Capítulo 22: Malas suposiciones

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-¿Te encuentras bien?- le preguntó Christopher.

Maite no pudo evitar mostrar una sonrisa.

-¿Cómo sabes mi número?- le preguntó ignorándolo.

-Me lo pasó Luis. Aunque no te dije nada me quedé preocupado por el tema de Rodrigo y le pedí que me llamara por cualquier cosa- dijo Chris avergonzado.

Dulce sentía que su corazón se ensanchaba ¡Se preocupaba por ella! Quería gritar de felicidad.

-Ah- fue capaz de responder.

-Dime que pasó con Rodrigo- pidió preocupado.

Dulce le contó lo mismo que a Maite.

- ¿Tú como te encuentras? ¿Dónde estas ahora?-.

-Me encuentro mejor ahora -"Por tu llamada" quiso agregar- y me vine a la casa de Maite. No quería encontrármelo-.

-Que bueno que estés bien-.

-¿Cómo llegaste?- preguntó Dulce. Tenía tantas ganas de hablar más.

-Bien, pero hace un calor como de 40 grados. Siento que me voy a derretir- dijo riendo.

-Por lo menos estas lejos de todo este alboroto de ciudad algunos días-.

-Si, oh espera un segundo Dulce -Christopher habló con otra persona en inglés- Me tengo que ir, ya llegaron los turistas. Emm.. Nos vemos el miércoles, acuérdate que es mi cumpleaños-.

-No me olvidaré- sonrió.

-Está bien, duerme bien princesa, ya todo pasará-.

-Tu también- y cortaron ambos con una sonrisa.

-¡Ves que parecen una pareja!- dijo Maite divertida.

Dulce se puso seria.

-¡Bueno pero no lo somos!- admitió.

-Entonces me admites que si parecen una- le tocó la nariz.

-Solo nos preocupamos uno del otro ¿Es tan raro eso?-.

-No, para nada, de echo me gusta, pero tu eres la que no lo quiere admitir-.

-No, porque cada vez que digo eso me ilusionó y salgo perdiendo. No hay que estar cambiando las cosas de como están ahora- concluyó.

-Pero...-.

-May neta que no quiero hablar del tema ¿Ok? Somos amigos y vecinos. Punto-.

Hubo un rato de silencio.

-¿Ya te sientes mejor por el sueño con tu mamá?- preguntó Dulce cambiando de tema.

-¿Qué sueño?- preguntó confundida.

-El que nos contaste hoy en el almuerzo-.

-Ah -se acordó Maite- si, ya se me pasó- dijo un poco incómoda.

Dulce no le creyó del todo.

-¿Segura?-.

-Ay Dulce ¡Que intensa eres! Mejor veamos una película-.

Después de eso Dulce y Maite se quedaron hasta las tres de la mañana viendo películas y conversando de temas más banales y ligeros. Ambas se quedaron dormidas en el sillón.

A la mañana siguiente se despertaron a las 11 de la mañana y tomaron desayuno tranquilamente.

-¿Cómo piensas llamar a la bebé ahora que sabes que es mujer?- preguntó Dulce curiosa.

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