Se pasó la mano por el cabello y observó a Shawen tomar asiento junto a Lane. Frente a ellos James Simmons no perdió el tiempo.
—¿Quién es el tipo que me persiguió la noche pasada? —Josh frunció el ceño.
—Tú no eres quien hace las preguntas —espetó y Bathory rodó los ojos. Se quería hacer el rudo.
—Yo lo hice —declaró la oficial. Vio a James escanearla con los ojos entrecerrados y después de unos segundos asintió conforme. Scott apenas pudo evitar reír al imaginar lo molesta que ella estaría por eso.
¿Cómo culparlo?
Shawen lucía robusta con tanta ropa que según ella usaba debajo y sus facciones eran angulosas, nada atractivas; sus labios siempre en una línea y el ceño fruncido tampoco ayudaban mucho.
No había reparado en ello ni en el hecho de que rara vez la había visto sin la negra gorra deportiva y sus guantes. Era tosca, y alta en comparación del estándar femenino. Aunque tenía una voz agradable.
Pensando en la altura frunció el ceño y se obligó a salir de sus pensamientos, observando al sospechoso en la sala de interrogación
—Lo entiendo —notó que decía Shawen—. ¿A qué viniste, James?
—A visitar la tumba de mi hija —respondió secamente.
—Bien sabes que aún no se entregan los restos —evidenció Lane.
—Pues deberían. Mi nena merece cristiana sepultura.
—No pareces muy afectado —gruñó el oficial.
—¿Quieres ver cuán afectado estoy? —James golpeó la mesa sobresaltando a los oficiales y se sacudió furioso tratando de alcanzar a Josh—. ¡Mataron a mi bebé, hijo de puta! ¡La mataron!
Josh se cayó de su silla por la sorpresiva reacción de Simmons y rápidamente Shawen se levantó para someter al sospechoso.
El hombre se dejó caer en su asiento, empezando a llorar, y se cubrió el rostro con las manos esposadas, encogiéndose para que Shawen dejara de tocarlo. Ella se alejó y regresó a su lugar mientras Lane, molesto, se levantó, recogió su silla y se sentó otra vez.
Shawen lo observó y no encontró ni rastro del chico alegre que alguna vez había sido.
En el pueblo no había otro lugar donde quedarse aparte del motel y el sector de renta dónde vivía Bathory, por lo que fue sencillo enterarse de que no se había parado en ninguno de los dos sitios.
Entonces recordó la vieja casona de la señora Helen. Estaba abandonada y deteriorada pero resultaba perfecta para ocultarse. Decían que estaba embrujada así que pocos se atrevían a entrar ahí.
Llegó pensando que no lo encontraría pero ahí estaba, dormido en una de las viejas habitaciones. El arresto fue sencillo. Además, seguía siendo propiedad privada.
—¿Cuánto llevas aquí? —preguntó la oficial suavemente.
—Una semana, creo. Sí, una semana. Llegué el sábado pasado cuando dejé el trabajo.
Annie asintió y apretó sus manos en puños bajo la mesa, tragando saliva antes de hacer su siguiente pregunta.
—¿Por qué estabas en la casa de Helen? —Sintió a Josh mirarla de reojo pero ella mantuvo su vista en James, quien alzó los ojos humedecidos y le dio una sonrisa torcida.
—No tenía dónde quedarme, no quería que Rebecca supiera que estaba aquí y no había ido a verla. Además, es un buen lugar para pasar el rato, ¿no Tony? —La agente apretó los dientes. Hacía mucho tiempo que nadie la llamaba así—. Quiero irme —pidió, limpiándose la cara.
—No hemos terminado —informó Josh.
—¿Terminado qué? Me han hecho bastantes preguntas ya, ¿qué demonios quieren? —Lane y Shawen cruzaron miradas. James frunció el ceño confundido y respiró hondo, recargándose en la silla—. Esto no es por el allanamiento —concluyó con la ira calentando su sangre.
Ya se daba una idea del por qué lo habían detenido.
Bathory dio dos golpes al cristal y los oficiales salieron de la sala para ir con él.
—Dudo que sea él —anunció en cuanto entraron—. Mide con suerte uno sesenta. Llama a su jefe para corroborar su declaración y mantenlo recluido hasta mañana —pidió a Josh Lane—. Seguiremos tratándolo como sospechoso pero me atrevo a descartarlo ya.
Lane asintió y regresó a la sala mientras Bathory informaba a Annie su partida a la vieja casona en busca de evidencia.
—¿Me dejaría hacerlo? —solicitó ella.
—Vamos juntos —convino el inspector, pero no se movió porque sabía que la oficial quería agregar algo.
—Me refería —empezó, tragando saliva—, a si me dejaría hacerlo sola.
Scott la miró en silencio. Podía notarla tensa e incluso nerviosa desde que interrogó a Simmons sobre el lugar en que se ocultó. Había sentido curiosidad por la respuesta del sospechoso pero decidió cuestionar a la agente después por eso.
Supuso que la vieja casa representaba algo para ella, quizá para ambos.
—De acuerdo —concedió—, pero manténgame informado.
Annie asintió y salió del cuarto de observación visiblemente aliviada. Por la mente de Bathory pasó la idea de seguirla y le resultó difícil desecharla. Tenía la sensación de que le quería ocultar algo pero debía confiar en su gente.
Debía confiar en la entrometida oficial Shawen.
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No olvides mi nombre©
Mystery / ThrillerTres cadáveres. Tres niños asesinados. Ninguna pista aparente del culpable. Scott Bathory tendrá que descubrir la identidad del asesino antes de que haya otro homicidio. Mientras, deberá luchar contra sus propios fantasmas; esos recuerdos que lo a...