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Stiles dejó a Derek dormir un poco más, mientras él se dedicaba a contemplar el techo de la estancia. Jackson dormía suavemente. Lo había oído llorar, y estaba aliviado de que al menos hubiera podido conciliar el sueño del agotamiento.

Se incorporó, notando molestias en la herida de la pierna, y queriendo levantarse pero le iba a ser difícil con el cuerpo de Derek tapando la salida de la tienda y su poca agilidad con esa herida. Suspiró, resignándose a que tendría que despertar a Derek, pero a los pocos segundos oyó que los llamaban desde fuera.

—¿Estáis despiertos?

—Casi —repuso Stiles moviendo el hombro del moreno, que se incorporó con rapidez, creyendo que los atacaban—. Tranquilo fiera, que soy yo —murmuró con media sonrisa. Derek suspiró con alivio y se dejó caer en la almohada—. ¿Has descansado?

—Mucho, me hacía falta dormir así.

—En cinco minutos os tenemos que hacer las pruebas, así que id vistiéndoos, ¿vale? —dijo la voz de fuera de la tienda, y oyeron pasos alejándose.

Derek se levantó y ayudó a Stiles a salir de entre las mantas, descubriendo que había sangrado por su herida aquella noche. Abrió la cremallera de la tienda y llamó a uno de ellos que estaba más cerca.

—Oye, que a Stiles se le ha abierto la herida... —explicó sin saber si aquel tipo sabía sus nombres.

—Vale, pues van a hacerle las pruebas a él primero y así podremos curársela.

Entre dos hombres llevaron a Stiles al interior de lo que parecía ser el garaje del refugio, y Derek miró al chico que estaba delante de él, que reconoció como Theo.

—Las pruebas consisten en sacaros sangre y descartar que estéis infectados, pero ya os habríais transformado de ser así, por lo que podéis estar tranquilos.

—Hombre, mejor prevenir que lamentar que se os haya colado un infectado y os haya matado a todos.

—Exacto —repuso Theo sonriendo—. Será mejor que despiertes al otro chico, así os podemos enseñar el refugio.

Derek se giró para despertar a Jackson, pero lo encontró ya de pie, vistiéndose. Hizo lo mismo y caminaron siguiendo a Theo hasta el garaje.

—Stiles ya ha pasado las pruebas, le están curando la herida con material médico. Hiciste un buen trabajo. Algo rudimentario pero no se podía esperar otra cosa —comentó el chico abriéndole la puerta al garaje, que tenía un par de camillas y material médico a los lados—. Nos vemos dentro.

Les indicaron que se echaran en las camillas, y comenzaron a preparar el material que utilizarían. Como Theo les había dicho, tenían que sacarles sangre, y se mantuvieron en silencio mientras lo hacían.

Luego, sus muestras pasaron a ser analizadas por algo que Derek reconoció una máquina que salió antes de la pandemia, algo así como un analista portátil, y se maravilló que tal invento siguiera existiendo y se hubiera perfeccionado para la infección.

La muestra de Derek emitió un resplandor verde, y el chico que le había hecho las pruebas sonrió, levantándole el pulgar.

Pero la muestra de Jackson emitió un pitido, y la luz fue roja.

Derek casi se rompe el cuello al mirar a Jackson, que parecía confuso. Sonó una alarma y el moreno saltó de la camilla, alejándose de su amigo.

—¿Qué demonios os pasa? —preguntó Jackson con los dientes apretados.

—Esto dice que estás infectado —murmuró el chaval con la cara descompuesta.

PandemoniumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora