cuando era pequeña y estaba siendo criada por mi abuela hasta que murió hace una semana. Vinieron a por mí al trabajo. Era un día normal, no había mucha clientela en la tienda de ropa donde trabajo. Una señora se acercó a preguntarme algo cuando me puso un pañuelo en la boca. Al día siguiente estaba en el centro de entrenamiento donde he estado metida una semana- dijo mirando la puerta de la cabina del avión.
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ZERO
Novela JuvenilSyrenia es una chica normal que vive junto a su madre y su mejor amiga, Milla. Su padre ha muerto en un atentado, pero en realidad ha sido asesinado. Ella buscará venganza y se infiltrará en el bando de los agentes ESM (espías del sistema mundial)...