No podía seguir así. Estaba volviéndose loco, porque una vez salió del cuarto de Derek, con el sabor de su boca aún en sus labios, intentó volver a su cuarto, con Malia, pero le repugnó tanto el acostarse junto a ella, pese a que obviamente no podía hacer nada más con la chica.
Tenía que dejarla. No era el escenario más adecuado para dejarla, además de que tendrían que seguir viajando juntos, pero no podía engañarla así. Había besado dos veces a Derek, y le había gustado. Se había excitado con un hombre, y no iba a seguir fingiendo querer a la chica, porque le daba asco pensar en ella.
Era buena chica, simplemente que había tenido que llegar el apocalipsis para que se diera cuenta de que no la quería. Ni siquiera la quiso cuando no había infectados, pero en el primer mes la pasión hizo mella y se cogieron cariño, y ya el resto fue generándose a partir de la desesperación de la inminente muerte, sobre todo por el peligro constante.
Tomó aire, notando el pecho pesarle. Quería hablar lo antes posible con ella, pero no a esas horas, porque tampoco quería joderle la noche y despertarla para eso.
Se sentó en el pasillo de aquella casa, apesadumbrado. No quería volver a la habitación de Derek porque el deseo lo consumía, y tampoco podía volver a la habitación de Malia. Bajó las escaleras, dirigiéndose a la cocina y echándose agua en un vaso, necesitando refrescarse por el calor que sentía cada vez que recordaba los labios de Derek, las palabras que le había dicho el moreno, las sensaciones que le había invadido cuando había tenido al veterinario tan cerca...
Necesitaba aclararse del todo. Quizás era una fase confusa, un momento de desesperación, o parte del virus, que le hacía querer copular con todo lo que se moviera. Aunque claro, Stiles sólo quería con Derek, y el resto no le interesaba.
Lo que sí sabía era que tenía que dejar a Malia lo antes posible, dejar de engañarla, y aunque le doliera, debían seguir adelante. Quizás en el refugio seguro pudieran separarse y sus caminos tomaran vías diferentes.
Escuchó pasos bajando las escaleras, y al levantar la vista vio a Derek acercándose a donde él estaba. Levantó ambas manos y fue a la encimera, cogiendo un vaso y sirviéndose agua. Se apoyó con el fregadero detrás de él, y observó a Stiles juguetear con sus dedos.
—Vengo en son de paz —murmuró el veterinario dejando el vaso al lado.
—Gracias —repuso el castaño con ironía—, es una novedad.
—Has sido tú el que no ha venido precisamente a hablar a mi cuarto.
—Estoy confundido, Derek —susurró Stiles rascándose la cabeza—, no sé qué cojones me pasa, porque jamás me había planteado nada así, nunca.
—No sé si debería disculparme por ello, o que me des las gracias.
—Pues discúlpate —espetó de mal humor—, eres tú el que me ha ido provocando, ¿sabes? Con todo lo que pasó en el supermercado...
—Que yo tuviera una erección no significa que tú no tuvieras otra. Ahí veo un problema por tu parte, no sólo fue mi culpa.
—Pero tu pene fue el que se clavaba en mi culo, en una situación de vida o muerte.
—¿Tenemos que agradecer que te hayas dado cuenta de que te ponen los hombres a un puto zumbao?
—Menos cachondeo, Derek —espetó el castaño.
—Yo hablo en serio. Ha sido gracias a uno de ellos que nos quedáramos encerrados en el cuartillo aquel, y sí, puede que fuera yo el que propiciara que te sintieras curioso sobre el sexo masculino, pero el que dio pie a ello fue el zumbao. —Stiles suspiró y se encogió de hombros.
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Pandemonium
Adventure▶Historia finalizada◀ || S T E R E K || || J I S A A C || "Les ruego que no me juzguen. Lo teníamos todo controlado." En un mundo perfecto, los humanos que juegan a ser dioses pecaban de aventurados. Creyéndose más poderosos que la propia naturaleza...