NARRA __(TN)
Quitandone el casco de la cabeza, trate de sonreir agradablemente en dirección a la multitud. Inquieta, busque al rededor por el grupo que cuidaba. Antes de que pudiera avanzar y bajarme de la motocicleta, Augustus estaba junto a mi.
- Escucha...- Comencé pero él levanto su Palma, pidiéndome silenciosamente que me callara.
- Las reglas son claras, Schmidt - Negó con la cabeza - Dame la mano.
- Puedes meterte tus reglas por el culo, Augus. Sinceramente estoy en mi límite hoy, sí no terminas esto rápido, ordenare que te dispare - Mire el entorno - Estoy segura de que alguien estará complacido por hacerlo.
Su sonrisa vaciló y luego se aclaró la garganta, preocupado.
- Yo nunca podré abandonar las carreras y tú nunca podrás irte de este lugar - Frunció los labios - Nos une algo más fuerte que la sangre, mi reina.
- No hables de ello aquí - Lo callé. Augustus asintió y guardó silencio durante un breve instante.
- ¿Cómo está él?
- Ahora no - Hice que mis palabras sonaran igual de irritadas de cómo me sentía.
- ¿Lo has visto de nuevo? - Insistió.
- ¿Porqué quieres hablar de esto? - Me sentí repentinamente cansada. Él se encogió de hombros - No lo he visitado. Puedo pagar y cubrir sus necesidades pero no quiero ni deseo volver a mirarlo.
Finalizando el monólogo, ambos nos quedamos callados. Cerré los ojos con frustración, Augustus siempre había sido un buen hijo de perra que me traía malos recuerdos. Y estos no desaparecían, no lo hacían por que él presionaba para que sintiera su misma tristeza. Me ahogaba y lo odiaba.
- Puedes irte - Dijo - Toma - Sacó de su chaqueta el rollo de billetes que había ganado esa noche.
Le sonreí también tratando de tranquilizarlo, ambos tratando de hablar sin revelar nada, alejando a cualquier curioso. Vatra existía gracias a ese dominio y esa clase de entrenamiento.
Girando y abandonandolo, fui en busca de Louis. El castaño parecía enojado mientras orbitaba protectoramente sobre los tres chicos detrás de él.
- Debemos irnos ahora.
- Gracias al cielo - Louis levantó la mirada y cruzó los dedos, luego se concentró en mi - Tu príncipe aquí es la persona más histérica que jamás haya conocido.
- ¿No puedes controlarlo? Tengo que reconciderar tu paga si no puedes hacerlo - Sus labios se juntaron bruscamente. Reí. - Los llevare a casa.
Avise a loa tres personajes cercanos a nosotros. Sin esperar una respuesta, intercambie llaves con Louis y caminé hasta el auto. Cuando nadie subió después de un rato, gruñi y miré fuera por la ventanilla. Eleanor le explicaba algo de forma tímida a Louis mientras Doniya a Zayn para que caminara. Mis semblante tembló extrañado al notar que el hombre no permitía que Doniya lo tocara, ella solo lo cuidaba a distancia, preparada para enderezarlo en caso de que resbalara.
- Gracias - Zayn le murmuró a su hermana mientras se sentaba dentro.
- ¿Estás bien? - Pregunté, deseando hablar sobre la renuencia que sentía a qué su hermana menor lo tocara.
- Lo estaré.
- ¿De verdad lo estás? - Lo mire a través de los asientos. Su respuesta había sonado mordaz.
- No te importa. Solo llevanos a casa - El enojo en su tono me hizo dudar.
- ¿Necesitas algunos calmantes?