Nina levantó el casco de su cabeza con una ruidosa exhalación. Las maldiciones y los gritos le estaban causando irritación, se alejó de su motocicleta e inmediatamente la multitud intento aproximarse. Bastardos que anhelaban una fortuna.
Connor emergió del grupo. Un sobre de color marrón balanceándose entre sus dedos.
- Entrégamelo antes de que estas basuras me destrocen - Dije. Connor sonrió.
- ¿Puedes culparlos? - La diversión brillaba en sus ojos - Pero es una tradición del negocio, ¿No es así?
El idiota no la dejaría ir hasta obtener lo que necesitaba. Había sido de esa forma desde que las carreras comenzaron.
- ¡La ganadora! - Connor anuncio. Me estrecho contra su costado y asentí suavemente a las personas. Todos quedaban extasiados por las apuestas y el dinero que se intercambiaba en el lugar.
Recibiendo el dinero, retrocedí para comenzar a alejarme. Mi cuerpo se mantuvo en constante rigidez por los rostros desconocidos que se aglomeraban, los evite hasta que la figura conocida e impactante de Jackson se quedó con mi atención.
- Vámonos - Lo único que mencione cuando estuve lo suficientemente cerca.
- ¿Has terminado? - Su mirada disgustada me desconcertó.
- ¿Qué sucede?
- ¿Estas jodidamente bromeando? - Su tono aumento - Hoy es el cumpleaños Lena y no estoy ahí. Decidiste arrastrarme hasta aquí cuando Morgan pudo haber hecho perfectamente el trabajo.
- ¿Estas tratando de no herir los sentimientos de la chica? - Mi rostro se retorció en una mueca cruel - La ultima vez que te escuche hablar de ella fue que solo era otro agujero donde follar.
Su mandíbula se apretó.
- Camina. No estoy de humor para tu mierda. Después de llegar a casa eres libre de marcharte.
- Te necesito ahí - Dijo mientras me seguía - No puedo ir solo hasta esa zona de Londres. Es territorio hostil
Parpadeé durante un breve instante, mirando su postura enojada y luego sonreí.
- ¿Es una orden? - Pregunte. Su cuerpo se tensó inmediatamente.
El silencio hizo una breve pausa por nosotros.
- Te diré algo, Jackson- Mi semblante cambio - No trates de morderme. Tenías la oportunidad de marcharte en cualquier momento, porque al contrario de lo que todos creen, no soy tu maldita dueña ¿Lo comprendes?
- Podría ser peligroso - Trato de razonar después de un instante.
- ¿Lo es? - Exclame con poco interés. Localice un cigarrillo en mi bolsillo y lo deposite entre mis labios.
- El lugar no es nuestro - Fue su única explicación.
Mis movimientos se detuvieron. ¿Qué coño quería hacer?
- ¿Por qué irías a un territorio que no es nuestro?
- Se lo prometí a Lena.
Jackson iba a conseguir en algún momento una bala en el pecho. Ni siquiera estaba segura de que él mismo estuviera escuchándose. El suelo crujió debajo de mis zapatos cuando retome mi caminata.
- Bien.
Su suspiro fue audible.
- Pero Morgan y Anton vendrán.
Su gemido de disgusto lo fue aún más.
(...)
Dante se sentía aprensivo y su rostro mostraba su disgusto. La casa frente a él, en su opinión, solo se había en una construcción aún más ridícula desde la última vez que estuvo en ella. Presuntuosa. Extravagante. Con cada minuto que transcurría su degrado aumentaba.