STAY (Stalia)

Retenidos

Flash-back
(Narra Stiles)

La última capa de polvo me esperaba en él estante de la sección 2-A.
Exprimí los excesos de agua del paño y lo pase por toda la superficie de los estantes polvorientos de forma rápida y envolvente mientras que miraba como las manecillas de reloj avanzaban en dirección a la derecha,
10:45 pm según este... Tenia que darme prisa si quería alcanzar él autobús de las once.
Pase una última vez él paño húmedo por los estantes y después lo metí al balde de agua y jabón que tenia al lado para después caminar escaleras abajo e ir cuarto de mantenimiento para tirarle él agua y dejar las cosas en su lugar, después de un par de minutos mas mientras hize cada una de las cosas rutinarias como acomodar los detergentes, dejar los libros en los carritos de préstamo y demás fui por mi mochila a la oficina del señor Wayne.

— Aqui tienes hijo - Me dijo este a la vez que me entregaba la paga de la semana, 70 dólares.

Apenas estaban entregándome él dinero y ya sabia perfectamente en que lo gastaría: los medicamentos de papá y si sobraba algo compraría un par de camisetas nuevas para ambos, ahora debía volver a casa y hacer la tarea de que fuera muy tarde.

— Gracias señor Wayne, nos vemos mañana - Dije con amabilidad y guarde él fajo de billetes en la bolsa trasera de mi mochila.

— Claro, vete con cuidado Stiles ya es tarde - Respondió él con la misma amabilidad que antes.

Yo trabajaba en la biblioteca como ayudante todas las tardes después de la escuela, acomoda libros, hacia la limpieza de estantes y pisos y de vez en cuando atendía él mostrador y aunque la paga no era mucha era de gran ayuda para mi, mi padre; él sheriff del condado recibió una bala pérdida en él pulmón derecho seis meses atrás mientras hacia un operativo cualquiera, este le perforó el pulmón de tal forma que dejó un daño irreparable. Ahí tuve que buscar la forma de ganar dinero sin tener que dejar la escuela ni descuidar mucho mis notas, entonces convencí al señor Wayne de dejarme trabajar con él.

— Oye Stiles, saluda a tu padre de mi parte - Dijo él señor Wayne antes de entrar a la pequeña oficina del fondo.

— Claro - Contesté.

Entonces me coloque bien la mochila sobre los hombros y sali del lugar, comencé a caminar por la acera, la calle se veía tan sola y tan fría que las pocas personas que llegaban a pasar a mi lado parecían ser simples reflejos o espejismos, él frío que hacia en él momento era por mucho él mas tenue posible en comparación a la leve brisa de viento que a momentos pasaba por él lugar llevándose consigo las hojas caídas y secas de los árboles. Estaba oscuro como era de esperarse al ser ya casi las once de la noche, lo único que alumbraba la calle era la radiante luz de la luna y los faroles posados en las esquinas de las calles delanteras, los locales de comida y demás ya estaban cerrados o por hacerlo y se veian pasar un par de autos cada cierto tiempo, lo único que se escuchaba en ese silencio un tanto misterioso era él eco del sonido de mis pasos al caminar sobre él asfalto húmedo por la lluvia de horas atrás, mi sombra reflejada en él suelo a la par de estos era lo único a mi lado en mi camino.

— Vamos Natali yo las puse sobre la alacena, busca de nuevo - Decía una señora al teléfono que caminaba con prisa, estresada y agotada después de lo que parecía una larga jornada de trabajo por su uniforme de camarera del restaurante chino de la calle 5.
Poco a poco su voz fue desaparecido a medida que ambos caminamos en diferentes direcciones, se veía una que otra pareja caminar al otro lado de la calle y una que otra persona sola por ahí.
Sonidos de pisadas tras de mi comenzaron a entrar en él ambiente pero vamos, estaba caminando por la calle al igual que cientos de personas lo hacían día con día; solo es otra persona mas. Pensé.