STAY (Stalia)

Rareza

— Y Stiles? - Me pregunta Lucy mientras baila en su lugar.

— Fue al baño - Le contestó y doy un trago a mi bebida. — Ahora que lo pienso se fue hace como 20 minutos... Debería ir a buscarlo? - Le preguntó algo confundida (Quizá ebria).

Pone su cara pensativa.

— Claro vamos - Me contesta y me toma de la mano para salir entre la multitud.

Ambas caminamos unos cuantos metros hasta llegar al patio.
Hay un montón de confeti, espuma y vasos de cerveza regados por el césped... En momentos como este adoraba no usar zapatos altos.
Doy unos cuantos pasos más y siento cómo mi cabeza y todo en mi da vueltas hasta el punto de nublarme la vista.
Pierdo el equilibrio y comienzo a tambalearme.

— Wow estas realmente ebria Malia, cuantas bebidas tomaste? - Me pregunta Lucy mientras hace los intentos por mantenerme de pie.

En ese momento la verdad es que no lo recordaba; pero más de unos tres no...

— Dos... Solo dos - Le contesto y me dejo caer en el césped lentamente con la espalda recargada en la pared.

Lucy se lleva ambas manos a la cintura pero ahora no para hacer una pose sexy si no para tomar ese tipo de postura que toman los padres cuando están asombrados y enfadados por algo que acabas de hacer o hiciste a punto de darte un buen regaño.

— Iré por Stiles, no te muevas de aquí - Me dice apuntándome con el dedo de forma "imponente" pero sin dejar de ser ella para convertirse en mi padre.

— Si, anda - Le contesto con la boca adormecida y los ojos casi cerrados.

Niega con la cabeza y se va.

Sentía que mi cuerpo estaba atado a una gran roca y que la cabeza me daba vueltas.
Los ojos me arden un poco y se me comienzan a cerrar por más que quiera abrirlos y las ganas de dormir se me vuelven irresistibles. Necesito mi cama.
Por un momento el vibrar de la música de adentro me resultaba una canción de cuna cálida y relajante  hasta que alguien comenzó a acercarse a mí según los pasos que escuchaba.
Abrir los ojos no me apetece así que mejor me limitaré por preguntar.

— Lucy? Stiles? - Pregunto y arrugo la cara.

De inmediato noto un olor a cigarrillos baratos y colonia masculina costosa.

— Quien diablos eres? - Preguntó de forma grosera y con las palmas de las manos me sangoloteo el rostro.

— Barrie - Me contesta una voz grave y a la vez fina.

Podría estar lo más ebria posible pero sabía que era lo que acababa de escuchar. Barrie.
De inmediato abro los ojos... Es el..., es Barrie. Me pongo de pie.
Sus ojos están analizándome de arriba a abajo mientras que yo sigo pasmada por este encuentro. Quisiera haber bebido tanto como para alucinar este momento; pero era evidente que era el... Tenía los mismos ojos azules tan oscuros como para pensar que eran pupilentes, tenía el cabello corto a los lados pero por la parte de arriba algo más largo formando un copete alucinante; sus ya carnosos labios tenían un color entre rojo y rosado y la ropa oscura y levemente entallada provocaba que se le marcarán los músculos del abdomen y brazos. Ahí me di cuenta de que su faceta de niño malo no era una faceta...

— Te ves hermosa - Me dice con voz suave y respetuosa.

La verdad no tengo ni la menor idea de qué hacer o decir; la mayoría de las veces optaba por maldecir al que me dijera algo así porque siempre era Devonn pero... Barrie?