Tocaron el timbre de Dulce a las ocho de la mañana.
Ambas amigas estaban plácidamente durmiendo en la cama y ninguna tenía la intención de levantarse.
-¡Duuuuuul! El timbre- dijo Maite con voz adormecida tapándose con la sábana.
-Abre tú, me despertaste en la noche muchas veces por tus idas al baño- alegó Dulce.
-Estoy embarazada no es algo que pueda controlar-.
-Ponte pañal- propuso Dul.
-Ja ¿Estás de broma no?- preguntó destapándose.
-Tu eres mi invitada tienes que ir- y se dio la vuelta.
-Es todo lo contrario, se supone que me debes de atender- comentó Maite.
-Quizás se vayan si dejamos de tocar- propuso Dulce.
-Puede ser ¿Sabes quien toca el timbre a esta hora?-.
-No de seguro están equivocados. Pero te juro que si no siguen dejando de tocar el timbre como enfermos me van a conocer a mi- amenazó poniendo la almohada en su cara.
Pero el timbre no paró de sonar. Dulce se levantó enojada a abrirles la puerta.
-¡Malditos desgraciados poco empáticos hijos de su..!- Dulce abrió la puerta y vio a un grupo de personas vestidas de negro que hizo que se le llenara la cabeza de preguntas y no pudiera terminar la frase.
-¿Quienes son ustedes?- preguntó frunciendo el entrecejo.
-Hola. Yo soy Paul y soy asesor de imagen. Y estos son maquillista, peluquero, masajista, podóloga y modista -dijo un hombre rubio apuntando hacia las otras personas que estaban a su lado- ¿Tu eres Dulce verdad?-.
-Si pero... -no la dejaron terminar y sin decir nada entraron como Pedro por su casa a instalar sus cosas.
-Wow wow wow ¿Qué hacen?- preguntó atónita.
-Venimos a prepararte. El matrimonio es hoy ¿No?-.
En eso Maite salió de la habitación -Dulce -la llamó- ¿Por qué tanto alboroto?- susurró cuando estuvo al lado de ella-.
-Al parecer Anahí nos ha mandado personas para que nos arreglaran- comentó Dulce.
-¿Te aviso algo?-.
-No pero sabes cómo es ella. Le encanta hacer sorpresas y todo ese tipo de cosas-.
-¡Dulce! - la llamó Paul.
-¿Si?- le prestó atención la pelirroja.
-Ven para acá que tenemos que empezar a arreglarte- la llamó.
-¿Pero no es muy temprano?- preguntó cuando estuvo a su lado.
-No sabes lo que uno se demora en estas cosas, pero quedarás bellísima- y la sentó en una silla plegable negra que habían traído en frente de un espejo con luces ¿De dónde demonios había salido eso?
-¿Y Maite?-.
-¿Maite?- preguntó Paul levantando una ceja.
-Si Maite mi amiga, también va al matrimonio- y apuntó a la morena que todavía estaba apoyada en el marco de la puerta.
ESTÁS LEYENDO
Piso 5
Genç KurguDulce sabía que había hecho lo correcto. Había tenido todo su futuro planeado con su ex prometido, pero ella se enteró que tenía una amante y lo dejó de un día para otro. Toda su familia había estado en contra de su decisión: -Tu futuro es más i...