Dulce camino a casa con su bicicleta al lado, se demoraría el triple pero no le importaba. Necesitaba pensar. No podía creer que todavía Christopher nunca había planeado quedarse, solo le mintió. Le mintió y no lo quería ver nunca más, deseo que se haría realidad en apenas tres días. Todavía no le entraba del todo en la cabeza. Por eso le había insistido tanto a Paula que se quedara en su departamento por el tiempo que quisiera. Tenía todo planeado para irse, menos el avisarle a su novia, claro.
Dulce llegó a su hogar cuando estaba atardeciendo, un momento del día que le encantaba. Pero que ahora solo le daba recuerdos con Christopher... maldito idiota. Se había metido demasiado profundo en su corazón.
Christopher escuchó la puerta abrirse y fue directo a recibir a Dulce con un abrazo pero cuando la vio con el cabello desordenado y los ojos hinchados supo que algo había pasado.
-Dulce amor ¿Estás bien?- preguntó yendo hacia ella.
-No te me acerques- lo amenazó.
-¿Qué pasó?- se sorprendió por la brutalidad que le había hablado.
-¿Qué pasó? Lo que pasó es que me viste la cara de idiota Christopher- y le tiró el sobre con violencia al pecho.
El lo tomó y lo abrió mientras se creaba un ambiente de silencio. Dulce sentía como se agitaba más y más la rabia en su cuerpo.
Cuando Christopher cambio su expresión porque ya había leído el contenido del sobre Dulce empezó a gritarle sin darle tiempo para decir una palabra.
-¡Eres un maldito mentiroso! ¿¡Qué esperabas!? ¿¡Que llegará el domingo y te fueras sin decirme nada!? Ibas a hacer tus maletas mientras yo estuviera durmiendo esperando a que despertaras a mi lado cuando en realidad te ibas del país. Has caído muy bajo Christopher Uckermann. Cuando me cambié de casa también fue para vivir una vida sin mentiras ¡Pero que va! No si parece que la cosa es repetitiva- y le empezó a tirar cojines del sofá.
-Dulce no escúchame por favor- le tomó el brazo tratando de calmarla pues estaba como loca.
-¡No me toques con tus sucias manos de mentiroso!- le gritó mientras se safaba bruscamente. Lo que hizo que se resbalara con uno de los cojines que se encontraban en el suelo y se cayera chocando su frente con la punta del sillón.
-¡Dulce!- gritó Christopher que no había alcanzado a reaccionar y parar el golpe.
Para ella todo se volvió negro.
Dulce abrió los ojos lentamente y vio una luz blanca que la cegaba.
-Apaguen la luz por favor- dijo con una voz ronca.
-Dulce Dulce ¿Estas bien?- escuchó una voz a lo lejos. No podía discriminar quien era.
-¿Dónde estoy?- preguntó moviendo la cabeza.
-Estas en el hospital. Te caíste y luego perdiste el conocimiento. Te hiciste un golpe muy duro en la frente- dijo una voz conocida. Dulce se tocó la frente y efectivamente tenía un parche.
-Au- se había tocado la frente muy fuerte.
Se refregó los ojos para aclarar su vista y se dio cuenta de que la persona que estaba al lado suyo era Christopher.
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Piso 5
Teen FictionDulce sabía que había hecho lo correcto. Había tenido todo su futuro planeado con su ex prometido, pero ella se enteró que tenía una amante y lo dejó de un día para otro. Toda su familia había estado en contra de su decisión: -Tu futuro es más i...