STAY (Stalia)

Juego sucio

Después de mi encuentro un tanto incómodo con Barrie y Devonn les deje claro a ambos que si alguno decía alguna estupidez por mas mínima que fuera le patearía él trasero (Eso se lo dije a Devonn) y que yo podía defenderme sola (A Barrie). Ahora estoy en la clase de Literatura que gracias al cielo no tenía con nadie conocido.
Concentrarme me resulta difícil, fuera de lo emocional tengo los ojos hinchados y la sensación de que en algún momento ya no soportaré él peso de mi cabeza y me estampare contra algún pupitre del cansancio.
Suena la chicharra lo cual me saca de mis pensamientos.

— Y quiero ese proyecto eh jóvenes! - Exclama la profesora guardando su taza de los "Beatles" en su portafolio después de darle él último trago que quedaba de su café en él fondo de esta.

Mierda cual proyecto?.
Tomo las pertenencias y salgo del aula para caminar ahora por él pasillo.
Todo se veía tan normal... Mis compañeros caminando por ahí; riendo y platicando entre si como cualquier día..., claro, para ellos así era; un día normal, común y corriente como todos. A ellos no se les estaba cayendo él mundo a pedazos...
Vamos Malia deja de pensar en eso.
«Sabia que por mas que quisiera no lo haría».

Camino hasta llegar a mi casillero y giro la ruedita con los dígitos color blanco marcados en ella, escucho él crujir de la puertesilla abrirse y meto algunos de los libros y carpetas en mi mochila.

— Malia - Dice Barrie apareciendo de la nada junto a mi.

Ahí estaba; con esos pantalones oscuros de mezclilla, las botas estilo militar color arena que en algunas ocasiones eran negras o grises, sus camisetas levemente entalladas que casi siempre eran en tonos grises, negros, rojos, blancos o azules que en este caso era una color gris con una franja grande en color negro que abarcaba desde él cuello hasta la mitad de los hombros y otras dos mas pequeñas en la mitad de los brazos y del pecho. Tenía las mangas recogidas por enzima de los codos dejando ver una parte de su primer tatuaje; la cara de un coyote que para él representaba poder pero a la vez sensibilidad y lealtad. Trae un reloj que por él dibujo del fondo es de la marca puma y su olor es él de una colonia varonil costosa disimulando él olor a cigarrillos baratos que aun se alcanzaba a persivir. Así era Barrie.

— Creí haber sido clara contigo Barrie - Le contesto sin mirarlo mientras guardo los últimos libros.

— Y yo creí que sabias que soy un idiota que no sigue indicaciones - Me contesta con educación y una pizca de sarcasmo acompañadas de un pícaro guiño de ojo.

Cierto. Barrie es tan terco como yo.

Cierro él casillero y entre cierro los ojos con él entrecejo fruncido y la mirada que decía "No seas idiota" a quien se la dedicaba, en este caso a Barrie.
Me hace un leve puchero de resignación y niega con la cabeza.

— Tengo clases Barrie - Digo y me volteo para salir de ahí.

Comienzo a caminar dejandalo atrás de mi. Entro al aula de Biología donde ya están la mayoría de mis compañeros incluyendo a Lucy...
Dejo las cosas en mi pupitre y pongo la mochila en suelo al lado de la silla.

— Malia - Dice Lucy con alivio al otro lado del aula y deja a Scott para caminar hasta mi lugar. — Malia por favor, como estas? - Me pregunta de forma preocupada poniéndose de pie frente a mi pupitre.

Demonios. Tenia la mente en blanco.

— Estoy bien - Le contesto de forma seria.

Suelta un suspiro y aprieta los párpados para después sentarse en él pupitre de al lado.